El misterio de la demencia menguante: la proporci¨®n de personas mayores afectadas cae hasta un 30% en 15 a?os

Es el enigma de la demencia menguante. Las personas cada vez viven m¨¢s a?os, y el riesgo de sufrir una demencia aumenta con la edad, pero cada vez m¨¢s estudios confirman una aparente paradoja: la incidencia del alzh¨¦imer y de otros trastornos similares est¨¢ cayendo en picado en los pa¨ªses ricos. Un nuevo trabajo constata ahora que la proporci¨®n de personas mayores con demencia ha ca¨ªdo un 30% en apenas 15 a?os en Estados Unidos. Las razones para este desplome no est¨¢n claras, pero los autores apuntan principalmente al mayor nivel educativo de los ciudadanos. Otros estudios previos han sugerido que las personas analfabetas tienen el triple de riesgo de padecer una demencia.

Los investigadores han analizado un grupo de m¨¢s de 21.000 personas mayores de 65 a?os, al que consideran representativo de la poblaci¨®n de Estados Unidos. Sus resultados revelan que la proporci¨®n de participantes con demencia cay¨® desde el 12,2% del a?o 2000 al 8,5% en 2016, pese a que no hay ning¨²n tratamiento eficaz disponible. Los tres autores, liderados por el economista Peter Hudomiet, pertenecen a la Corporaci¨®n RAND, uno de los principales laboratorios de ideas de Estados Unidos. Son ¡°buenas noticias¡±, aplaude Hudomiet.

El fen¨®meno se repite por todas partes en los pa¨ªses ricos. Hace una d¨¦cada, el equipo de la epidemi¨®loga holandesa Monique Breteler detect¨® una sorprendente ca¨ªda de la incidencia en Pa¨ªses Bajos entre 1990 y 2005. Los cient¨ªficos asociaron este descenso al fuerte aumento en el uso de medicamentos antitromb¨®ticos, para la prevenci¨®n de las enfermedades cardiovasculares, y de f¨¢rmacos contra el colesterol. Hace un par de a?os, una comisi¨®n organizada por la revista m¨¦dica The Lancet calcul¨® que cambiar una docena de factores de riesgo puede evitar o retrasar el 40% de las demencias. Estas variables son la falta de educaci¨®n, la hipertensi¨®n, la discapacidad auditiva, el tabaquismo, la obesidad, la depresi¨®n, la inactividad f¨ªsica, la diabetes, el aislamiento social, el consumo excesivo de alcohol, los golpes en la cabeza y la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica.

El nuevo trabajo, publicado este lunes en la revista cient¨ªfica PNAS, apunta directamente al efecto de la educaci¨®n en el grupo analizado. Las mujeres con estudios superiores pasaron del 12% en el a?o 2000 al 23% en 2016, mientras que ese porcentaje en los hombres aument¨® del 21% a casi el 34%. Ejercitar el cerebro previene la demencia.

La proporci¨®n de personas mayores con demencia es muy similar en Europa y Estados Unidos. Un consorcio de cient¨ªficos, encabezados por investigadores de la Universidad de Harvard, calcul¨® hace un par de a?os que la incidencia en varios pa¨ªses europeos ¡ªFrancia, el Reino Unido, Islandia, Suecia y Pa¨ªses Bajos¡ª se redujo un 13% por d¨¦cada entre 1988 y 2015, un ritmo similar al observado en Estados Unidos. El nuevo trabajo ha detectado un descenso todav¨ªa mayor: un 30% en unos 15 a?os.

El economista Peter Hudomiet recalca los dos factores principales que parecen explicar la ca¨ªda de la incidencia de demencia en los pa¨ªses ricos. ¡°La poblaci¨®n cada vez tiene un mayor nivel educativo y han mejorado los tratamientos de los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensi¨®n¡±, subraya. Su estudio ha analizado el posible efecto de cuatro de estos factores de riesgo: la hipertensi¨®n, la diabetes, los problemas cardiacos y los accidentes cerebrovasculares. Hudomiet afirma que las medidas sanitarias contra estos problemas no han mejorado en Estados Unidos desde el a?o 2000, por lo que cree que su influencia ha sido ¡°relativamente peque?a¡±. Y su equipo no ha podido investigar el impacto del menor consumo de tabaco, por falta de datos detallados de cada individuo.

El alzh¨¦imer y otras demencias, sin embargo, siguen siendo extremadamente preocupantes. Debido al envejecimiento de la poblaci¨®n, aunque el porcentaje de enfermos se reduzca, su n¨²mero absoluto aumenta. En Espa?a ya hay m¨¢s de 800.000 personas con demencia, sobre todo alzh¨¦imer, pero tambi¨¦n de otros tipos, como la llamada encefalopat¨ªa LATE, cuyas huellas aparecen en m¨¢s del 20% de los cerebros de personas de m¨¢s de 80 a?os.

El psiquiatra alem¨¢n Alois Alzheimer describi¨® el primer caso de la enfermedad que lleva su nombre en 1906. Era una mujer de 50 a?os con problemas de memoria y episodios de agresividad y confusi¨®n. M¨¢s de un siglo despu¨¦s, la comunidad cient¨ªfica sigue sin entender las causas exactas de las demencias. Y tampoco existe ning¨²n tratamiento con eficacia confirmada, pese a los habituales anuncios grandilocuentes de algunas empresas. El ¨²ltimo tratamiento prometedor ha sido el lecanemab, con el que la farmac¨¦utica estadounidense Biogen gan¨® en septiembre unos 10.000 millones de euros en bolsa en un solo d¨ªa, pese a no haber demostrado todav¨ªa su eficacia.

El primer f¨¢rmaco autorizado en Estados Unidos contra las supuestas causas del alzh¨¦imer, el aducanumab, tambi¨¦n de Biogen, no ha sido la revoluci¨®n anunciada. El medicamento, aprobado en 2021, es un anticuerpo monoclonal, basado en una mol¨¦cula obtenida de un anciano l¨²cido. El tratamiento act¨²a sobre las prote¨ªnas beta amiloides, que se acumulan entre las c¨¦lulas del cerebro y parecen asociadas al alzh¨¦imer. La Agencia Europea del Medicamento, sin embargo, ha rechazado autorizar el aducanumab al no encontrar pruebas de su eficacia.

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