Resucitar animales que se extinguieron: en el futuro no habr¨¢ mamuts, sino ¡®mamufantes¡¯

¡°Pagar¨ªa mucho dinero para ver una cosa peluda medio elefante-mamut en un zoo o en un parque de vida salvaje, incluso sabiendo que no es aut¨¦ntico¡±, reconoce espont¨¢neamente el genetista Tom Gilbert. ¡°Pero ser¨ªa un error llamar a eso un mamut¡±, a?ade. Su equipo de la Universidad de Copenhague acaba de publicar un estudio que se?ala exactamente esa idea: nunca tendremos un mamut 100% exacto a los que pastaban hace miles de a?os entre los hielos. Ninguna de las especies extinguidas que se est¨¢n tratando de resucitar lo ser¨¢: tigres de Tasmania, palomas migratorias, dodos... Siempre ser¨¢n h¨ªbridos, una mezcla m¨¢s o menos parecida a lo que fue ese animal extinto.

George Church ni se inmuta: ¡°Ninguna sorpresa¡±. El cient¨ªfico de Harvard lleva una d¨¦cada apostando por resucitar al mamut y para conseguirlo acaba de amasar m¨¢s de 14 millones de euros en su nueva empresa, Colossal. ¡°No estamos trabajando en traer de vuelta una especie extinta, sino en desextinguir genes individuales y probarlos para determinar su resistencia al fr¨ªo¡±, explica a EL PA?S. ¡°El objetivo principal no es hacer fotocopias perfectas, sino hacer h¨ªbridos, diversos y selectivos, con ADN moderno, antiguo y sint¨¦tico¡±, desarrolla Church. No busca un mamut, sino un elefante asi¨¢tico con un pu?ado de genes del mamut que lo hagan resistente a la temperatura polar, junto con otras modificaciones que mejoren su capacidad de adaptaci¨®n, por ejemplo, la resistencia a virus modernos. ?Es eso un mamut? ?Dejar¨ªa de estar extinto?

¡°No estamos trabajando en traer de vuelta ¡®fotocopias perfectas¡¯, sino hacer h¨ªbridos con ADN moderno, antiguo y sint¨¦tico¡±

George Church, Universidad de Harvard

En la p¨¢gina web de Colossal, donde buscan inversores, hablan de ¡°resucitar el mamut¡± y de ¡°volver a verlo caminar por la tundra¡±. Pero muchos especialistas prefieren denominarlo de modo coloquial como mamofante, ya que tendr¨¢ rasgos de esos dos animales. Un nombre nuevo para una especie nueva. Church quiere generar un ser que cumpla la funci¨®n ecol¨®gica del mamut para ayudar a combatir la crisis clim¨¢tica. ?Eso significa que debemos fabricar especies modificadas gen¨¦ticamente que nos resulten ¨²tiles? ¡°Creo que dise?aremos todo tipo de h¨ªbridos¡±, responde el experto en biolog¨ªa sint¨¦tica. ¡°Ya lo hemos hecho [en la historia] intencionalmente y sin darnos cuenta, y tales h¨ªbridos son una forma com¨²n de crear nuevas especies y nuevas funcionalidades a lo largo de la evoluci¨®n¡±, explica.

La de Church es la m¨¢s sofisticada de las tres posibles t¨¦cnicas que ya se usan desde hace a?os con la intenci¨®n de recobrar animales extintos. La m¨¢s simple es a trav¨¦s de cruces selectivos, lo que se hace de toda la vida para obtener rasgos m¨¢s ¨²tiles en los animales, pero buscando recuperar los de un animal ancestral, un antepasado. Es lo que se realiza con uros a partir de las vacas o los quaggas desde las cebras.

La clonaci¨®n es la segunda. Desde 1996, cuando se dio a conocer a la oveja Dolly, se ha intentado emplear ese mismo m¨¦todo a partir del ADN de animales desaparecidos. As¨ª fue c¨®mo se resucit¨® por primera y ¨²nica vez a una especie extinguida. Lo lograron t¨¦cnicos de la administraci¨®n aragonesa al recuperar a Celia, la ¨²ltima de los bucardos, una cabra montesa que se extingui¨® en 2000 tras d¨¦cadas de caza desenfrenada. El clon de Celia lleg¨® a nacer, pero una malformaci¨®n en los pulmones la ahog¨® sin llegar a cumplir los 10 minutos de vida.

El tercer sistema para la desextinci¨®n es el de la edici¨®n del genoma, el m¨¢s prometedor por las capacidades que nos dan las nuevas tecnolog¨ªas para reelaborar el recetario de la vida. Se despliegan copiapegas de ADN del viejo animal sobre uno actual, lo m¨¢s parecido posible para que los cambios sean los m¨ªnimos necesarios. El elefante asi¨¢tico es lo m¨¢s parecido al mamut que nos queda. Y aqu¨ª es donde entra el estudio del genetista Tom Gilbert que se acaba de publicar, con una rata como protagonista.

¡°Todos los proyectos serios trabajan con el objetivo de crear un sustituto de la especie extinta, nuevos organismos que la puedan reemplazar¡±

Beth Shapiro, Universidad de California

La rata de la Isla de Navidad desapareci¨® a finales del XIX por entrar en contacto con enfermedades de ratas europeas. Para Gilbert y su equipo es una candidata id¨®nea para analizar hasta d¨®nde se podr¨ªa llegar con la t¨¦cnica que se usar¨¢ con los mamufantes. Al analizar cu¨¢nto de su genoma pod¨ªan recuperar descubrieron que, al compararlo con el de una rata moderna muy parecida, hab¨ªa un 5% de la receta para recrearla que no aparec¨ªa. ¡°Imagina que te doy un libro fragmentado en ingl¨¦s medieval y te pido que lo compares con una versi¨®n en ingl¨¦s moderno del mismo. Gran parte ser¨¢ reconocible, pero algunas palabras habr¨¢n cambiado tanto que simplemente no podr¨¢s identificarlas. Esa es nuestra idea b¨¢sica¡±, explica Gilbert.

Lo m¨¢s importante es que ese 5% que falta en la receta para reconstruir esta rata no se da en puntos aleatorios, sino que se concentra en rasgos concretos. Por ejemplo, no se pueden recuperar los genes que definen su olfato. Es decir, si la resucitaran, no olfatear¨ªa como la original, luego su relaci¨®n con el entorno o con otros cong¨¦neres ser¨ªa distinta. ¡°Algunos de los genes m¨¢s importantes que hicieron de la rata de la Isla de Navidad una rata ¨²nica son irrecuperables. Es casi imposible esperar que podr¨¢s recrear completamente una especie original¡±, resume Gilbert.

Aunque Church tiene claro que basta con reproducir algunos rasgos del mamut, conf¨ªa en que las mejoras en la secuenciaci¨®n resuelvan estas lagunas en un futuro pr¨®ximo. ¡°Llev¨® desde 2001 hasta 2021 completar el ¨²ltimo 5% del genoma humano¡±, recuerda Church, ¡±y a medida que seguimos secuenciando genomas como el humano y el de la rata, mejoraremos cada vez m¨¢s y finalalmente obtendremos genes de olfato completos y precisos¡±.

Ratas navide?as y mariposas azules

Todo esto no le parece crucial a la experta Beth Shapiro, responsable de recuperar el genoma del m¨ªtico p¨¢jaro dodo y ahora embarcada en la resurrecci¨®n de la paloma migratoria, extinguida por su caza masiva en el siglo XIX. ¡°Nadie est¨¢ sugiriendo que el ¨²nico camino posible sea crear algo que sea id¨¦ntico a un organismo espec¨ªfico que una vez vivi¨®. Este no es el punto¡±, defiende la investigadora de la Universidad de California. El objetivo de aquellos que trabajan por la desextinci¨®n es ¡°resucitar rasgos particulares, roles particulares, que pueden ayudar a restablecer las conexiones entre los organismos que viven en comunidades. Para ello no es necesario un genoma perfecto¡±, explica Shapiro, autora de C¨®mo clonar un mamut.

El bi¨®logo evolutivo barcelon¨¦s Carles LaLueza-Fox no considera ¡°factible¡± la recuperaci¨®n del elefante lanudo por las complejidades t¨¦cnicas del reto, porque todos los experimentos de manipulaci¨®n gen¨¦tica y embriones est¨¢n mucho m¨¢s desarrollados con animales de laboratorio. Por eso, Lalueza se ha aliado con Gilbert para tratar de resucitar juntos a la rata de la Isla de Navidad. O un candidato propio del que ya tiene la receta: acaba de secuenciar el genoma de la mariposa Xerces azul, desaparecida a mediados del siglo XX por el desarrollo urbano en San Francisco (EE UU).

¡°El mamut es el m¨¢s espectacular, han elegido un objetivo para recoger m¨¢s dinero¡±

Carles Lalueza-Fox, UPF-CSIC

¡°Un insecto y una rata son m¨¢s factibles, pero como el mamut es el m¨¢s espectacular, han elegido un objetivo para recoger m¨¢s dinero¡±, afirma Lalueza, autor del libro Des-Extinciones e investigador de la Universidad Pompeu Fabra-CSIC. Gilbert aclara que no est¨¢ en contra de las desextinciones planteadas, pero quiere que quien las financie tenga claro lo que va a obtener.

El proyecto para resucitar al tilacino o tigre de Tasmania, legendario marsupial de Australia, acaba de recibir 4,5 millones de inversi¨®n de un fil¨¢ntropo que lo descubri¨® por YouTube. Lo lidera Andrew Pask, que en 2017 public¨® el genoma del animal, ¡°el de mayor calidad de cualquier animal extinto¡±, seg¨²n sus palabras. Pask cree que las conclusiones de Gilbert son exageradas y no sirven para todas las especies, como su proyecto con el tilacino, que usar¨¢ al rat¨®n marsupial como modelo gen¨¦tico ¡ªcomo el elefante para el mamut¡ª.

Pask reconoce que merece la pena hacerse preguntas sobre qu¨¦ ser¨¢ exactamente el resultado de sus trabajos. ¡°Esto plantea un debate interesante, si se usa ADN de relleno en un genoma de un animal extinto para completarlo, ?qu¨¦ podr¨ªa significar eso para esa especie?¡±.

Inicialmente, Church cre¨ªa que se llegar¨ªa a la meta en cuesti¨®n de d¨¦cadas, pero con los millones recibidos se atreve a aproximar el objetivo m¨¢s hacia los 6 a?os que promete su socio en la empresa (solo la gestaci¨®n de un elefante ronda los 20 meses). Y eso que Church reconoce que todav¨ªa no sabe cu¨¢ntas modificaciones tendr¨¢ que hacerle al elefante asi¨¢tico. Les separan medio mill¨®n de diferencias gen¨¦ticas, pero para Church podr¨ªa bastar con unas pocas docenas de cambios en el ADN. El objetivo no es redibujar todas las diferencias, sino obtener los cincuenta rasgos que su equipo ya ha seleccionado como necesarios para que el nuevo animal se mueva por la tundra helada como pez en el agua.

Reocupar su nicho natural

Y esa es la clave, seg¨²n Shapiro, c¨®mo se desenvuelva el esp¨¦cimen en el ecosistema. Porque ninguno de estos proyectos quiere conseguir ejemplares de museo o para meter en una jaula, sino para que vuelvan a cumplir su funci¨®n en el mundo salvaje. ¡°Todos los que est¨¢n trabajando en proyectos serios de desextinci¨®n lo hacen con el objetivo de crear un sustituto de la especie extinta, para reconstruir y revivir rasgos extintos, crear nuevos organismos que puedan reemplazar a los que se han extinguido, permitir que esos nuevos organismos se revitalicen y, en algunos casos, recuperen ecosistemas que a¨²n no se han adaptado a la p¨¦rdida de esa especie extinta¡±, explica.

Pask tambi¨¦n lo tiene claro: ¡°La justificaci¨®n para querer hacer esto con los tilacinos es devolverlos al ecosistema y hacer que vuelvan a ocupar su nicho¡±. Por eso defiende que la resurrecci¨®n del tilacino es la ¡°m¨¢s convincente¡± porque su h¨¢bitat de Tasmania se ha mantenido pr¨¢cticamente sin cambios, proporcionando el ambiente perfecto para reintroducirlo y beneficiar a todo el ecosistema, asegura.

Todos estos proyectos de desextinci¨®n de especies se encuentran con importantes problemas ¨¦ticos, jur¨ªdicos y pol¨ªticos. Sin embargo, estos cinco especialistas en biolog¨ªa sint¨¦tica est¨¢n convencidos de que desarrollar¨¢n herramientas que tambi¨¦n ayudar¨¢n a salvar especies en peligro. Pask asegura que aplicar¨¢n ¡°de inmediato¡± sus avances a la ciencia de la conservaci¨®n, ¡°particularmente nuestro trabajo con c¨¦lulas madre, edici¨®n de genes y subrogaci¨®n, para ayudar con los programas de reproducci¨®n para prevenir otros marsupiales¡±. Y Church asegura, yendo m¨¢s lejos: ¡°Cuando hablamos de perder especies, rara vez mencionamos que a la vez podr¨ªamos estar ganando especies m¨¢s r¨¢pido¡±.

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