Los neandertales ¡®gourmets¡¯ cocinaban marisco y cazaban elefantes gigantes en modo cooperativo
Los descubrimientos se a?aden a la pila de evidencia que demuestra que los parientes perdidos de los ¡®Homo sapiens¡¯ eran m¨¢s complejos, tanto en su dieta como en sus relaciones sociales
Las ¨²ltimas estimaciones sostienen que el continente euroasi¨¢tico lleg¨® a albergar unos 70.000 Homo neanderthalensis que lo recorr¨ªan por toda su extensi¨®n, desde una cueva sure?a en la Pen¨ªnsula ib¨¦rica hasta las remotas tundras del norte de Europa, durante los m¨¢s de 200.000 a?os que existieron. Esta semana se han publicado dos investigaciones que demuestran que los neandertales, lejos de tener la existencia corta, brutal y aislada de puro nomadismo cazador-recolector que se les atribu¨ªa hace a?os, tuvieron en vida encuentros para la cooperaci¨®n con otros clanes, como la caza de elefantes gigantes, e incluso la cocina compleja, como una mariscada en el Atl¨¢ntico.
En la actual Alemania, en una antigua cantera de carb¨®n al aire libre cerca de la ciudad de Halle, se han descubierto m¨¢s de 3.000 huesos, colmillos y dientes que proceden de 70 Palaeoloxodon antiquus, una especie ya extinta de mam¨ªferos gigantes que habitaron el Pleistoceno y que desaparecieron hace 125.000 a?os. La investigaci¨®n que lo recoge, publicada en la revista Science Advances y liderada por la cient¨ªfica Sabine Gaudzinski-Windheuser, del Centro de Investigaci¨®n Arqueol¨®gica y Museo Monrepos de Neuwied (Alemania), concluye que los neandertales dieron caza a estos paquidermos de muchas toneladas al menos durante 2.000 a?os, en la era glacial.
Los cortes en los huesos realizados con herramientas que se encontraron en la excavaci¨®n son la clave. El equipo de Gaudzinski-Windheuser deduce, al analizar el yacimiento arqueol¨®gico descubierto en 1980, no solo que los neandertales eran capaces de organizar partidas de caza estrat¨¦gicas con diferentes clanes, sino que a su vez pose¨ªan la suficiente inteligencia como para prever la necesidad de tener que almacenar alimento. Esto es, que m¨¢s all¨¢ de una caza de simple subsistencia, hab¨ªa abastecimiento de v¨ªveres gracias a estas ¡°bombas proteicas¡± que se amontonaban en despensas. Lo que indicar¨ªa un nomadismo limitado debido a las condiciones clim¨¢ticas del continente en el momento. Los paquidermos encontrados, de los que hay registro con esqueletos casi intactos en la muestra, son los antepasados de los elefantes africanos actuales, y llegaban a pesar hasta 14 toneladas y eran de un tama?o mayor que los mamuts.
Mariscada neandertal
En el extremo oeste del continente europeo, en una cueva de la costa atl¨¢ntica, cuando el oc¨¦ano estaba a dos kil¨®metros por debajo de su l¨ªmite mar¨ªtimo actual, una pareja pescadora de neandertales recorri¨® esa distancia para hacerse con un preciado bot¨ªn: marisco. Tras capturar los bueyes de mar, un tipo de cangrejos (Cancer pagurus), regresaban a su campamento situado dentro de las galer¨ªas cavernosas y los cocinaban, porque conoc¨ªan las propiedades nutritivas del fuego y disfrutaban del sabor caracter¨ªstico de la carne de crust¨¢ceo achicharrado. Un acto de sibaritismo no registrado hasta el momento, que probablemente ocurri¨® tal cual en la Gruta da Figueira Brava, situada al sur de Lisboa, en Portugal, aproximadamente hace 90.000 a?os. As¨ª lo refleja otra nueva publicaci¨®n en la revista especializada Frontiers in Environmental Archaeology, liderada por Mariana Nabais, del Instituto Catal¨¢n de Paleoecolog¨ªa Humana y Evoluci¨®n Social (IPHES).
La cient¨ªfica Nabais describe su resultado como ¡°in¨¦dito¡± y celebra el que ahora se est¨¦ haciendo mucha m¨¢s investigaci¨®n en cuevas y yacimientos en el sur de Europa, sitios donde la evidencia se acumula acerca de que los neandertales habitaron durante largos periodos de tiempo. El trabajo del equipo de Nabais consisti¨® en analizar las pinzas de cangrejos halladas y otros restos de vida marina, muchas con quemaduras, y asegurarse de que sus fracturas o cortes corresponden y se pueden datar con el registro neandertal, y a su vez descartar que otros animales las hubiesen depositado ah¨ª o la corrosi¨®n de los a?os las hubiesen tra¨ªdo. La gruta, descubierta en los a?os 80, permanec¨ªa sellada debido a una fusi¨®n de los sedimentos rocosos. Nabais se r¨ªe al reflexionar si lo encontrado se puede calificar de ¡°cocina gourmet¡±, ya que no quiere elucubrar sobre qu¨¦ pasaba dentro de la mente de estos ancestros, pero para ella es innegable que ¡°existe preparaci¨®n y planificaci¨®n, ya que es una comida que requiere tiempo¡±.
Nuestros descubrimientos son el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d de la noci¨®n obsoleta de que los neandertales eran primitivos cavern¨ªcolasMariana Nabais, Instituto Catal¨¢n de Paleoecolog¨ªa Humana y Evoluci¨®n Social (IPHES)
Un comportamiento que resaltan ambos estudios es la capacidad de estos grupos de cazadores-recolectores para moverse entre diferentes campamentos acorde a sus necesidades estacionales. El investigador en prehistoria Igor Guti¨¦rrez Zugasti detalla c¨®mo la evidencia acumulada sugiere que los neandertales est¨¢n ¡°integrados en su entorno, no son como nosotros en la actualidad¡±, comenta ir¨®nico, ¡°se desplazan por diferentes zonas seg¨²n el clima y lo que requieran¡±. Esto, a ojos del experto, probablemente se deb¨ªa a que buscaban refugio en las cuevas mediterr¨¢neas durante la glaciaci¨®n para despu¨¦s regresar a la gran estepa euroasi¨¢tica al finalizar el fr¨ªo.
El profesor del Instituto internacional de investigaciones prehist¨®ricas de la Universidad de Cantabria, no vinculado a ninguna de estas dos publicaciones, detalla c¨®mo otros trabajos previos han se?alado que los neandertales se dedicaban a vigilar reba?os de animales salvajes en sus rutas migratorias para conocer sus din¨¢micas y aprender. ¡°No equivale a pastorear¡±, aclara, pero es innegable, vistas las pruebas, de que se daba una transmisi¨®n de conocimiento, como queda reflejado en la creaci¨®n de herramientas dentro de la propia tribu y tambi¨¦n se ense?aba cocina entre generaciones.
Los neandertales est¨¢n integrados en su entorno, no son como nosotros en la actualidad, se desplazan por diferentes zonas seg¨²n el clima y lo que requieranIgor Guti¨¦rrez Zugasti, investigador en prehistoria Universidad de Cantabria
Para el investigador el conocimiento que aportan estos nuevos descubrimientos cierra otro debate sobre la dieta de los neandertales, que antiguamente se cre¨ªa que consist¨ªa solo de carne. La popular concepci¨®n de que estos homos eran ¨²nicamente carn¨ªvoros es un mito recurrente, similar al que ocurri¨® a finales del siglo XX respecto a la hibridaci¨®n entre especies, que la gen¨¦tica sentenci¨®; o como su aparente tosquedad y retraso mental a nivel cognitivo, ya que ¡°no eran tan diferente a los sapiens en inteligencia, quiz¨¢ menos sociales¡±, concluye Zugasti tajante. La l¨ªnea divisoria ¡°entre ellos y nosotros¡± quedar¨ªa as¨ª m¨¢s difuminada para el cient¨ªfico.
Zugasti considera ¡°fant¨¢sticos¡± ambos descubrimientos, pues destacan las capacidades que demostraron las sociedades cazadoras-recolectoras para compartir sus saberes con otros clanes. Para ¨¦l, lo que conocemos sobre los neandertales se ha expandido m¨¢s all¨¢ de los prejuicios que impusieron sobre ellos en el siglo XIX acerca de su estupidez, poca complejidad social o simpleza gastron¨®mica. La zooarque¨®loga Nabais califica su l¨ªnea de trabajo como el ¡°¨²ltimo clavo en el ata¨²d¡± a toda la desinformaci¨®n sobre ¡°los neandertales como primitivos¡±, afirma contundente.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.