Bill Nelson, jefe de la NASA: ¡°Queremos proteger el agua de la Luna para impedir que China se apodere de ella¡±
El administrador de la agencia espacial de EE UU rubrica los acuerdos ¡®Artemis¡¯ en Madrid con la ministra de Ciencia, Diana Morant, en presencia de Pedro S¨¢nchez
Bill Nelson (Miami, 80 a?os), exsenador dem¨®crata, es astronauta y administrador de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA). El estadounidense est¨¢ de visita en Madrid porque Espa?a acaba de convertirse en el 25? signatario de los acuerdos Artemis, el marco pol¨ªtico de cooperaci¨®n que sentar¨¢ las bases de la exploraci¨®n espacial pac¨ªfica de la Luna y otros cuerpos espaciales en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Despu¨¦s de reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en La Moncloa, y de firmar all¨ª el documento junto a la ministra de Ciencia, Diana Morant, Nelson ofreci¨® una entrevista conjunta a EL PA?S y El Mundo en la Embajada de Estados Unidos.
Pregunta. ?En qu¨¦ consisten los acuerdos Artemis y c¨®mo van a beneficiar a Espa?a?
Respuesta. Son principios de sentido com¨²n, como la operaci¨®n pac¨ªfica en el espacio, de ayudarnos los unos a los otros en tiempos de peligro y tener un sistema unificado, de forma que si alguien tiene que socorrer a otros astronautas, las naves tengan sistemas de atraque compatibles. Tambi¨¦n se descarta que alguien pueda llegar a la Luna y reclamar territorio e impedir a los dem¨¢s entrar. Y aqu¨ª estoy pensando en China y lo que hizo en las islas Spratly, en el mar de China. Este territorio estaba en aguas internacionales, y China lleg¨® y las reclam¨® para s¨ª; empezaron a construir pistas de aterrizaje. Queremos impedir este tipo de cosas y por eso ya 25 pa¨ªses han firmado y, probablemente, haya muchos m¨¢s pronto.
P. Ha mencionado expresamente a China. El pa¨ªs progresa muy r¨¢pido en el espacio y aspira a ser la mayor potencia espacial del mundo en 2045. ?Qui¨¦n cree que ganar¨¢ esta nueva carrera espacial?
R. China tambi¨¦n acaba anunciar que va a enviar astronautas a la Luna en 2030. Estamos viviendo una carrera espacial. Si tenemos suerte, seremos nosotros los primeros que aterricemos en la Luna, en 2025 o 2026. En esa tripulaci¨®n estar¨¢ la primera mujer que pise la Luna y el pr¨®ximo hombre. En misiones posteriores ser¨¢n los cuatro tripulantes los que pisar¨¢n la superficie y se quedar¨¢n all¨ª hasta 300 d¨ªas. Pero hay muchas cosas que se pueden torcer y puede que China est¨¦ planeando en realidad llegar antes.
P. ?Es posible que se les adelanten?
R. Yo creo que Estados Unidos llegar¨¢ antes. Lo que me preocupa m¨¢s es que tanto ellos como nosotros vamos a aterrizar en el polo sur, donde pensamos que hay agua. De hecho, vamos a enviar este mismo a?o una misi¨®n rob¨®tica a esta zona y, el pr¨®ximo a?o, otra que taladrar¨¢ el suelo en busca de agua. Creemos que la hay porque vemos que hay hielo en las grietas de rocas que est¨¢n en sombra perpetua. El agua es importante porque est¨¢ compuesta de ox¨ªgeno e hidr¨®geno con los que fabricar combustible para cohetes y aire para respirar. Queremos preservar esas posibles reservas para la comunidad internacional, e impedir que China llegue y diga que el agua es suya, como han hecho con las islas Spratly.
P. ?Estos acuerdos limitar¨¢n tambi¨¦n la explotaci¨®n de los recursos por parte de empresas?
R. No sabemos qu¨¦ recursos hay. Pero creo que lo importante es tambi¨¦n si hay recursos m¨¢s all¨¢, en un asteroide, por ejemplo. ?Y si hay uno de estos cuerpos repleto de titanio o metales preciosos? En la Luna el asunto es otro. Ya fuimos all¨ª hace 50 a?os. Ahora se trata de ir para aprender a vivir, trabajar, inventar y fabricar, de forma que podamos enviar humanos a Marte alg¨²n d¨ªa. Se tardan solo tres o cuatro d¨ªas en ir a nuestro sat¨¦lite, pero ir a Marte requiere siete, ocho meses y una vez llegas hay que quedarse en la superficie uno o dos a?os antes de que el planeta vuelva a alinearse con la Tierra y puedan regresar. Por eso hay que desarrollar h¨¢bitats. Tambi¨¦n hay que poder llegar m¨¢s r¨¢pido. Estamos investigando nuevos sistemas de propulsi¨®n para esto. As¨ª podr¨ªamos hacer el viaje en tres meses, estar en la superficie una semana y regresar. Pensamos que lo m¨¢s pronto que podemos llegar a Marte es 2040. Parece mucho, pero son solo 17 a?os.
P. Hace unas semanas, el cohete Starship que debe llevar astronautas a la Luna explot¨® por un fallo ?Cree que este fallo retrasar¨¢ los planes para aterrizar en el sat¨¦lite en 2025 o 2026?
R. Espero que SpaceX tenga la nave lista. Es cierto, tuvieron una explosi¨®n, pero es que ese es su modus operandi. Tienen muchos cohetes. Este ¨²ltimo que lanzaron se elev¨® durante varios minutos. Hubo ocho motores que no se encendieron y luego explot¨®. Ya han aprendido por qu¨¦ y lo han arreglado para el pr¨®ximo lanzamiento y as¨ª ir¨¢n progresando. Esta no es la forma en la que trabaja la NASA. Nosotros intentamos ser perfectos, aunque no siempre lo conseguimos, como atestiguan terribles accidentes como el Apolo 1 o el transbordador Challenger, que explot¨® matando a siete tripulantes, justo ocho d¨ªas despu¨¦s de que yo mismo regresase a la Tierra desde el espacio en 1986. Tambi¨¦n perdimos otra tripulaci¨®n de siete personas en el desastre del Columbia en 2003. Fueron errores humanos que nunca debieron suceder. SpaceX, en cambio, lanzan un cohete tras otro hasta que funciona. Es lo que hicieron con el cohete reutilizable Falco 9, que ha sido un enorme ¨¦xito.
P. La tripulaci¨®n de Artemis 2 ya est¨¢ fijada: tres estadounidenses y un canadiense. ?Hay alguna posibilidad de que haya un europeo en Artemis 3?
R. No puedo decirte si habr¨¢ un europeo en la tripulaci¨®n de cuatro personas, pero solo dos pisar¨¢n la Luna: una mujer y un hombre. En futuras misiones pisar¨¢n la Luna los cuatro tripulantes.
P. ?Hay alg¨²n campo espec¨ªfico en el que Espa?a pueda hacer contribuciones importantes en el regreso a la Luna?
R. Ya tenemos una contribuci¨®n crucial, la red de espacio profundo y una de sus antenas, que est¨¢ en Madrid. No habr¨ªamos llegado a la Luna sin ella. Ahora el problema es que hay tantas misiones que la red est¨¢ saturada. Tanto que durante la Artemis 1 tuvimos que desechar much¨ªsimos datos valiosos que estaba enviando el telescopio espacial James Webb. Ahora estamos desarrollando una forma de comunicaci¨®n m¨¢s r¨¢pida basada no en radio, sino en luz l¨¢ser.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la colaboraci¨®n de Rusia en la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS)?
R. Mi pron¨®stico es que se quedar¨¢ hasta que desorbitemos la estaci¨®n. Creo que Rusia est¨¢ comprometida porque al fin y al cabo construimos la estaci¨®n juntos. La ISS es tan grande como un campo de f¨²tbol. Es seguro que alguna parte sobrevivir¨¢ a la reentrada en la atm¨®sfera, as¨ª que queremos mandarla a un cementerio situado al sur del Oc¨¦ano Pac¨ªfico. Tenemos que ser muy precisos para que no cause da?os ni suponga un peligro para la gente. Aunque por ahora los rusos han dicho que se quedar¨¢n hasta 2028, creo que seguir¨¢n hasta 2030, que es la fecha en la que enterraremos la estaci¨®n. Hace apenas un a?o el jefe de la agencia espacial rusa dijo que se retiraban de forma inmediata. Fue despedido. El nuevo jefe es muy profesional.
P. Antes ha mencionado el telescopio James Webb, que es el gran proyecto astron¨®mico actual de la NASA ?Cu¨¢l ser¨¢ el siguiente?
R. Ya estamos planeando uno nuevo. Pero el Webb es tan bueno que posiblemente dure 20 a?os m¨¢s. As¨ª que vamos a poder ir hasta ¨¦l, rellenar su combustible y podr¨¢ seguir en uso mucho m¨¢s tiempo. Luego habr¨¢ otros telescopios que nos ayudar¨¢n a buscar espec¨ªficamente exoplanetas con vida. EN 2028 tambi¨¦n lanzaremos NEO Surveyor. Su objetivo es descubrir un asteroide que podr¨ªa impactar con la Tierra causando graves da?os, pero que es demasiado peque?o para que lo veamos con otros telescopios. Si recuerdas, la reciente misi¨®n DART desvi¨® un asteroide con ¨¦xito. As¨ª que si tenemos ¨¦xito, podremos ver venir un asteroide asesino y desviarlo lo justo para que no nos d¨¦.
P. ?C¨®mo afronta la NASA la amenaza del cambio clim¨¢tico?
R. La NASA tambi¨¦n es una agencia clim¨¢tica y tenemos muchos sat¨¦lites estudiando este aspecto. Pronto lanzaremos cuatro nuevos sat¨¦lites que nos dar¨¢n una visi¨®n tridimensional de lo que est¨¢ sucediendo en el clima en la tierra, los mares, los hielos y la atm¨®sfera. Y no puedo decir esta palabra sin recordar lo que vi desde la ventana de la nave cuando fui al espacio. Mir¨¦ al borde del planeta y vi esa fin¨ªsima capa y te das cuenta de que es solo eso lo que sustenta a todos los seres vivos del planeta. Es muy delgada y nos la estamos cargando.
Exploraci¨®n pac¨ªfica y sin basura espacial
Los acuerdos Artemis sientan los pilares de la cooperación en la futura exploración de la Luna, en especial el proyecto Artemis liderado por Estados Unidos, en colaboración con las agencias espaciales de Europa, Canadá y Japón, para llevar a la superficie de la Luna a la primera mujer y al primer hombre no blanco, ambos estadounidenses, en 2025; y construir una estación espacial en órbita de la Luna. El acuerdo recoge principios fundamentales, como la transparencia o la ayuda mutua en caso de que los astronautas necesiten rescate.
Los ocho firmantes originales del tratado fueron Estados Unidos, Italia, Canadá, Japón, Luxemburgo, Reino Unido, Australia y Emiratos Árabes, en octubre de 2020. Desde entonces se han sumado otros 17 países de África, América y Asia y Europa, incluida España.
Los acuerdos de Artemis se enmarcan en el tratado de Naciones Unidas sobre el espacio que declara, entre otras cosas, que ningún país puede reclamar la nacionalidad de ningún territorio de la Luna ni ningún otro cuerpo celeste. El documento firmado hoy también contempla compartir la información científica recabada por cada país, aunque deja fuera de este marco a las empresas privadas, a no ser que estas operen de parte de alguno de los países formantes. El texto contempla la extracción de recursos naturales en la Luna y otros cuerpos y los firmantes se comprometen a informar a Naciones Unidas de sus planes.
El marco de Artemis también compromete a los firmantes a limitar la basura espacial y hacerse cargo de la retirada de satélites y otras naves al final de su vida útil.
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