¡°Dudas razonables¡± de que la australiana Kathleen Folbigg matase a sus cuatro hijos
La revisi¨®n del caso de la mujer que lleva 20 a?os en la c¨¢rcel condenada por asesinar a sus ni?os contempla que pudieron morir por causas naturales, como defiende la cient¨ªfica espa?ola Carola Garc¨ªa de Vinuesa
La australiana Kathleen Folbigg lleva 20 a?os en prisi¨®n, condenada por matar a sus cuatro hijos. Primero a Caleb, de 19 d¨ªas. Despu¨¦s a Patrick, de ocho meses. M¨¢s tarde a Sarah, de 10 meses. Y por ¨²ltimo a Laura, de 18 meses. La sentencia consider¨® probado que Folbigg era una monstruosa asesina en serie. La revisi¨®n del caso, impulsada por la cient¨ªfica espa?ola Carola Garc¨ªa de Vinuesa y otros colegas, contempla ahora que los ni?os pudieron morir por causas naturales, seg¨²n ha declarado este mi¨¦rcoles Sophie Callan, la principal abogada que asiste al juez. ¡°El conjunto de las pruebas deja dudas razonables sobre la culpabilidad de la se?ora Folbigg¡±, ha afirmado. Podr¨ªa ser una de las mayores injusticias judiciales de la historia.
Seg¨²n el jurado que la conden¨® en 2003, Folbigg asfixi¨® a sus cuatro peque?os a lo largo de una d¨¦cada desde 1989, pero ella siempre se declar¨® inocente. En la acusaci¨®n flotaba la llamada ley de Meadow, postulada por el pediatra brit¨¢nico Roy Meadow: una muerte s¨²bita es una tragedia, dos son sospechosas y tres son asesinato hasta que se demuestre lo contrario. Folbigg, que hoy tiene 55 a?os, hab¨ªa escrito adem¨¢s unas reflexiones en su diario que, fuera de contexto, resultaban malvadas. ¡°Me siento la peor madre del mundo. Estoy asustada de que ella [su hija Laura] me deje ahora. Como hizo Sarah. S¨¦ que yo a veces ten¨ªa mal genio y era cruel con ella y se fue. Con un poco de ayuda¡±, anot¨®. En el juicio explic¨® que se refer¨ªa a la ayuda de Dios o del destino.
La primera revisi¨®n de la condena, en 2019, no cambi¨® nada, pero el caso dio un vuelco en 2021, cuando un equipo encabezado por la cient¨ªfica Carola Garc¨ªa de Vinuesa demostr¨® que las dos ni?as ten¨ªan una mutaci¨®n letal en el gen CALM2, que con una alt¨ªsima probabilidad provoc¨® una arritmia cardiaca y la muerte s¨²bita de las peque?as mientras dorm¨ªan. La investigadora espa?ola, ahora en el Instituto Francis Crick de Londres, y sus colegas tambi¨¦n han mostrado que los dos ni?os ten¨ªan otras enfermedades con componentes gen¨¦ticos. Patrick muy probablemente padec¨ªa una encefalopat¨ªa epil¨¦ptica y Caleb sufr¨ªa problemas respiratorios.
El juez, Tom Bathurst, todav¨ªa tiene que publicar sus propias conclusiones, pero lo habitual es que est¨¦n en sinton¨ªa con las de su abogada principal. Podr¨ªa haber una recomendaci¨®n de indulto inminente, pero la decisi¨®n de liberar a Folbigg depender¨¢ finalmente de un cargo pol¨ªtico, el laborista Michael Daley, fiscal general de Nueva Gales del Sur.
Garc¨ªa de Vinuesa prefiere no hacer declaraciones hasta que hable el juez, pero hace un a?o critic¨® la falta de pruebas y el uso despiadado de la ley de Meadow. ¡°En 2003, cuando encarcelaron a Kathleen Folbigg, ya se hab¨ªa desmentido la teor¨ªa. Se hab¨ªa demostrado que no hab¨ªa ninguna base estad¨ªstica. Meadow dijo que la probabilidad [de que fueran muertes naturales] era una entre 73 millones y no era verdad. Si tienes una mutaci¨®n dominante, es una entre dos posibilidades en cada ni?o. Con cuatro ni?os ser¨ªa una entre 16 probabilidades. Decir que es una entre 73 millones es no entender la gen¨¦tica¡±, argument¨® en una entrevista con EL PA?S, con motivo de su ingreso en la Royal Society del Reino Unido, un club inaugurado en 1665 al que pertenecieron genios como Isaac Newton, Albert Einstein y Rita Levi-Montalcini.
¡°Es terrible. A Kathleen nunca la debieron meter en la c¨¢rcel. Utilizaron frases sacadas de contexto de sus diarios y ahora las han revisado psic¨®logos y psiquiatras expertos y han dicho que no hab¨ªa nada inculpatorio, sino que reflejaban que era una muy buena madre. Ha sido tr¨¢gico, terror¨ªfico¡±, a?adi¨® la cient¨ªfica espa?ola. Garc¨ªa de Vinuesa es inmun¨®loga y genetista. Hace un a?o, su equipo descubri¨® en la ni?a espa?ola Gabriela Piqueras una mutaci¨®n gen¨¦tica que ilumina las causas del enigm¨¢tico lupus, una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.
M¨¢s de un centenar de prestigiosos cient¨ªficos ¡ªincluidos tres ganadores australianos del Nobel: la bioqu¨ªmica Elizabeth Blackburn, el inmun¨®logo Peter Doherty y el astrof¨ªsico Brian Schmidt¡ª pidieron por escrito en 2021 la liberaci¨®n de Folbigg. Uno de ellos es Peter Schwartz, director del Centro de Arritmias Cardiacas de Origen Gen¨¦tico, en Mil¨¢n (Italia). ¡°Yo no puedo asegurar que la madre sea inocente¡±, explic¨® Schwartz hace un a?o a este peri¨®dico. ¡°Pero si un ni?o con una mutaci¨®n gen¨¦tica como esta muere, lo l¨®gico es pensar en causas naturales. Es como si tienes un muerto con un disparo en la cabeza. Puede que haya fallecido de un ataque al coraz¨®n y que despu¨¦s alguien le haya disparado. Pero lo normal es pensar que ha muerto en un tiroteo¡±, argument¨®. La Academia Australiana de Ciencia ha emitido este mi¨¦rcoles un comunicado titulado La ciencia ha sido escuchada.
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