Misi¨®n DART de la NASA: as¨ª es el primer intento de alterar la ¨®rbita de un asteroide
La agencia espacial de Estados Unidos ha lanzado hoy una nave que probar¨¢ las posibilidades de desviar un meteorito por impacto cin¨¦tico
Impactar en un asteroide lejano
Nave DART
–10 d¨ªas
–4 horas
Gu¨ªado aut¨®nomo a
87.000-98.000 km
Sonda
LICIACube
23.760
km/h
0,61
km/h
D¨ªdymo
1,2 km
Dimorfo
?rbita tras la colisi¨®n
?rbita actual
Objetivos
1. Colisionar contra Dimorfo.
2. Cambiar la velocidad y la trayectoria de la ¨®rbita actual del asteroide.
3. Observaci¨®n desde la Tierra de los cambios del periodo orbital.
4. Medici¨®n de los efectos del impacto.
Impactar en un asteroide lejano
Nave DART
–10 d¨ªas
–4 horas
Gu¨ªado aut¨®nomo a
87.000-98.000 km
Sonda
LICIACube
23.760
km/h
0,61
km/h
D¨ªdymo
1,2 km
Dimorfo
?rbita tras la colisi¨®n
?rbita actual
Objetivos
1. Colisionar contra Dimorfo.
2. Cambiar la velocidad y la trayectoria de la ¨®rbita actual del asteroide.
3. Observaci¨®n desde la Tierra de los cambios del periodo orbital.
4. Medici¨®n de los efectos del impacto.
Impactar en un asteroide lejano
Nave DART
–10 d¨ªas
–4 horas
Gu¨ªado aut¨®nomo a
87.000-98.000 km
Sonda
LICIACube
23.760
km/h
0,61
km/h
D¨ªdymo
1,2 km
Dimorfo
?rbita tras la colisi¨®n
?rbita actual
Objetivos
1. Colisionar contra Dimorfo.
2. Cambiar la velocidad y la trayectoria de la ¨®rbita actual del asteroide.
3. Observaci¨®n desde la Tierra de los cambios del periodo orbital.
4. Medici¨®n de los efectos del impacto.
Impactar en un asteroide lejano
Nave DART
–10 d¨ªas
–4 horas
Gu¨ªado aut¨®nomo a
87.000-98.000 km
Sonda
LICIACube
23.760
km/h
0,61
km/h
Objetivos
1. Colisionar contra Dimorfo.
2. Cambiar la velocidad y la trayectoria de la ¨®rbita actual del asteroide.
3. Observaci¨®n desde la Tierra de los cambios del periodo orbital.
4. Medici¨®n de los efectos del impacto.
D¨ªdymo
1,2 km
Dimorfo
?rbita tras la colisi¨®n
?rbita actual
Impactar en un asteroide lejano
Nave DART
–4 horas
Gu¨ªado aut¨®nomo
desde 87.000-98.000
kil¨®metros de distancia
–10 d¨ªas
23.760
km/h
0,61
km/h
Sonda
LICIACube
Objetivos
1. Colisionar contra Dimorfo.
2. Cambiar la velocidad y la trayectoria de la ¨®rbita actual del asteroide.
3. Observaci¨®n desde la Tierra de los cambios del periodo orbital.
4. Medici¨®n de los efectos del impacto.
D¨ªdymo
1,2 km
Dimorfo
?rbita tras la colisi¨®n
?rbita actual
Alg¨²n d¨ªa caer¨¢ en la Tierra un meteorito de gran tama?o, capaz de provocar una cat¨¢strofe planetaria. Es una certeza. Lo que no sabemos es cu¨¢ndo. DART (Double Asteroid Redirection Test o Doble Prueba de Redirecci¨®n de Asteroides) es la misi¨®n liderada por la NASA para probar las posibilidades de alterar la trayectoria de estos cuerpos celestes como defensa planetaria. Este 24 de noviembre, a las 7.21 de la ma?ana, hora peninsular espa?ola, un cohete Falcon 9 de Space X ha partido desde la Base de Vandenberg (California). La nave que llevar¨¢ a cabo esta misi¨®n hist¨®rica, bautizada con el mismo nombre de la misi¨®n, lleg¨® el pasado mes de octubre a Vandenberg antes de ser lanzada para ensayar un m¨¦todo de desviaci¨®n de asteroides llamado ¡°impacto cin¨¦tico¡±.
Hace m¨¢s de 66 millones de a?os el impacto en Chicxulub cambi¨® el curso de la evoluci¨®n al provocar la extinci¨®n de los grandes reptiles. Varios observatorios autom¨¢ticos rastrean el cielo cada noche, en busca de visitantes que puedan constituir un peligro similar con suficiente antelaci¨®n. Porque el secreto de una buena defensa consiste en una detecci¨®n precoz, cuando todav¨ªa haya tiempo de adoptar alguna medida.
Hasta ahora se han descubierto unos 20.000 asteroides cuya ¨®rbita puede acercarlos a nuestro planeta. La NASA considera peligroso cualquiera que supere los 140 metros de di¨¢metro y pueda aproximarse a menos de 10 millones de kil¨®metros, quiz¨¢ unos 5.000 en total. Aunque de momento no hay peligro para los pr¨®ximos 50 a?os, la ca¨ªda de una mole de ese tama?o podr¨ªa ocasionar graves da?os si se produce sobre zonas habitadas. El caso del meteorito de Cheli¨¢binsk (Rusia) en 2013, aun sin haber causado v¨ªctimas mortales (pero s¨ª cientos de heridos por la onda de choque y fragmentos de cristal), es un ejemplo del poder destructor de las rocas que caen del cielo.
Ante un posible impacto caben dos posibles cursos de acci¨®n: destruir el asteroide peligroso o alterar su curso para evitar que colisione con la Tierra. El primero ha sido tema de muchas pel¨ªculas catastrofistas, en especial Armageddon (1998) donde un heroico Bruce Willis y su equipo de perforadores petrol¨ªferos se enfrentaban a un intruso ¡°del tama?o de Texas¡±.
Armageddon ostenta el dudoso r¨¦cord de acumular el m¨¢ximo n¨²mero de errores cient¨ªficos en poco m¨¢s de dos horas de proyecci¨®n. Desde el estruendo de las explosiones en el vac¨ªo del espacio (un cl¨¢sico de todas estas pel¨ªculas) hasta el monstruoso tama?o que se atribuye al meteorito, pasando por la detonaci¨®n de un ingenio nuclear tan modesto que apenas le har¨ªa cosquillas al asteroide. Hay quien ha calculado que para romper un cuerpo de semejante tama?o se hubiesen necesitado 10.000 millones de bombas como la Zar sovi¨¦tica de 50 megatones, la m¨¢s potente jam¨¢s probada.
La mayor parte de asteroides que podr¨ªan representar un peligro real son de dimensiones muy inferiores. El que acab¨® con los dinosaurios, de unos diez kil¨®metros de di¨¢metro, era un verdadero gigante; la mayor¨ªa de los que se han catalogado no pasan de unos centenares de metros. Eso hace pensar que en el futuro, con la tecnolog¨ªa apropiada, s¨ª que ser¨ªa posible desviarlos de su ruta. Naturalmente, si se les descubre a suficiente distancia; como m¨ªnimo, m¨¢s all¨¢ de la ¨®rbita de J¨²piter.
Primer ensayo
En 2005, NASA ya hizo un primer ensayo: estrellar una nave de casi 400 kilos contra el n¨²cleo del cometa Tempel 1. Es un blanco enorme, una especie de patata gigante, de 15 kil¨®metros de longitud. No es de extra?ar, pues, que apenas notase la colisi¨®n. Pero alg¨²n efecto s¨ª tuvo: su velocidad se redujo en medio mil¨ªmetro por hora con la consiguiente alteraci¨®n de su trayectoria. Ahora el Tempel 1 se acerca al Sol diez metros m¨¢s que antes del choque (si es que desde entonces, la atracci¨®n de J¨²piter no le ha hecho cambiar de curso, cosa m¨¢s que probable). Nadie lo midi¨®, claro; son meros c¨¢lculos te¨®ricos.
Ahora, las agencias espaciales estadounidense e italiana est¨¢n por repetir el experimento. Muy apropiadamente, el nombre del proyecto es DART (dardo en ingl¨¦s). Esta vez, como objetivo se ha elegido el asteroide 65803 D¨ªdymo, un pedrusco de 700 metros de di¨¢metro que de vez en cuando se nos aproxima, aunque sin peligro de colisi¨®n.
D¨ªdymo es uno de los pocos asteroides binarios que se han catalogado, aunque no el ¨²nico. De hecho, su nombre significa gemelo. A su alrededor gira un sat¨¦lite ¨CDimorfos¨C a¨²n m¨¢s peque?o, con solo unos 100 metros de lado a lado. El a?o 2003, durante su acercamiento a la Tierra, el radiotelescopio de Arecibo consigui¨® una secuencia de im¨¢genes por radar, en la que se aprecia muy bien el ballet de la extra?a pareja.
D¨ªdymo gira con mucha rapidez. Su d¨ªa dura apenas dos horas y media. Y Dimorfos completa una ¨®rbita a su alrededor cada 12 horas. Es casi un cron¨®metro en el espacio. Como Dimorfos tiene muy poca masa, resulta perfecto como blanco para este experimento. Cuando la sonda DART se estrelle contra esa diminuta luna, alterar¨¢ su velocidad en medio mil¨ªmetro por segundo, suficiente para modificar tambi¨¦n su periodo de rotaci¨®n quiz¨¢s hasta unos diez minutos. Es una diferencia perfectamente medible desde la Tierra mediante radar o analizando sus variaciones de luminosidad en una t¨¦cnica parecida a la que se emplea para detectar exoplanetas.
Una r¨¢pida misi¨®n
Para lo que suelen durar las misiones interplanetarias (a?os, si no lustros), esta ser¨¢ muy r¨¢pida. El impacto se producir¨¢ en octubre del a?o pr¨®ximo. En parte, porque el asteroide se encuentra relativamente cerca de la Tierra (a unos 11 millones de kil¨®metros en el momento del encuentro) y en parte porque la nave ir¨¢ acelerando durante la mayor parte de su viaje, gracias a un motor i¨®nico. Para maximizar el efecto, el choque ser¨¢ de frente o sea, encontrando a D¨ªdymo ¡°a contramarcha¡±, a una velocidad combinada de casi 7 kil¨®metros por segundo.
Los motores i¨®nicos como el que equipa la sonda DART producen muy poco impulso (tan solo unas d¨¦cimas de Newton) pero durante mucho tiempo. El resultado es que van acelerando de forma casi imperceptible hasta alcanzar velocidades muy altas. Y con un gasto de combustible m¨ªnimo, ya que lo que expulsa por su tobera son iones de Xenon impulsados por un potente campo el¨¦ctrico. En sus dep¨®sitos lleva unos 60 kilos, pero probablemente en toda la misi¨®n no consumir¨¢ m¨¢s de diez. O sea, unos 30 gramos por d¨ªa.
En este caso, lo que s¨ª consume es energ¨ªa el¨¦ctrica, necesaria para acelerar los iones a velocidades cercanas a los 140.000 km/hora. Pero eso es gratis, gracias a dos grandes paneles de c¨¦lulas fotoel¨¦ctricas: Unos 22 metros cuadrados, capaces de producir casi 4 kilowatios, m¨¢s o menos, la potencia instalada de un hogar normal. Esos paneles se lanzan enrollados como persianas para que se desplieguen una vez en el espacio. Son tan enormes que resultaba dif¨ªcil probarlos en tierra, as¨ª que hubo que enviar el prototipo a la estaci¨®n espacial para poder abrirlo bien en condiciones de ingravidez.
DART transporta un compa?ero que se encargar¨¢ de fotografiar el momento del impacto. Es un minisat¨¦lite construido por la agencia espacial italiana, equipado con una c¨¢mara de televisi¨®n. Se separar¨¢ de la nave principal unos d¨ªas antes del choque y, de hecho, ser¨¢ lo ¨²nico que sobreviva al experimento, ya que la media tonelada de la nave est¨¢ destinada a fundirse con el asteroide, en un espectacular despliegue de fuegos artificiales.
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