El accidente cerebrovascular que se esconde tras una falsa migra?a
La hemorragia subaracnoidea es un tipo de ictus que se suele manifestar con un intenso dolor de cabeza. Un estudio del Hospital del Mar alerta de que uno de cada cuatro casos se confunde con otras dolencias m¨¢s leves
De repente, sin m¨¢s, un inmenso dolor de cabeza sacudi¨® a Raquel Txavarria. Sent¨ªa como una presi¨®n muy fuerte en la parte de atr¨¢s del cr¨¢neo, se mareaba, vomitaba y ten¨ªa mucho sue?o. ¡°Yo sab¨ªa que me estaba muriendo porque ese dolor de cabeza no era normal, era muy intenso¡±, explica la chica, de 26 a?os. En apenas unas horas, ella, joven, sana y sin enfermedades previas, ingresaba en la unidad de cuidados intensivos del Hospital del Mar de Barcelona en estado cr¨ªtico. Sufr¨ªa una hemorragia subaracnoidea por rotura de un aneurisma, un accidente cerebrovascular que se produce a partir de una malformaci¨®n en la pared de una arteria: el vaso se dilata, formando una especie de globo (aneurisma) que, al romperse, provoca una hemorragia fuera del cerebro, entre las dos membranas men¨ªngeas. El pron¨®stico es muy malo, sobre todo si se detecta tarde. Raquel tuvo suerte y s¨ªntomas claros, pero una de las amenazas de la hemorragia subaracnoidea es que, en ocasiones, solo se manifiesta con una intensa cefalea que puede confundir el diagn¨®stico. Un estudio del Hospital del Mar revela que uno de cada cuatro casos, de hecho, se confunde con una migra?a.
La hemorragia subaracnoidea juega al despiste. No hay se?ales de alarma previas ni grandes factores de riesgo asociados que puedan alertar de lo que est¨¢ por venir. Supone el 5% de los ictus ¡ª9 casos por 100.000 habitantes¡ª y lo m¨¢s com¨²n (80%) es que se produzca por una rotura de un aneurisma, aunque tambi¨¦n puede ocurrir a causa de un traumatismo cerebral. El ¨²nico patr¨®n com¨²n es que, cuando aparece, la persona sufre un dolor de cabeza brusco y muy intenso. ¡°Es un tipo de ictus que se caracteriza por afectar a la gente joven. No hay factores de riesgo vascular y es muy devastador. Es una hemorragia que se distribuye por los surcos del cerebro y produce un aumento de la presi¨®n intracraneal. Los pacientes dicen que es como el peor dolor de cabeza que han sufrido en su vida¡±, explica Ana Rodr¨ªguez, responsable de la Unidad de Ictus del Hospital del Mar.
Precisamente, esa intensa cefalea es la que puede condicionar el diagn¨®stico. Un estudio del hospital barcelon¨¦s constat¨®, tras analizar a 400 pacientes, que el 26% de los casos de hemorragia subaracnoidea se diagnostica mal. Tratar estos accidentes cerebrovasculares como migra?as ¡ªpor el dolor de cabeza¡ª o contracturas cervicales ¡ªpor la rigidez en la zona cervical del cuello¡ª son los errores m¨¢s comunes, seg¨²n esta investigaci¨®n publicada en revista Stroke. ¡°Si la rotura del aneurisma es muy severa, no se confunde con nada porque sale mucha sangre, puede entrar incluso dentro del cerebro y producir un cuadro muy aparatoso. Pero hay formas menos graves en las que la rotura es menor y la sangre se queda en el espacio subaracnoideo y cursa como un dolor de cabeza intenso: hay gente que se queda en casa y los que van al hospital, si no hay un equipo m¨¦dico experimentado, puede ser confundida con una enfermedad banal. El problema es que el retraso diagn¨®stico afecta al pron¨®stico¡±, alerta Jaume Roquer, jefe de Neurolog¨ªa del Hospital del Mar.
La pericia de los profesionales es clave para diagnosticar cuanto antes. ¡°Lo m¨¢s importante es hacer una buena historia cl¨ªnica: c¨®mo es esa cefalea, su localizaci¨®n, cu¨¢nto dura, c¨®mo ha aparecido, si aumenta de intensidad¡ Cuando la cefalea aumenta al toser o al hacer un esfuerzo importante, si te despierta por la noche o va acompa?ada de otros s¨ªntomas neurol¨®gicos, son se?ales de alarma y hay que sospechar¡±, avisa Mar Castellanos, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa.
¡°El de la hemorragia subaracnoidea es un dolor que aparece de golpe, de forma explosiva, de cero a intensidad m¨¢xima en un segundo. Y puede ir acompa?ado de aturdimiento y p¨¦rdida de conocimiento¡±
Y ese intenso dolor de cabeza, aunque pueda parecer una migra?a, no lo es. Y hay forma de saberlo. ¡°En la hemorragia subaracnoidea, el paciente est¨¢ bien y de forma brusca, sufre un dolor de cabeza intenso. La migra?a, en cambio, suele aparecer en un lado de la cabeza, es puls¨¢til y progresivo, no tan intenso¡±, aclara Castellanos. Coincide Roquer: ¡°El de la hemorragia subaracnoidea es un dolor que aparece de golpe, de forma explosiva, de cero a intensidad m¨¢xima en un segundo. Y puede ir acompa?ado de aturdimiento y p¨¦rdida de conocimiento¡±.
El tiempo, en este tipo de patolog¨ªas, es oro. Seg¨²n el estudio del hospital barcelon¨¦s, cuando hay un diagn¨®stico inicial incorrecto, el retraso en recibir el tratamiento es de una semana; si se acierta a la primera, el paciente es tratado en menos de un d¨ªa. Pero el pron¨®stico, en cualquiera de los casos, no es nada halag¨¹e?o: la mitad de los pacientes sufren secuelas y la mortalidad puede alcanzar el 30%.
En un box de la unidad de semicr¨ªticos del Hospital del Mar, reconvertida en UCI no covid en tiempos de pandemia, Raquel luchaba por la vida contra todo pron¨®stico. Sin explicaciones de por qu¨¦ a ella. ¡°Es como una loter¨ªa¡±, lamentaba la intensivista, Ana Zapatero, durante la ma?ana del 1 de diciembre. Raquel llevaba ya una semana hospitalizada, en coma, y empezaba a sufrir vasoespasmos, una complicaci¨®n grave que ocurre por una estrechez en una arteria. Alrededor de su cama, un ej¨¦rcito de intensivistas, neur¨®logos, enfermeras y auxiliares, intentaban sacarla adelante pese a las complicaciones: hab¨ªa que intervenirla para ponerle vasodilatadores.
¡°La atenci¨®n de la hemorragia subaracnoidea no tiene que ser tan inmediata como la del ictus isqu¨¦mico, pero es una urgencia neurocr¨ªtica tambi¨¦n. Lo primero que hay que hacer es cerrar el aneurisma, pero puede haber complicaciones: crisis epil¨¦pticas, infartos cerebrales, vasoespasmos¡¡±, se?ala Rodr¨ªguez. Otro estudio del Del Mar publicado en la revista Neurology se?ala que la mortalidad a corto plazo se sit¨²a en el 8,7% una semana despu¨¦s del tratamiento, durante el periodo de hospitalizaci¨®n. Sube al 18,4% despu¨¦s de tres meses, asciende a casi el 23% un a?o despu¨¦s del diagn¨®stico y roza el 30% cinco a?os despu¨¦s. Sobre las secuelas discapacitantes, un 7% de los pacientes supervivientes al cabo de cinco a?os las presentaban. ¡°Las secuelas van a depender del da?o intracerebral. Puede haber hemiplejias, trastornos sensitivos, secuelas similares a las del ictus¡¡±, apunta Roquer.
En el caso de Raquel, todos los contratiempos que pod¨ªan surgir, suced¨ªan. Incluso le tuvieron que hacer una craniectom¨ªa descomprensiva, esto es, eliminar una parte del hueso del cr¨¢neo para que el cerebro inflamado se expanda y se reduzca la presi¨®n intracraneal. ¡°A causa de la hemorragia, se produce un edema neuronal, aumenta la presi¨®n del cerebro y, si no haces nada, acaba con la vida del paciente. La ¨²nica forma de arreglar esto es una craniectom¨ªa para que el cerebro se expanda: si se hace pronto, las neuronas no sufren da?o¡±, relata Roquer.
Raquel pas¨® casi un mes en la UCI, la Navidad en una planta del Hospital de la Esperanza ¡ªotro centro vinculado al complejo sanitario Del Mar¡ª y el fin de a?o en el Instituto Guttmann, especializado en neurorrehabilitaci¨®n. ¡°Cuando me despert¨¦ del coma no entend¨ªa nada. Fue muy impactante: no ten¨ªa pelo en un lado de la cabeza y me faltaba el cr¨¢neo. Del shock, dej¨¦ de hablar, no quer¨ªa¡±, relata la joven ya desde su casa, en el barrio del Raval de Barcelona.
De todas aquellas secuelas que amenazaban su vida ¡ªsi es que consegu¨ªa salir adelante¡ª, Raquel se ha llevado a casa una epilepsia que, seg¨²n sus m¨¦dicos, es temporal. Mantiene impoluta una larga melena casta?a que cae sobre el hombro izquierdo mientras, en el lado de la craniectom¨ªa, el pelo vuelve a crecer con fuerza. Todav¨ªa no le han repuesto la calota (la b¨®veda craneal), que permanece preservada en un banco de tejidos, pero augura que ser¨¢ pronto. Solo eso y el ¡°arsenal de medicamentos¡± que le han pautado le recuerdan lo ocurrido aquella ma?ana del 23 de noviembre. Para su sorpresa y la de sus m¨¦dicos, no hay m¨¢s secuelas. ¡°Ha sido como volver a nacer¡±, resuelve la joven.
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