Los cient¨ªficos reclaman una misi¨®n a Urano, un mundo alien¨ªgena donde el invierno dura 21 a?os de oscuridad

La comunidad cient¨ªfica lo tiene claro: hay que arrancar ya la mayor misi¨®n de exploraci¨®n espacial de esta d¨¦cada; y su destino no puede ser otro que Urano, el planeta m¨¢s extra?o y desconocido del sistema solar.

Casi todo lo que sabemos de este mundo cuatro veces mayor que la Tierra viene de las fotos que tom¨® la sonda Voyager 2, que vio pasar de largo el planeta en su camino hacia los l¨ªmites del sistema solar, hace ya m¨¢s de 30 a?os. Las im¨¢genes desvelaron un mundo azul intenso que gira sobre s¨ª mismo de forma opuesta al resto de los planetas ¡ªcomo si fuese una pelota rodando por el suelo en lugar de sobre s¨ª misma¡ª y donde un a?o dura 84 a?os terrestres. El invierno en Urano son 21 a?os terr¨¢queos de oscuridad a y unos 220 grados bajo cero. Durante unas pocas horas, la Voyager pudo observar alguna de las 27 lunas del planeta y descubri¨® alguno de los 13 anillos casi verticales que lo rodean. En la superficie de Ariel hab¨ªa cicatrices recientes que suger¨ªan que debajo del hielo hay un oc¨¦ano de agua l¨ªquida donde podr¨ªa haber vida.

Ahora, un gran panel de cient¨ªficos reunidos por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos se ha reunido para fijar las prioridades cient¨ªficas de esta d¨¦cada. Y ha concluido que la pr¨®xima gran misi¨®n que debe aprobar la agencia espacial de Estados Unidos en 2024 es enviar a Urano una sonda que penetre en su desconocida atm¨®sfera y otra nave que lo orbite durante al menos cinco a?os (terrestres, claro). Ninguna otra misi¨®n rob¨®tica, argumentan, podr¨¢ generar m¨¢s conocimiento cient¨ªfico. El presupuesto podr¨ªa superar los 2.000 millones de euros.

D¨²o de sondas

Kathleen Mandt, del Laboratorio de F¨ªsica Aplicada Johns Hopkins, detalla en un art¨ªculo en la revista Science que esta misi¨®n ¡°podr¨¢ aclarar el origen y la evoluci¨®n del sistema solar, as¨ª como explicar los fen¨®menos que suceden solo en el misterioso Urano¡±. El d¨²o de sondas podr¨ªa decirnos c¨®mo se form¨® el s¨¦ptimo planeta, cu¨¢ndo migr¨® hasta su posici¨®n actual y por qu¨¦ gira como lo hace. Es posible que hace unos 4.000 millones de a?os el planeta chocase con otro mundo del tama?o de la Tierra. El cataclismo lo puso literalmente del rev¨¦s, pero no consigui¨® desintegrarlo; y eso explicar¨ªa su rotaci¨®n actual.

Urano puede parecer un planeta raro, pero lo cierto es que lo raro es la Tierra. La inmensa mayor¨ªa de los 5.000 planetas m¨¢s all¨¢ del sistema solar que se han descubierto hasta la fecha son ¡°supertierras¡± del tama?o de Urano y Neptuno. Entenderlos supone comprender buena parte del universo.

Hace 4.500 millones de a?os, los planetas gigantes se formaron a partir de gas y rocas que hab¨ªa en la nebulosa planetaria que rodeaba al Sol. Los gigantes gaseosos, J¨²piter y Saturno, se formaron sobre todo con los elementos m¨¢s ligeros, hidr¨®geno y helio. Los gigantes helados, Urano y Neptuno, albergaron tambi¨¦n compuestos m¨¢s pesados como ox¨ªgeno, carbono, nitr¨®geno y azufre. Todos los gigantes migraron desde el centro hasta su posici¨®n actual. Los planetas rocosos ¡ªMercurio, Venus, Tierra y Marte¡ª se formaron con las sobras que dejaron los gigantes. Es esencial conocer la abundancia de los elementos qu¨ªmicos en la atm¨®sfera de Urano para saber c¨®mo sucedi¨® todo en un periodo de miles de millones de a?os; en particular el cap¨ªtulo en el que el agua y los compuestos esenciales para la vida llegaron a la Tierra y otros planetas a bordo de asteroides y cometas lejanos.

En los ¨²ltimos a?os, se ha descubierto que ni J¨²piter ni Saturno albergan interiores s¨®lidos con un l¨ªmite definido. Son m¨¢s bien difusos y se mezclan con la atm¨®sfera gaseosa exterior, explica Mandt. La futura sonda atmosf¨¦rica y el orbitador de Urano podr¨¢n determinar si en su interior hay un coraz¨®n duro de roca y hielo o no.

La misi¨®n tambi¨¦n ser¨¢ clave para cartografiar Ariel, Miranda, Titania, Ober¨®n y Umbriel, las cinco principales lunas del planeta, que podr¨ªan ser mundos oce¨¢nicos con grandes cantidades de agua l¨ªquida. Otro de los misterios del planeta es por qu¨¦ nueve de sus anillos, muy finos, no se han desintegrado. La posible respuesta es que existen lunas pastoras a¨²n por descubrir cuya gravedad mantiene unido al reba?o de rocas y hielo.

15 a?os en llegar

Con la tecnolog¨ªa actual, una sonda espacial tardar¨ªa de 12 a 15 a?os en cubrir unos 3.000 millones de kil¨®metros para llegar a Urano; siempre y cuando pueda usar el empuje gravitacional de J¨²piter. Esto constri?e las posibilidades de lanzamiento. Si la humanidad quiere llegar a este planeta antes de 2050, cuando el equinoccio de oto?o en el hemisferio norte puede dificultar la plena visibilidad de sus lunas, hay que ponerse manos a la obra ya. Lo ideal ser¨ªa que la NASA apruebe la misi¨®n en 2024 y que esta se lance en 2032, argumenta Mandt. Eso deja el tiempo realmente justo para dise?ar un proyecto tan ambicioso.

Fabio Favata, coordinador de programas cient¨ªficos de la Agencia Espacial Europea, explica a este diario que la colaboraci¨®n de Europa ser¨¢ imprescindible para esta misi¨®n. La agencia europea estudia desde hace a?os posibles viajes a Urano y domina tecnolog¨ªas claves para emplear all¨ª, como los magnet¨®metros que pueden estudiar el campo magn¨¦tico del planeta y desvelar su interior. ¡°Uno de los grandes desaf¨ªos es que en Urano no podemos usar paneles solares porque est¨¢ demasiado lejos del Sol. Habr¨¢ que desarrollar probablemente nuevos reactores de combustible nuclear¡±, explica. Seg¨²n el astrof¨ªsico, ¡°la NASA tiene a¨²n muchas opciones distintas sobre la mesa¡±. ¡°Hay que tomar una decisi¨®n no m¨¢s tarde de 2024 para poder lanzar como tarde a mediados de la pr¨®xima d¨¦cada¡±, apremia.

M¨¢s all¨¢, tal vez para la pr¨®xima gran misi¨®n dentro de dos d¨¦cadas, queda Neptuno, el otro gigante helado que es un mundo igual de desconocido. Plut¨®n, en cambio, que est¨¢ a¨²n m¨¢s lejos, pero ya no es un planeta, se conoce mucho mejor gracias a la visita de la sonda New Horizons.

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