Un estudio de ADN antiguo cuestiona la pureza gen¨¦tica de los eslavos de los Balcanes
Los resultados de an¨¢lisis gen¨¦ticos del pasado han sido utilizados con frecuencia para defender posturas nacionalistas
Muchos de los mitos en los que se fundan las naciones europeas modernas surgen en la conocida ¨¦poca de las grandes migraciones, poco despu¨¦s de la ca¨ªda de Roma y hasta el a?o mil. En esa ¨¦poca, hacia el 722 d.C., se sit¨²a la batalla de Covadonga, con la que los visigodos, supuestamente, comenzaron la reconquista de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, los franceses celebran la victoria en la batalla de Poitiers frente a los musulmanes alrededor de la misma fecha y los h¨²ngaros rememoran su llegada a la zona que hoy ocupa su pa¨ªs, desde Asia, un siglo despu¨¦s. Muchas de las historias que se cuentan de aquella ¨¦poca, en la que no abundan los documentos, llegaron al presente en relatos escritos mucho despu¨¦s, o se reconstruyeron a partir de yacimientos arqueol¨®gicos. El estudio de la gen¨¦tica antigua, que permite indagar en el linaje de aquellos pueblos, se ha convertido en una herramienta para reconstruir mejor la historia y, en algunos casos, cuestionar mitos. Esta semana, un art¨ªculo que se publica en la revista Cell, muestra lo que dice el ADN sobre la poblaci¨®n actual y pasada de Balcanes, una regi¨®n donde la identidad ¨¦tnica ha azuzado conflictos intensos.
Los investigadores extrajeron ADN de 136 individuos sacados de 20 yacimientos, que incluyeron grandes ciudades romanas, campamentos militares y algunas localidades rurales, y dividieron el estudio en tres fases, el periodo de expansi¨®n imperial (1-250 d.C.), el imperio tard¨ªo (250-550 d.C.) y los siglos tras el colapso de Roma (550-1000). En la primera etapa, los historiadores, que junto con arque¨®logos locales colaboraron en el estudio, se mostraron sorprendidos por la ausencia de ascendencia italiana. En su lugar, aquel imperio, en el que se produjo una primera globalizaci¨®n, estaba poblado por personas procedentes de la regi¨®n que ahora es Turqu¨ªa, el centro y el norte de Europa o la estepa que se extiende al norte del Mar Negro. Esto se puede deber a que, aunque la capital estaba en occidente, la parte oriental del imperio estaba mucho m¨¢s poblada.
Una de las ciudades estudiadas fue Viminacium, junto al Danubio, en la actual Serbia. Con m¨¢s de 40.000 habitantes en sus d¨ªas de esplendor, tambi¨¦n era un gran campamento militar. En esta regi¨®n de frontera nacieron 18 emperadores romanos, en una ¨¦poca en la que se eleg¨ªan para el puesto los mejores guerreros, y all¨ª naci¨® Constantino I, el emperador que acab¨® con la persecuci¨®n de los cristianos en el siglo IV. De esa primera etapa es el cuerpo de un joven analizado en este estudio, de unos 16 a?os, procedente del este de ?frica, en la actual Etiop¨ªa o Sud¨¢n, muy lejos de los l¨ªmites del imperio. ¡°A partir de los siglos III y IV, en Viminacium, encontramos una mezcla de germ¨¢nicos y gente de las estepas, algunos con cr¨¢neos deformados, porque los hunos hac¨ªan eso con los ni?os para diferenciar a las ¨¦lites¡±, cuenta Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biolog¨ªa Evolutiva de Barcelona (CSIC-Universitat Pompeu Fabra) y coautor del estudio publicado hoy.
Las invasiones de los eslavos, hacia el siglo VI, destruyeron Viminacium, que nunca se volvi¨® a reconstruir, y hoy se ha convertido en un gigantesco yacimiento arqueol¨®gico en el que ya se han excavado m¨¢s de 10.000 tumbas. Seg¨²n explica Lalueza-Fox, en el periodo posterior a la llegada de los eslavos es donde el ADN ofrece una informaci¨®n m¨¢s delicada, sobre todo por las posibles implicaciones pol¨ªticas. Aunque la gen¨¦tica confirma el peso de la llegada eslava, la mezcla con las poblaciones mediterr¨¢neas se queda, aproximadamente, en el 50%, un resultado insatisfactorio para algunos. ¡°Cuando fui a explicar los resultados preliminares a la Academia Nacional de Ciencias de Serbia, hubo acad¨¦micos que no estaban de acuerdo con los resultados, porque ellos ten¨ªan la idea de que son solo eslavos, y con estos resultados podr¨ªas reivindicar de la misma forma una identidad mediterr¨¢nea¡±, recuerda el investigador. Esta ancestralidad muestra los efectos de la invasi¨®n de aquellos b¨¢rbaros que entraron por el Danubio desde el norte y fueron poblando los Balcanes hacia el sur, llegando a lo que hoy es Grecia, incluidas las islas del Egeo.
La identidad ¨¦tnica suele tener consecuencias pol¨ªticas. Los serbios son los eslavos del sur y all¨ª hay una afinidad con Rusia, incluida su pol¨ªtica en Ucrania, muy superior a la del resto de Europa. ¡°Hay una interpretaci¨®n oficial de la arqueolog¨ªa paneslava, de una ¨¦poca en la que se iban a formar a Rusia, que quiere creer que son 100% eslavos¡±, contin¨²a Lalueza-Fox. Estudios como el que presenta hoy Cell ya se han utilizado con intereses pol¨ªticos.
En 2019, el primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu, reaccion¨® a la publicaci¨®n en Science Advances de los resultados del an¨¢lisis de ADN de hace 3.200 a?os en un yacimiento filisteo en Ascal¨®n, en el actual Israel. En una serie de tuits, que muestran el inter¨¦s de estos estudios para los pol¨ªticos nacionalistas, afirm¨® que, ¡°como sabemos por la Biblia¡±, el ADN confirmaba el origen de los filisteos en el sur de Europa, y descartaba la relaci¨®n entre este pueblo y los palestinos. ¡°La conexi¨®n de los palestinos con la tierra de Israel no es nada comparada con la conexi¨®n de 4.000 a?os que los jud¨ªos tienen con la tierra¡±, conclu¨ªa.
Otro caso similar es el que cuenta Howard Wolinski en un art¨ªculo publicado en la revista Embo Reports. En 2019, Mikl¨®s K¨¢sler, director del Instituto Nacional de Oncolog¨ªa de Hungr¨ªa, public¨® el an¨¢lisis gen¨¦tico de los restos del rey Bela III, del siglo XII, y observ¨® que el ADN mitocondrial del monarca pertenec¨ªa a un grupo con una amplia distribuci¨®n por Europa y Asia. K¨¢sler, sin embargo, interpret¨® sus propios hallazgos de una forma m¨¢s espectacular en declaraciones al peri¨®dico nacionalista Magyar Id?k, asegurando que sus resultados mostraban que la casa de ?rpad, fundadora del Reino de Hungr¨ªa, era de procedencia eurasi¨¢tica. Esta interpretaci¨®n sustenta el relato del presidente Viktor Orban, que coloca el origen de su naci¨®n entre los guerreros de los hunos de Atila. K¨¢sler fue nombrado despu¨¦s ministro por Orban y cre¨® el Instituto para Estudios H¨²ngaros, algo que ha generado preocupaci¨®n porque se haga un uso de la ciencia con intenciones pol¨ªticas.
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