La dictadura del ingl¨¦s en la ciencia: el 95% de los art¨ªculos se publica en esa lengua y solo el 1% en espa?ol o portugu¨¦s
Un informe sobre diversidad ling¨¹¨ªstica en la ciencia se?ala que m¨¢s de ocho de cada diez investigadores iberoamericanos escriben en el idioma anglosaj¨®n en detrimento de sus lenguas maternas
El 95% del total de art¨ªculos publicados en revistas cient¨ªficas en 2020 estaba escrito en ingl¨¦s y solo el 1% en espa?ol o en portugu¨¦s. As¨ª lo revel¨® ?ngel Badillo, investigador principal del Real Instituto Elcano, durante la presentaci¨®n de las primeras conclusiones de un informe sobre diversidad ling¨¹¨ªstica en la ciencia en Espa?a, Portugal y Am¨¦rica Latina realizado por la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI) en colaboraci¨®n con el Instituto Elcano.
Los hallazgos de la investigaci¨®n, que ser¨¢ lanzada oficialmente en noviembre en Brasil, muestran que el a?o pasado el 84% de los investigadores iberoamericanos public¨® en ingl¨¦s en detrimento de sus lenguas maternas espa?ola y portuguesa. ¡°Solo el 13% de los cient¨ªficos en Espa?a present¨® sus trabajos en espa?ol, el 12% en M¨¦xico, el 16% en Chile, y con porcentajes en torno al 20% en Argentina, Colombia y Per¨²¡±, se lee en las conclusiones del informe. La situaci¨®n del portugu¨¦s es un poco m¨¢s compleja. El 3% de los investigadores portugueses y el 12% de los brasile?os eligieron su lengua para publicar sus trabajos, los dem¨¢s lo hicieron en ingl¨¦s.
El alem¨¢n, el franc¨¦s y el ruso, que en el pasado se usaron mucho para la publicaci¨®n de distintas disciplinas cient¨ªficas, est¨¢n padeciendo una situaci¨®n similar: menos del 1% del total de los art¨ªculos, rese?as o conferencias acad¨¦micas que aparecieron en revistas cient¨ªficas durante 2020 fue escrito en estos idiomas. As¨ª, la hegemon¨ªa del ingl¨¦s en la producci¨®n y difusi¨®n de la ciencia en la actualidad es absoluta. ?Por qu¨¦?, ?qu¨¦ riesgos tiene esta anglofonizaci¨®n del conocimiento?, ?es posible revertirla?
Badillo explica por tel¨¦fono que el problema no es que la ciencia se publique en ingl¨¦s, sino que no se publique en otros idiomas. Para el investigador, profesor del Departamento de Sociolog¨ªa y Comunicaci¨®n de la Universidad de Salamanca, el objetivo del informe es ayudar a que el idioma no sea una barrera para el acceso al conocimiento por parte de todos los miembros de la sociedad, sin que eso tenga un costo para la internacionalizaci¨®n de la ciencia. ¡°Hay que promover la diversidad sin perjudicar la creaci¨®n de redes, la inversi¨®n privada o la calidad de los hallazgos cient¨ªficos¡±, explica Badillo.
El problema no es que la ciencia se publique en ingl¨¦s, sino que no se publique en otros idiomas?ngel Badillo, investigador principal del Real Instituto Elcano
El investigador del Instituto Elcano insiste en que esta situaci¨®n no solo tiene que ver con la ciencia, sino con la geopol¨ªtica. ¡°Los pa¨ªses iberoamericanos hemos ca¨ªdo en una trampa de las industrias privadas anglosajonas¡±, dice Badillo. Y contin¨²a: ¡°Los Estados nos pagan a los cient¨ªficos por investigar, nosotros producimos el conocimiento, se lo regalamos a las grandes revistas, les donamos los hallazgos de nuestro trabajo y luego esas revistas les cobran unas cifras verdaderamente sorprendentes a los sistemas nacionales de ciencia para acceder a los resultados de nuestras propias investigaciones¡±. Al final, la mayor¨ªa de los ciudadanos no puede acceder a la ciencia que ellos mismos financian con sus impuestos porque solo est¨¢ disponible en revistas que cobran por la lectura y porque est¨¢ escrita en otro idioma.
Ana Paula Laborinho, directora general del Programa Iberoamericano de Biling¨¹ismo y Difusi¨®n de la Lengua Portuguesa de la OEI, coincide con Badillo: ¡°Escribir ciencia en un idioma es m¨¢s que eso: es pensar en una representaci¨®n cultural del mundo. El acceso compartido a los conocimientos repercute en el desarrollo econ¨®mico de las regiones¡±, dice Laborinho.
De acuerdo con la investigaci¨®n, las razones de esta ¡°dictadura del ingl¨¦s¡±, como la nombran los investigadores, son tres. La primera es la inercia de la anglofonizaci¨®n: desde despu¨¦s de la segunda guerra mundial, cuando el alem¨¢n dej¨® de ser el idioma de la ciencia, como antes lo hab¨ªa sido el franc¨¦s y mucho antes el lat¨ªn, se cree que la mejor ciencia se hace y se publica en ingl¨¦s. ¡°Esto genera una percepci¨®n errada de que la ciencia que no se escribe en esa lengua no tiene la misma calidad¡±, dice Badillo ¡°es una especie de segregaci¨®n¡±.
Los pa¨ªses iberoamericanos hemos ca¨ªdo en una trampa de las industrias privadas anglosajonas?ngel Badillo
El cient¨ªfico asegura que muchos investigadores en Iberoam¨¦rica tienden a publicar en ingl¨¦s no solo para interactuar con la comunidad cient¨ªfica internacional, sino por una cuesti¨®n de estatus. ¡°Los cient¨ªficos creen que si no escriben en ingl¨¦s no tienen acceso a determinadas revistas y son esas revistas las que les dan la legitimidad que les permite entrar en el sistema de incentivos y ascender en su trabajo¡±.
La segunda raz¨®n es el propio sistema de incentivos. ¡°La evaluaci¨®n de la calidad de una publicaci¨®n se mide por el n¨²mero de citas que tiene la revista en la que se publica, no por la relevancia o la novedad del contenido¡±, explica Badillo. Y las revistas con m¨¢s citas est¨¢n en Ingl¨¦s. Elea Gim¨¦nez, cient¨ªfica titular del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) de Espa?a afirma que en varios pa¨ªses de Europa ¡°ya se habla de implementar sistemas nacionales de evaluaci¨®n que recojan la producci¨®n real de los pa¨ªses con indicadores no impuestos por compa?¨ªas anglosajonas¡±, pero reconoce que en Iberoam¨¦rica ¡°a¨²n es una tarea pendiente¡±.
El tercer motivo est¨¢ unido y determina los dos anteriores. ¡°Hay dos grandes empresas internacionales: Elsevier y Clarivate Analytics que han privatizado los sistemas de evaluaci¨®n de la calidad de la ciencia y producen los ¨ªndices internacionales de factor de impacto de las revistas que llevan d¨¦cadas privilegiando el ingl¨¦s¡±, dice Badillo. A estas razones hay que sumarle el monoling¨¹ismo de los cient¨ªficos estadounidenses y el hecho de que en las ¨²ltimas d¨¦cadas muchos de esos campus universitarios han abandonado la ense?anza de idiomas. ¡±Si yo como investigador quiero que me lean en las facultades de EE UU tengo que escribir en ingl¨¦s, es casi una obligaci¨®n¡±, reconoce Badillo.
Las consecuencias de que la mayor¨ªa de la ciencia se produzca y se publique en ingl¨¦s tambi¨¦n son numerosas: acceso limitado al conocimiento para cientos de millones de personas, solamente en espa?ol y en portugu¨¦s hay casi 900 millones de hablantes; poca diversidad, los lenguajes no solo son sistemas de comunicaci¨®n sino sistemas de construcci¨®n de realidad, como dijo el fil¨®sofo austriaco Ludwig Wittgenstein: ¡°Los l¨ªmites de mi idioma significan los l¨ªmites de mi mundo¡±. Y lo m¨¢s grave: el debilitamiento de la lengua. ¡°Es posible que si permitimos que la hegemon¨ªa del ingl¨¦s en la ciencia perdure, en unos a?os nos encontremos con que el espa?ol o el portugu¨¦s ya no sirvan para expresar conocimiento cient¨ªfico¡±, dice Badillo preocupado.
El investigador propone un caso extremo, pero no imposible. ¡°Si en 50 a?os no hemos cambiado esta situaci¨®n y el ingl¨¦s se termina de consolidar como la ¨²nica lengua de la ciencia, todas las clases en las universidades de Iberoam¨¦rica podr¨ªan dejar de dictarse en espa?ol y en portugu¨¦s¡±. El miedo de Badillo y de los dem¨¢s investigadores es que si los documentos y las lecturas est¨¢n en ingl¨¦s y si al salir de la universidad los estudiantes van a seguir aprendiendo en ingl¨¦s, no habr¨ªa razones suficientes para seguir ense?ando en las lenguas propias. ¡°Es un riesgo evidente ya no solo en la ciencia sino en los sistemas de educaci¨®n superior¡±.
Para tratar de detener este fen¨®meno, la OEI y el Real Instituto Elcano proponen el tr¨¢nsito hacia la ciencia abierta, el movimiento para que la investigaci¨®n y la difusi¨®n cient¨ªfica, incluidas las publicaciones y las bases de datos, sean accesibles y gratuitas para todos los ciudadanos. ¡°La ciencia debe salir de la torre de marfil en la que ha estado burocratizada en los ¨²ltimos a?os y dialogar m¨¢s con la sociedad¡±, insiste Badillo. Para hacer ese cambio de paradigma en la ciencia, el investigador se?ala una alternativa concreta: ¡°La inteligencia artificial y la traducci¨®n autom¨¢tica tienen que ayudarnos a garantizar el acceso a la ciencia. Ser¨ªa ideal que en poco tiempo haya un bot¨®n al lado de cada art¨ªculo cient¨ªfico que traduzca el contenido no solo al espa?ol y al portugu¨¦s, sino al coreano, al mandar¨ªn o a cualquier idioma¡±.
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