?Eran inteligentes los neandertales? Nuevos hallazgos revelan detalles sobre su comportamiento
Nos han fascinado desde que identificamos sus restos por primera vez. Hoy en d¨ªa, gracias a nuevos artefactos y tecnolog¨ªas, los descubrimientos sobre nuestros parientes m¨¢s cercanos son cada vez m¨¢s numerosos
Los neandertales son el pariente m¨¢s cercano conocido del Homo sapiens, y hoy sabemos que nos codeamos con ellos durante miles de a?os, hasta el final de su largo reinado, hace unos 40.000 a?os. La mayor¨ªa de los investigadores no ven motivos para creer que nuestras dos especies no se llevaran bien por aquel entonces, pero no hemos sido muy amables con los neandertales desde que se desenterraron sus restos en el siglo XIX, y a menudo los hemos calificado de torpes e imb¨¦ciles o cosas peores. Incluso hoy en d¨ªa su nombre se usa a veces para referirse a miembros de nuestra especie que se portan mal, aunque no hay pruebas de que practicaran ning¨²n tipo de gamberrismo prehist¨®rico.
Bueno, quiz¨¢ con una excepci¨®n: lo que hicieron en la cueva de Bruniquel, en el suroeste de Francia, estar¨ªa mal visto hoy en d¨ªa. All¨ª se encontraron cientos de estalagmitas rotas intencionalmente, dispuestas en dos grandes estructuras elipsoidales junto a varias pilas m¨¢s peque?as. En aquella ¨¦poca ¡ªcomo confirmaron los investigadores en 2016¡ª solo los neandertales vagaban por Europa. Nadie sabe para qu¨¦ serv¨ªan estas estructuras, pero sugieren una tendencia a la creatividad y quiz¨¢ incluso al simbolismo.
Hasta ahora no se ha descubierto ninguna otra estructura de este tipo. Pero ha habido muchos otros indicios de que las mentes neandertales se ocupaban de cosas que muchos investigadores no esperaban, afirma la arque¨®loga April Nowell, de la Universidad de Victoria, Canad¨¢. Autora de un libro publicado en 2021, Growing Up in the Ice Age (Creciendo en la Edad de Hielo), Nowell expuso los nuevos descubrimientos en un art¨ªculo publicado en 2023, Repensando a los neandertales, en el Annual Review of Anthropology.
¡°En los ¨²ltimos 10 a?os, las cosas han cambiado radicalmente¡±, afirma. ¡°Nunca pens¨¦ que tendr¨ªamos la amplia gama de informaci¨®n sobre sus vidas que tenemos ahora¡±. Adem¨¢s de muchos nuevos descubrimientos f¨®siles, los nuevos m¨¦todos de an¨¢lisis de mol¨¦culas biol¨®gicas antiguas han permitido a los investigadores examinar prote¨ªnas y ADN antiguo que ni siquiera sab¨ªan que a¨²n persist¨ªan.
Lo m¨¢s sorprendente es que los investigadores han descifrado el genoma completo de varios individuos neandertales, lo que ofrece nuevas perspectivas sobre su biolog¨ªa y la nuestra: ya no hay duda de que los seres humanos y los neandertales se cruzaron. ¡°Los neandertales son en parte nuestros antepasados, aunque no hayamos evolucionado a partir de ellos¡±, afirma el paleoantrop¨®logo Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.
Adem¨¢s, los numerosos artefactos reci¨¦n desenterrados o analizados, algunos de los cuales se atribuyen ahora con seguridad a los neandertales gracias a la mejora de los m¨¦todos de dataci¨®n de los hallazgos arqueol¨®gicos, constituyen toda una colecci¨®n. ¡°Si me hubieran preguntado hace 20 a?os, habr¨ªa dicho que hab¨ªa una gran diferencia en el comportamiento, y que los neandertales carec¨ªan de muchos de los comportamientos complejos que encontramos en el Homo sapiens¡±, afirma Stringer. ¡°Ahora esa brecha se ha reducido considerablemente¡±.
Esto es lo que hemos averiguado a partir de lo que dejaron nuestros parientes cercanos cuando vagaban por la Tierra, a lo largo de la mayor parte de Eurasia, entre hace 400.000 y 40.000 a?os.
Arte y artesan¨ªa
Algunos de los artefactos neandertales descubiertos eran de naturaleza muy pr¨¢ctica. Trozos de fibra de madera retorcida unidos a una lasca de piedra modificada hallada en Francia en 2017 sugieren que al menos algunos neandertales sab¨ªan fabricar cuerdas, por ejemplo, lo que podr¨ªa haber abierto la puerta a la fabricaci¨®n de otros objetos como ropa, bolsas, redes y tapetes. Tambi¨¦n hay pruebas de que los neandertales calentaban corteza de abedul para fabricar adhesivos ¡ªuna haza?a nada desde?able¡ª. ¡°Unos cuantos investigadores han intentado recientemente hacer lo mismo en circunstancias similares¡±, explica Nowell, ¡°y es mucho m¨¢s dif¨ªcil de lo que la mayor¨ªa de la gente pensaba¡±.
M¨¢s all¨¢ de las tareas cotidianas, a los neandertales les gustaba adornarse. Ahora sabemos que ya utilizaban pigmentos de colores como el ocre rojo entre hace 200.000 y 250.000 a?os, quiz¨¢ no solo en objetos, sino tambi¨¦n en sus propios cuerpos, y es posible que a veces importaran la sustancia desde decenas de kil¨®metros de distancia. Las excavaciones tambi¨¦n han revelado conchas perforadas y a veces pintadas que probablemente se ensartaban y llevaban puestas. Un neandertal creativo de Croacia hizo un collar u otro adorno con garras de ¨¢guila de cola blanca, y en otros lugares, las marcas de herramientas encontradas en huesos de aves sugieren que las plumas tambi¨¦n eran populares.
?Y el famoso arte rupestre hallado en muchos yacimientos de Europa y otros lugares? Hasta hace poco, se pensaba que ninguno de ellos era neandertal. Pero en 2018, un estudio publicado en Science demostr¨® que las l¨ªneas y puntos pintados en las paredes de varias cuevas de Espa?a debieron ser obra de neandertales, ya que se dataron en un periodo en el que a¨²n no hab¨ªa Homo sapiens. Tambi¨¦n hay pruebas de grabados: ¡°hashtags¡± tallados en la pared de una cueva de Gibraltar, as¨ª como en una peque?a piedra, una lasca de s¨ªlex y en el hueso del dedo gordo de un ciervo.
A¨²n no hay indicios de que los neandertales crearan representaciones reconocibles de, por ejemplo, animales o personas, afirma Nowell. Eso puede haber sido una innovaci¨®n del Homo sapiens. ¡°Hay muchos de estos peque?os ejemplos aislados de cosas interesantes que hac¨ªan los neandertales, este tipo de impulsos de comportamiento simb¨®lico. Pero no parecen durar mucho tiempo ni conducir a algo m¨¢s, como s¨ª ocurre en las poblaciones de Homo sapiens¡±, explica.
Crecer como humanos
Una explicaci¨®n de las diferencias en la expresi¨®n art¨ªstica podr¨ªa ser que los neandertales simplemente pensaban de forma diferente. Quiz¨¢ un miembro de nuestra especie que preguntara con entusiasmo a un neandertal por qu¨¦ dibujaba o tallaba lo que hac¨ªa no habr¨ªa recibido m¨¢s que un encogimiento de hombros. Por supuesto, es muy dif¨ªcil reconstruir las diferencias que pudo haber en la estructura del cerebro o en la cognici¨®n, pero Nowell est¨¢ intrigada por una serie de estudios recientes en los que se manipularon c¨¦lulas cerebrales humanas para que contuvieran versiones neandertales de algunos genes clave del desarrollo cerebral.
Cuando se cultivaron en placas en el laboratorio, los grupos de c¨¦lulas modificadas para tener una de estas variantes del gen neandertal se convirtieron en diminutas estructuras cerebrales que ten¨ªan una forma m¨¢s parecida a la de las palomitas de ma¨ªz que a las c¨¦lulas cerebrales del Homo sapiens, mientras que las que ten¨ªan genes sapiens eran m¨¢s esf¨¦ricas. En otro estudio sobre un gen diferente del desarrollo cerebral, los minicerebros sapiens formaron m¨¢s neuronas en el mismo periodo de tiempo que los minicerebros que conten¨ªan la versi¨®n neandertal.
Estos hallazgos sugieren sin duda que las diferencias gen¨¦ticas entre nuestras especies afectan a la estructura de nuestros cerebros. Aun as¨ª, es dif¨ªcil saber qu¨¦ significan esas diferencias, afirma Stringer, o incluso si esas variantes gen¨¦ticas son realmente neandertales. El estudio de una muestra de Homo sapiens m¨¢s diversa gen¨¦ticamente en la actualidad podr¨ªa revelar m¨¢s variaciones en nuestra propia especie y, posiblemente, un mayor solapamiento con los neandertales, afirma.
¡°Creo que hab¨ªa diferencias cognitivas entre los neandertales y los Homo sapiens¡±, afirma Nowell. Pero, a?ade, las diferencias demogr¨¢ficas tambi¨¦n pueden haber creado m¨¢s obst¨¢culos para el florecimiento de la cultura neandertal. Los neandertales eran muy escasos: su poblaci¨®n mundial no super¨® los 100.000 individuos en ning¨²n momento. Tal vez las ideas no se difundieron porque los neandertales estaban demasiado aislados, se?ala Nowell, y luego desaparecieron cuando los grupos locales se extinguieron. Los Homo sapiens alcanzaron densidades mucho mayores y habr¨ªan tenido redes sociales mucho m¨¢s amplias.
Nuevas pruebas indican que los ni?os Homo sapiens probablemente tambi¨¦n tuvieron una infancia m¨¢s larga. ¡°Creemos que las ni?as neandertales probablemente alcanzaron antes la madurez sexual¡±, afirma Nowell: los estudios de f¨®siles de ni?os neandertales, que se encuentran con relativa frecuencia, sugieren que los reci¨¦n nacidos ten¨ªan cerebros m¨¢s grandes que los reci¨¦n nacidos sapiens, y que crec¨ªan m¨¢s deprisa.
¡°Una infancia m¨¢s larga permite a los ni?os m¨¢s tiempo para aprender y experimentar con relativa seguridad¡±, afirma Nowell, lo que da ventaja a los ni?os sapiens.
Tambi¨¦n se?ala que aprender no solo significa crear nuevas neuronas y conexiones: tambi¨¦n implica podar las conexiones que no resultan ¨²tiles. Por tanto, si los cerebros de los j¨®venes sapiens produc¨ªan m¨¢s neuronas que los de los neandertales, como sugieren los experimentos, y si nuestra infancia tambi¨¦n dur¨® m¨¢s tiempo, ¡°esto podr¨ªa haber favorecido un aprendizaje m¨¢s amplio¡±, afirma, con m¨¢s espacio para el ensayo y error y para hacer y deshacer conexiones.
Endogamia y encuentros entre especies
Nuevos estudios han proporcionado algunas instant¨¢neas intrigantes de la vida familiar de los neandertales. Un an¨¢lisis del ADN de los restos de 11 individuos hallados en la cueva de Chagyrskaya, en Siberia, revel¨® que algunos estaban estrechamente emparentados y probablemente vivieron en la misma ¨¦poca, afirma el paleoantrop¨®logo Bence Viola, de la Universidad de Toronto, que particip¨® en la excavaci¨®n. ¡°Hemos encontrado una pareja de padre e hija, y algunos individuos que descend¨ªan de la misma madre o quiz¨¢ eran madre, hija y nieta¡±.
Las similitudes gen¨¦ticas eran muy elevadas entre todos los individuos estudiados, lo que indica que probablemente se trataba de una poblaci¨®n muy aislada. ¡°Los hombres estaban incluso m¨¢s emparentados que las mujeres¡±, a?ade Viola, ¡°lo que sugiere que probablemente era m¨¢s com¨²n que las mujeres se unieran a un nuevo grupo para encontrar pareja¡±. Probablemente, este era tambi¨¦n el patr¨®n ancestral en los humanos; sin duda, lo sigue siendo en los chimpanc¨¦s.
Aunque los neandertales pudieran parecer un poco extra?os a los Homo sapiens, los estudios del ADN antiguo demuestran que s¨ª se cruzaron con nuestra especie. Para Viola, esto tiene importantes implicaciones. ¡°Los Homo sapiens reconoc¨ªan claramente a los neandertales como compa?eros de apareamiento, lo que sugiere que los consideraban humanos, quiz¨¢ ¡®los tipos raros que viven detr¨¢s de las monta?as¡¯, pero humanos al fin y al cabo¡±, afirma. ¡°M¨¢s o menos siempre que ambas especies han coexistido extensamente, ha habido intercambio gen¨¦tico¡±.
Un beso irresistible
El ADN puede no haber sido lo ¨²nico que nuestros antepasados Homo sapiens intercambiaron con los neandertales. Aunque se cree que nuestro ¨²ltimo ancestro com¨²n vivi¨® hace al menos 450.000 a?os, un estudio de 2017 que analizaba el ADN de la placa dental calcificada de los dientes neandertales demostr¨® que las poblaciones de un microbio com¨²n que viv¨ªa en las bocas de neandertales y Homo sapiens divergieron gen¨¦ticamente al menos 300.000 a?os despu¨¦s. Esto sugiere que ambas especies adquirieron el microbio de la misma fuente m¨¢s o menos al mismo tiempo, o que de alg¨²n modo se lo transmitieron mutuamente.
Hay, por supuesto, otras posibles explicaciones, como compartir comida, dice la paleogenetista Laura Weyrich, de la Universidad Estatal de Pensilvania, que dirigi¨® el estudio. ¡°Pero la sugerencia de que podr¨ªa haber sido un beso result¨® irresistible para los medios de comunicaci¨®n¡±, admite. ¡°Y es posible que lo fuera¡±.
Ese estudio tambi¨¦n revel¨® otros aspectos interesantes del comportamiento neandertal. El an¨¢lisis del ADN sugiri¨® que un neandertal espa?ol con un absceso dental probablemente hab¨ªa estado comiendo materia vegetal mohosa cubierta de hongos productores de penicilina, as¨ª como corteza de ¨¢lamo que conten¨ªa ¨¢cido salic¨ªlico analg¨¦sico.
El estudio tambi¨¦n arroja dudas sobre la idea generalizada de que todos los neandertales eran carn¨ªvoros ac¨¦rrimos. Mientras que un neandertal de la cueva de Spy, en B¨¦lgica, ten¨ªa una dieta bastante estereotipada de ovejas salvajes y rinocerontes lanudos, la investigaci¨®n revel¨® que a este joven adulto tambi¨¦n le gustaban algunas setas con su comida. ¡°En cambio, los neandertales de la cueva de El Sidr¨®n, en Asturias, no parec¨ªan comer mucha carne¡±, explica Weyrich. ¡°En su lugar, parece que se alimentaban sobre todo de setas y, sorprendentemente, de pi?ones¡±.
La falta de verduras podr¨ªa ser excusable: en un estudio de 2022, tambi¨¦n basado en el genoma neandertal, un an¨¢lisis de los genes receptores de olores descubri¨® que los neandertales habr¨ªan sido menos sensibles a los olores percibidos como verdes, florales y picantes que nosotros. Sin embargo, en el yacimiento de Shanidar, en el actual Irak, los investigadores encontraron pruebas de que los neandertales cocinaban legumbres como lentejas, mientras que otro estudio reciente hall¨® granos de almid¨®n que sugieren que los neandertales de Italia ¡ªpor supuesto¡ª hac¨ªan harina.
Un neandertal mordisqueando pi?ones puede parecer la cumbre de la flexibilidad, la resistencia e incluso el buen gusto, pero hay que mencionar un detalle espantoso: los huesos de El Sidr¨®n tambi¨¦n muestran signos de canibalismo. Esto puede haber tenido un significado cultural que desconocemos ¡ªlos ritos que implican canibalismo han existido en muchas culturas¡ª, pero no parece que la poblaci¨®n local fuera pr¨®spera hace 50.000 a?os. (Esto contrasta fuertemente con un grupo neandertal de Alemania de hace 125.000 a?os que, al parecer, era lo bastante grande como para cazar, descuartizar y comerse elefantes).
Declive y persistencia
?Era el canibalismo un signo de una especie en declive, quiz¨¢ incluso antes de que el Homo sapiens hiciera sus primeras incursiones en Europa? Es dif¨ªcil saberlo, pero hace tiempo que nos preguntamos por qu¨¦ los neandertales se extinguieron y nosotros no. ¡°?Quiz¨¢ si el Homo sapiens no hubiera estado all¨ª¡±, aventura Nowell, ¡°ese nicho habr¨ªa seguido abierto para los neandertales?¡±.
No hay pruebas de violencia entre neandertales y humanos modernos, a?ade Nowell; pocos investigadores parecen creer hoy que el Homo sapiens cazara neandertales. Una mayor tasa de mortalidad infantil puede ser parte de la explicaci¨®n, plantea Nowell. ¡°Incluso una peque?a diferencia puede provocar el declive de la poblaci¨®n a trav¨¦s de las generaciones¡±.
Pero, ?qu¨¦ ten¨ªan los neandertales que los pon¨ªa en desventaja, si es que lo estaban? ?Podr¨ªa haber sido simplemente mala suerte? ¡°Creo que, a medida que aumentaba el n¨²mero de Homo sapiens hace 45.000 a?os, los neandertales ya ten¨ªan problemas¡±, afirma Stringer. ¡°El medio ambiente en este periodo fluctuaba constantemente de casi tan c¨¢lido como el actual a un fr¨ªo glacial, a veces en unas pocas d¨¦cadas¡±. La vegetaci¨®n cambiaba, los animales se desplazaban. ¡°Quiz¨¢ el Homo sapiens era m¨¢s capaz de hacer frente a esos cambios, porque trabajaban m¨¢s en red, ayud¨¢ndose unos a otros o intercambiando conocimientos culturales¡±, afirma.
Incluso sin una confrontaci¨®n directa, es concebible que los neandertales se hubieran visto obligados a ceder el paso a los Homo sapiens y hubieran acabado en los m¨¢rgenes de lo que sol¨ªan ser sus lugares favoritos para estar. No obstante, dice Nowell, los neandertales pueden haber desempe?ado un papel en nuestro ¨¦xito. Los Homo sapiens podr¨ªan haber aportado nuevas tecnolog¨ªas, pero es posible que tambi¨¦n aprendieran habilidades de los neandertales, que hab¨ªan vivido en Europa durante milenios.
Con el tiempo, los neandertales restantes, que viv¨ªan en grupos cada vez m¨¢s reducidos con pocas parejas atractivas, si es que hab¨ªa alguna, muchas de ellas parientes cercanas, podr¨ªan simplemente haber decidido unirse a un grupo de Homo sapiens, y bien podr¨ªan haber sido bienvenidos all¨ª, dice Viola. Y debido a nuestro mestizaje, algo de los neandertales a¨²n sobrevive en nosotros.
¡°Hay m¨¢s ADN neandertal en los miles de millones de humanos que viven hoy en d¨ªa que cuando a¨²n exist¨ªan¡±, afirma Viola. ¡°En cierto modo, los neandertales siguen aqu¨ª¡±.
Tim Vernimmen es un periodista cient¨ªfico independiente nacido cerca de Amberes, B¨¦lgica. Esto significa que alrededor del 2 % de su ADN procede probablemente de neandertales, aunque a¨²n no lo ha verificado.
Art¨ªculo traducido por Debbie Ponchner. Este art¨ªculo apareci¨® originalmente en Knowable en espa?ol, una publicaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada a poner el conocimiento cient¨ªfico al alcance de todos.
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