Los cantos de los p¨¢jaros se est¨¢n reduciendo y los entornos naturales son cada vez m¨¢s silenciosos

El descenso generalizado de las poblaciones de aves en el hemisferio norte est¨¢ teniendo una consecuencia l¨®gica: los bosques y campos son cada vez m¨¢s silenciosos. Un amplio estudio con millones de observaciones muestra que, desde hace 25 a?os, los cantos de los p¨¢jaros se est¨¢n reduciendo y simplificando, lo que est¨¢ alterando los paisajes naturales sonoros. En Espa?a, el silencio es m¨¢s evidente en los campos.

En Europa y Norteam¨¦rica han desaparecido hasta la mitad de las aves m¨¢s comunes en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El fen¨®meno es igual de acusado en el campo espa?ol. El descenso es doble: por un lado est¨¢n menguando las poblaciones; por el otro, est¨¢n desapareciendo especies de amplias zonas, lo que reduce la diversidad de aves. El empobrecimiento de los paisajes sonoros era inevitable.

Es lo que han confirmado ahora un grupo de cient¨ªficos que, apoyados en la ciencia ciudadana, han analizado los datos de avistamientos de aves desde mediados de los a?os noventa en 200.000 localizaciones repartidas por tierras europeas y norteamericanas. Despu¨¦s, tal y como detalla en un estudio publicado en Nature Communications, combinaron esos datos con las grabaciones del canto de m¨¢s de 1.000 especies disponibles en Xeno Canto, una exhaustiva base de datos que conserva el trinar y llamadas de aves de todo el mundo.

Los cient¨ªficos cuantificaron despu¨¦s las caracter¨ªsticas ac¨²sticas de estos paisajes sonoros y su evoluci¨®n en los ¨²ltimos 25 a?os. Para ello usaron cuatro ¨ªndices dise?ados para medir la distribuci¨®n de la energ¨ªa ac¨²stica en las distintas frecuencias y a lo largo del tiempo. Estos marcadores dependen de la complejidad y la variedad de cantos de las distintas especies presentes en las especies que contribuyen. As¨ª, si una especie concreta escasea, las frecuencias en las que canta dejaran de registrarse, destacando aquellas en las que cantan el resto. Otro de los ¨ªndices es el total de energ¨ªa ac¨²stica, que se corresponde con un mayor o menor bullicio.

El resultado lo resume el bi¨®logo de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) y autor senior de la investigaci¨®n Simon Butler: ¡°Vemos una disminuci¨®n generalizada en la diversidad e intensidad ac¨²stica de los paisajes sonoros naturales, provocada por cambios en la composici¨®n de las comunidades de aves¡±. Como era de esperar, hay m¨¢s silencio cuanto mayor es el declive de las aves. Catriona Morrison, pupila de Butler, lo comenta en una nota de la universidad brit¨¢nica: ¡°En general, comprobamos que aquellos lugares que han sufrido descensos m¨¢s acusados ya sea en abundancia o en riqueza de especies muestran tambi¨¦n mayores reducciones en diversidad e intensidad ac¨²sticas¡±.

Entre los investigadores espa?oles que han participado en el estudio est¨¢ Llu¨ªs Brotons, investigador del CSIC en el CREAF. Brotons coincide con los autores brit¨¢nicos en destacar la principal conclusi¨®n de esta investigaci¨®n: ¡°El resultado del proyecto indica una simplificaci¨®n de los paisajes sonoros que est¨¢ relacionada con la disminuci¨®n en las poblaciones de aves de varias especies, destacando las disminuciones de las aves en espacios agr¨ªcolas¡±, dice.

Butler ampl¨ªa la informaci¨®n en un correo: ¡°En Europa, sabemos que las poblaciones de aves de las tierras de cultivo han mostrado disminuciones particularmente fuertes en las ¨²ltimas d¨¦cadas, mientras que en Am¨¦rica del Norte son las aves de las praderas las que han mostrado las mayores disminuciones de poblaci¨®n, por lo que es probable que los paisajes sonoros en estos sistemas hayan mostrado los mayores cambios¡±.

El ornit¨®logo de SEO/Birdlife Juan Carlos del Moral recuerda que ¡°aunque se est¨¦n recuperando algunas grandes especies emblem¨¢ticas, como ¨¢guilas y buitres, hay docenas de especies de pajaritos cuya evoluci¨®n es muy negativa y al desaparecer millones de aves, la naturaleza, en especial el campo, se est¨¢ silenciando¡±. Hay otro elemento que destaca del Moral y que podr¨ªa tener consecuencias muy profundas. El canto de los p¨¢jaros es, en su mayor¨ªa, para marcar territorio o para seducir. ¡°Al haber menos rivales, cada vez cantar¨¢n menos, hasta que dejen de cantar porque no les haga falta¡±, dice. Eso podr¨ªa provocar grandes cambios en el comportamiento de los p¨¢jaros.

Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.