Un mono ara?a, el regalo diplom¨¢tico de los mayas a Teotihuac¨¢n
Un estudio sugiere que ambas civilizaciones manten¨ªan relaciones diplom¨¢ticas, adem¨¢s de comerciales y militares
Los animales han sido hist¨®ricamente un icono de la diplomacia internacional. Uno de los ejemplos m¨¢s emblem¨¢ticos ocurri¨® en 1972. China le regal¨® a Estados Unidos dos osos pandas, Ling-Ling y Hsing-Hsing, despu¨¦s de que la esposa de Richard Nixon, Pat, comentara en una visita que ten¨ªa un gran cari?o por esa especie. En respuesta, el mandatario estadounidense le envi¨® dos bueyes almizcleros. Esta forma de afianzar las relaciones entre dos pueblos data de mucho antes. Un estudio publicado este lunes en la revista estadounidense PNAS profundiza en la relaci¨®n entre dos civilizaciones ind¨ªgenas en Am¨¦rica a partir del hallazgo de un mono ara?a en la zona arqueol¨®gica de Teotihuac¨¢n, en M¨¦xico. De acuerdo a la publicaci¨®n, los restos encontrados apuntalan la teor¨ªa de que hubo intercambio diplom¨¢tico entre los mayas y la ciudad prehisp¨¢nica, pues los acad¨¦micos sostienen que se trata de un obsequio realizado de una civilizaci¨®n a la otra.
Existe actualmente un gran consenso cient¨ªfico sobre las relaciones que establecieron los mayas con Teotihuac¨¢n. Una enorme evidencia hallada por la academia en las ¨²ltimas d¨¦cadas apunta a que exist¨ªa una amplia interacci¨®n entre los dos puntos, a trav¨¦s de una amplia red comercial regional y colaboraci¨®n militar. Uno de los ejemplos registrados es la llegada de un emisario de Teotihuac¨¢n al centro maya de Tikal, en Guatemala, en el a?o 378 despu¨¦s de Cristo, que ¡°sugiere que el Estado de Teotihuac¨¢n ejerci¨® una participaci¨®n militar directa en la sociopol¨ªtica maya local en ciertos sitios¡±, dice el estudio. Pero un grupo de investigadores fue un paso m¨¢s all¨¢ y se pregunt¨® si era posible otro tipo de intercambio y encontr¨® su respuesta en los restos de un mono ara?a, datado un siglo antes del registro de Tikal. Lo curioso est¨¢ en que se trata una especie ajena a las alturas de Teotihuac¨¢n, hallados en una ofrenda en una de las tres pir¨¢mides principales del complejo arqueol¨®gico.
Nawa Sugiyama, una de las investigadoras del estudio, se?ala que se trata un ¡°hallazgo raro¡± con gran significado cultural porque hasta ahora no hab¨ªa evidencia de un intercambio entre estas civilizaciones es esa etapa tan temprana. ¡°Los monos ara?as no se desarrollan naturalmente en ese lugar¡±, comenta la zooarque¨®loga, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada trabajando en Teotihuac¨¢n. El descubrimiento es adem¨¢s la prueba ¡°m¨¢s temprana de cautiverio y translocaci¨®n de primates en las Am¨¦ricas¡±, se?ala la publicaci¨®n. Para entender la vida que hab¨ªa tenido ese ejemplar antes de morir, el grupo de investigaci¨®n no solo analiz¨® la longevidad de los restos, sino tambi¨¦n el contexto del cautiverio que hab¨ªa tenido bas¨¢ndose en la alimentaci¨®n que hab¨ªa recibido y la forma en la que se hab¨ªa desarrollado.
Los monos ara?as beb¨¦s consumen hasta un kilo de material vegetal por d¨ªa, mientras que los adultos comen hasta dos kilos. En esa ¨¦poca, se alimentaban principalmente de frutas y nueces, y complementaban su dieta con otras partes de la planta, como brotes, flores o semillas. Toda la comida era aut¨®ctona de la zona Mesoamericana, donde habitaban los mayas. El estudio sobre los restos detall¨® que se trataba de una hembra que hab¨ªa sido capturada justo antes de cumplir tres a?os, que fue cambiado de entorno y su dieta fue dr¨¢sticamente cambiada, que fue mantenida en cautiverio por m¨¢s de dos a?os y luego fue sacrificada en el ritual.
¡°El bipedalismo, la destreza, la curiosidad y la sexualidad de la especie son paralelos a los rasgos humanos, raz¨®n por la cual los mitos de origen azteca y maya hablan de una creaci¨®n fallida en la que los humanos se convirtieron en monos¡±, dice el estudio. A esa relaci¨®n entre las civilizaciones y los primates se suma el registro de la pr¨¢ctica de cautiverio de estos animales, escrito en el C¨®dice Florentino, ¡°una fuente colonial del siglo XVI que describe una estratagema elaborada en la que el calor de un fuego y granos de ma¨ªz tostados atra¨ªan a los animales, y se usaba una piedra explosiva (cacalotetl) para asustar a los animales adultos y abandonaran a sus cr¨ªas, que eran apresadas y despu¨¦s domesticadas¡±.
La evidencia de la presencia maya dentro de Teotihuacan se hab¨ªa restringido hasta ahora a comunidades de inmigrantes que resid¨ªan dentro del centro metropolitano. Sin embargo, el hallazgo de los restos de un ¡°fest¨ªn extravagante¡± que constaba de m¨¢s de 14.000 tiestos de cer¨¢mica, ¡°muchos de los cuales eran de productos de origen no local¡±, citan las interacciones entre Teotihuac¨¢n y los mayas alrededor del 300 al 350 despu¨¦s de Cristo. ¡°La alta artesan¨ªa y el dise?o ex¨®tico de estos recipientes de servicio, as¨ª como la escala excepcional del evento en el que se utilizaron, indican una fiesta ritual patrocinada por el Estado a la que asistieron importantes ¨¦lites extranjeras. Tales fiestas son escenarios estrat¨¦gicos para la construcci¨®n de alianzas, negociaciones de poder y construcci¨®n de identidad social¡±, apunta la publicaci¨®n.
Los animales que representaban un s¨ªmbolo en Teotihuac¨¢n participaban y eran expuestos en esos rituales p¨²blicos, porque ten¨ªan un papel importante en la expresi¨®n del poder. Junto a los restos del mono ara?a, fueron hallados un ¨¢guila real completa, un cr¨¢neo de puma, varias serpientes de cascabel y algunas aves peque?as no identificadas. Tambi¨¦n se encontr¨® iconograf¨ªa maya, como dioses y criaturas mitol¨®gicas, en los muros; arte no port¨¢til perteneciente a esta misma civilizaci¨®n; y adornos de jade del Valle de Motagua, en Guatemala. Por eso, el equipo de investigaci¨®n argumenta que ¡°los dignatarios mayas pueden haber estado alojados, al menos temporalmente¡± all¨ª. Cuando realizaron el hallazgo, los investigadores barajaron varias posibilidades, cuenta Sugiyama. ¡°Pod¨ªa ser un regalo diplom¨¢tico o un intercambio comercial¡±, explica, ¡°pero por la cantidad de vestigios y objetos culturales mayas y el contexto en el que se encontraron, llegamos a la conclusi¨®n de que se trataba de un obsequio¡±.
Entre quienes participaron en el an¨¢lisis est¨¢ el Proyecto Plaza del Complejo de Columnas, un equipo de arqueolog¨ªa que lleva a?os en Teotihuac¨¢n intentando explicar c¨®mo se expresa la diplomacia extranjera en los rituales de m¨¢s alto nivel y c¨®mo las funciones p¨²blicas que ten¨ªan les perpetuaron en el gobierno.¡°Los artefactos ex¨®ticos y de gran valor pueden haber sido intercambiados como parte de un protocolo de obsequio diplom¨¢tico que habr¨ªa acarreado considerables obligaciones sociopol¨ªticas¡±, se?ala el estudio. El hallazgo, seg¨²n los investigadores, ¡°sugiere un intercambio ritual sostenido, que se muestra de manera conspicua en los rituales p¨²blicos y la arquitectura, previo al aparente involucramiento militarista de Teotihuac¨¢n en algunos sitios mayas¡±. Sugiyama asegura que las excavaciones en la zona arqueol¨®gica contin¨²an, as¨ª como el inter¨¦s por terminar de entender las relaciones diplom¨¢ticas que esas dos civilizaciones ten¨ªan.
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