Australia indulta gracias al an¨¢lisis de una cient¨ªfica espa?ola a la madre condenada por matar a sus cuatro hijos
La investigaci¨®n de Carola Garc¨ªa de Vinuesa logr¨® establecer una ¡°duda razonable¡± sobre las sentencias al sugerir que las muertes est¨¢n ligadas a raras anormalidades cong¨¦nitas
Una mujer australiana condenada por la muerte de sus cuatro hijos ha sido indultada despu¨¦s de 20 a?os de c¨¢rcel tras la revisi¨®n del caso. Kathleen Folbigg fue condenada en 2003 por cargos de asesinato de tres de sus hijos y homicidio involuntario del cuarto, pero una investigaci¨®n que ha durado a?os, liderada por la inmun¨®loga espa?ola Carola Garc¨ªa de Vinuesa, estableci¨® una ¡°duda razonable¡± en torno a las condenas.
¡°En aras de la justicia, Kathleen Folbigg debe ser liberada de custodia lo antes posible¡±, ha declarado este lunes el fiscal general del Estado de Nueva Gales del Sur, Michael Daley. Dos d¨¦cadas atr¨¢s, los fiscales concluyeron que la mujer hab¨ªa asfixiado a los ni?os, que ten¨ªan entre nueve semanas y tres a?os al morir, pero Folbigg siempre ha sostenido que las muertes se debieron a causas naturales.
En 2021, decenas de cient¨ªficos de Australia y el exterior firmaron una petici¨®n pidiendo la liberaci¨®n de Folbigg, al se?alar que una nueva evidencia forense sugiere que las muertes inexplicadas est¨¢n ligadas a raras mutaciones gen¨¦ticas o anormalidades cong¨¦nitas. A falta de evidencia forense firme, los fiscales alegaron que era muy raro que cuatro ni?os murieran repentinamente sin explicaci¨®n, en edades tan tempranas y con a?os de diferencia.
Pero el juez retirado Tom Bathurst, quien encabez¨® la nueva investigaci¨®n, se?al¨® que se encontraron condiciones m¨¦dicas que podr¨ªan explicar tres de las muertes. Dos ni?as tienen una rara mutaci¨®n gen¨¦tica, mientras que un ni?o presentaba una ¡°condici¨®n neurog¨¦nica subyacente¡±. Dados estos factores, Bathurst determin¨® que la muerte del cuarto ni?o tampoco resultaba sospechosa.
¡°Nunca ha habido, en la historia de la medicina, un caso como este¡±
El caso de la peor asesina en serie de Australia se convierte de esta forma en el mayor error judicial de su historia reciente. En los 20 a?os que pasaron desde el encarcelamiento de Folbigg hasta su liberaci¨®n, los avances cient¨ªficos han jugado a su favor, pero tambi¨¦n el empe?o de la inmun¨®loga espa?ola Carola Garc¨ªa de Vinuesa, que ha liderado la investigaci¨®n cient¨ªfica del caso desde 2018 para conseguir dar un vuelco a la investigaci¨®n judicial.
No hab¨ªa pruebas en contra de la se?ora Folbigg m¨¢s all¨¢ de algunas frases ambiguas de sus diarios, que sacadas de contexto fueron usadas como una asunci¨®n de culpas. La acusaci¨®n apuntal¨® estas frases con lo extraordinario del caso. ¡°Nunca ha habido, en la historia de la medicina, un caso como este¡±, dijo el fiscal en su alegato final.
El tes¨®n de una cient¨ªfica
Vinuesa hab¨ªa visto, a lo largo de su carrera, varios casos como este. Cuatro muertes s¨²bitas de lactantes pueden resultar extraordinarias, pero lo son menos si son de cuatro hermanos que pueden compartir fallos gen¨¦ticos. Esta cient¨ªfica espa?ola, afincada entonces en Australia, llevaba tiempo estudiando este tipo de casos. As¨ª que accedi¨® a revisar la condena a Folbigg
Lo primero que not¨® fue que esta se dict¨® en los primeros a?os del siglo XXI, cuando los postulados del pediatra brit¨¢nico Roy Meadow ten¨ªan resonancia en los casos de muerte infantil. Meadow resumi¨® su idea en una m¨¢xima pegadiza: ¡°Una muerte s¨²bita es una tragedia, dos son sospechosas y tres son asesinato hasta que se demuestre lo contrario¡±. Es lo que se vino a conocer como ley de Meadow, una m¨¢xima que se us¨® en varios juicios de infanticidio hasta que la ciencia vino a desmontarla. Tres mujeres fueron liberadas cuando se desestim¨® esta teor¨ªa y se investig¨® a fondo las causas gen¨¦ticas de los casos. Cuando se sustituyeron los prejuicios por ciencia. El de Folbigg podr¨ªa sumarse a esta triste lista.
El equipo de Vinuesa busc¨® mutaciones gen¨¦ticas en los hijos de la acusada. La encontr¨® en las dos ni?as, una mutaci¨®n en los genes CALM2 considerada probablemente pat¨®gena. ¡°Como prueba, creo que este hallazgo estar¨ªa al mismo nivel que tener una confesi¨®n o un testigo ocular de un crimen¡± explicaba a EL PA?S el genetista Todor Arsov, del equipo de Vinuesa. El prestigioso cardi¨®logo Peter Schwartz, del Instituto Auxol¨®gico de Mil¨¢n, abundaba en esta idea: ¡°No puedo asegurar que la madre sea inocente¡±, reconoc¨ªa a EL PA?S. ¡°Pero si muere un ni?o con una mutaci¨®n gen¨¦tica como esta, lo l¨®gico es pensar en causas naturales. Es como si tienes un muerto con un disparo en la cabeza. Puede que haya fallecido de un ataque al coraz¨®n y que despu¨¦s alguien le haya disparado. Pero lo normal es pensar que ha muerto en un tiroteo¡±, explicaba.
Desde que los cient¨ªficos empezaran a plantear dudas sobre el caso, se han llevado a cabo dos investigaciones oficiales. La primera, en 2018, concluy¨® que no hab¨ªa dudas razonables sobre la culpabilidad de Folbigg. La segunda, que concluye ahora, comenz¨® el a?o pasado, despu¨¦s de que m¨¢s de 90 cient¨ªficos internacionales, incluidos dos premios Nobel, pidieran su liberaci¨®n inmediata. Adem¨¢s de examinar la investigaci¨®n gen¨¦tica, este proceso ha desmontado las anotaciones del diario de Folbigg por entender que no conten¨ªan una clara admisi¨®n de culpabilidad.
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