El ADN desvela el ¨¢rbol geneal¨®gico m¨¢s antiguo de una familia, hace 6.700 a?os
El estudio gen¨¦tico de casi 100 cad¨¢veres en una necr¨®polis de Francia reconstruye siete generaciones de un clan del Neol¨ªtico en el que los hombres se quedaban toda la vida en su lugar de origen mientras las mujeres se iban a otros grupos
Entre 2004 y 2007, un grupo de arque¨®logos excav¨® en Francia un cementerio de hace 6.700 a?os donde aparecieron m¨¢s de 100 cad¨¢veres de todas las edades. Las tumbas eran individuales y se hab¨ªan excavado con cuidado para que ninguna quedase encima de otra. Apenas hab¨ªa objetos de valor junto a los muertos, algo raro, pues en aquella ¨¦poca estaba triunfando el Neol¨ªtico, la revoluci¨®n que trajo a Europa el sedentarismo, la agricultura y la desigualdad. Por primera vez en la historia se pudo acumular grandes cantidades de alimento, y las primeras riquezas. Por razones desconocidas, grupos cada vez m¨¢s grandes comenzaron a reunirse para levantar espectaculares monumentos megal¨ªticos y tumbas donde se enterraba a las ¨¦lites junto a objetos valiosos o sagrados, como armas y animales. En cambio, el cementerio franc¨¦s parec¨ªa el de la gente corriente del momento.
Ahora, un grupo de cient¨ªficos francoalemanes ha conseguido extraer ADN de 94 cad¨¢veres del cementerio franc¨¦s para obtener su genoma completo. Las secuencias gen¨¦ticas han dibujado los lazos de parentesco entre los fallecidos hasta componer un ¨¢rbol de familia que se remonta siete generaciones; el mayor y m¨¢s antiguo que se conoce de nuestra especie. Los resultados se publican hoy en Nature, referente de la mejor ciencia mundial.
Los investigadores han encontrado que en este cementerio de Gurgy Les Noisats, al sur de Par¨ªs, hay dos grandes clanes familiares, encabezados por dos hombres. El m¨¢s grande comprende a 64 familiares y abarca siete generaciones, todos enterrados en el mismo lugar. El segundo grupo lo forman 12 familiares de cinco generaciones. Apenas se ha descubierto un cruce entre los dos grupos: una de las madres del clan peque?o era pariente de un hombre del grande. El ADN de este colectivo que vivi¨® hace casi siete milenios abre una ventana ¨²nica para entender la familia, la sociedad y la cultura de una ¨¦poca tan importante como desconocida, pues a¨²n no hab¨ªa escritura.
El trabajo muestra un fen¨®meno clar¨ªsimo: los hombres de la familia se quedaban en su lugar de nacimiento para toda la vida, mientras las mujeres dejaban el seno familiar para ir a vivir con otros grupos. Los is¨®topos de estroncio acumulados en los dientes indican de d¨®nde proviene el agua que bebi¨® una persona durante su ni?ez, y los de las mujeres enterradas en Gurgy son de muchos lugares distintos. En cambio, apenas hay mujeres que fueran parte de los dos clanes originales del lugar. Estos hallazgos refuerzan una tendencia observada en otros yacimientos neol¨ªticos posteriores: los hombres se quedaban y las mujeres se marchaban a vivir y formar familias en otros grupos, una pr¨¢ctica com¨²n en humanos y otros primates conocida como patrilocalidad y que evita los problemas asociados a la endogamia.
La paleogenetista Ma?te Rivollat, primera autora del estudio, destaca otro hallazgo sorprendente: ¡°Hemos encontrado parejas que tuvieron muchos hijos. En un caso vemos hasta seis hermanos que vivieron hasta la edad adulta, y a su vez tuvieron varios hijos, lo que supone una familia muy extensa. Probablemente, tuvieron tambi¨¦n hermanas cuyos restos no est¨¢n aqu¨ª, pues se fueron a vivir a otros grupos¡±. Para su equipo, esto indica una gran fertilidad de las mujeres e implica que hab¨ªa abundancia de alimentos y probablemente estabilidad social. De hecho, no hay ni un signo de violencia en ninguno de los m¨¢s de 100 cad¨¢veres del cementerio.
Apenas se han encontrado medio hermanos en ninguno de los dos clanes familiares. Tampoco se observa que los viudos y las viudas se emparejasen con sus cu?ados. Esto implica que las parejas eran mon¨®gamas y que ya hab¨ªa una idea clara de evitar tener hijos con parientes cercanos.
La necr¨®polis de Gurgy plantea varias inc¨®gnitas sin respuesta. La primera persona enterrada aqu¨ª fue precisamente una mujer. Junto a ella est¨¢n los huesos desordenados de un hombre mayor que es precisamente el patriarca del primer clan, el m¨¢s grande y antiguo de los dos. Sus restos fueron enterrados en otro lugar, tra¨ªdos hasta aqu¨ª, y sepultados de nuevo junto a esa mujer, de la que no se sabe nada, pues no se ha conseguido extraer ADN.
Los investigadores calculan que la poblaci¨®n total de Gurgy era de unos 1.800 habitantes, aunque no han encontrado ni rastro de sus casas ni ning¨²n otro edificio. Esto refuerza la idea de que eran gente m¨¢s o menos corriente. ¡°No sabemos si estaban relacionados con los otros grupos asociados a las construcciones megal¨ªticas cercanas, pero pensamos que s¨ª¡±, explica Rivollat.
Hab¨ªa abundancia de alimentos y probablemente estabilidad social; no hay ni un signo de violencia en ninguno de los m¨¢s de 100 cad¨¢veres del cementerio
El cementerio de Gurgy se us¨® durante cuatro generaciones, algo m¨¢s de un siglo. Despu¨¦s toda la comunidad se march¨® para no volver, no se sabe por qu¨¦.
Vanessa Villalba-Mouco, bi¨®loga molecular experta en ADN antiguo, destaca la importancia del trabajo, pues permite conectar la ¨²ltima fase de la edad de piedra, el Neol¨ªtico, con momentos posteriores en los que ya se han descubierto los metales y las armas fabricadas con ellos. ¡°El trabajo corrobora que la patrilocalidad y la exogamia femenina no son exclusivas de la edad del bronce [la primera edad del metal, que comenz¨® hace unos 3.300 a?os]¡±. ¡°Sin embargo, pese a que los estudios prehist¨®ricos hasta la fecha muestran la patrilocalidad y la exogamia femenina como norma general, todos ellos presentan particularidades en la organizaci¨®n social. Por ejemplo, en este nuevo estudio destaca la ausencia de medio hermanos o la poligamia o monogamia seriada entre parejas sexuales, aspecto que s¨ª se ha visto en otros estudios con muestras posteriores, incluido el que hicimos de las relaciones de parentesco en la cultura de El Argar de la edad del bronce en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. No sabemos si lo que para algunas sociedades era tab¨², para otras era una pr¨¢ctica cotidiana¡±, detalla la investigadora.
Roberto Risch, prehistoriador de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, cree que es ¡°espectacular¡± que haya casos de hasta seis hermanos que sobreviven hasta la edad adulta y a su vez tienen muchos hijos. ¡°Nunca nos lo hubi¨¦semos imaginado; y esto implica unas condiciones de salubridad excelentes¡±, resalta. ¡°Tambi¨¦n sorprende lo r¨ªgida que es la exogamia [que las mujeres sean las que abandonan el hogar familiar]. Hab¨ªa una idea muy clara de con qui¨¦n se va a tener descendencia e implica que estas sociedades estaban muy asentadas y evitaban el incesto. Que la mujer se mueva entre grupos es muy interesante. Esto implica que son ellas las que hacen de nexo entre grupos y probablemente tambi¨¦n de canal de comunicaci¨®n¡±, destaca.
Para Risch, la necesidad de comunicaci¨®n, de reunirse e incluso de disfrutar fue lo que impuls¨® a las sociedades posteriores a juntarse para crear construcciones cada vez mayores, como Stonehenge en Reino Unido o el megasitio de Valencina de la Concepci¨®n, en Sevilla, con una extensi¨®n de 400 hect¨¢reas. ¡°All¨ª probablemente se juntaban miles de personas para comunicarse, discutir y festejar, pues ya se conoc¨ªan las bebidas alcoh¨®licas y tambi¨¦n las drogas, como demuestra el hallazgo de sustancias alucin¨®genas en el mech¨®n de pelo de Es C¨¤rritx, en Menorca, hace 3.000 a?os¡±, destaca el prehistoriador.
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