Una pierna f¨®sil desvela el caso de canibalismo m¨¢s antiguo, hace 1,45 millones de a?os
Paleoantrop¨®logos estadounidenses encuentran marcas de corte en un viejo f¨®sil humano almacenado en un museo durante d¨¦cadas
La paleoantrop¨®loga estadounidense Briana Pobiner es experta en estudiar la dieta de hom¨ªnidos extintos. Un d¨ªa estaba buscando rastros de mordeduras de animales en una tibia f¨®sil de hace 1,45 millones de a?os cuando se dio cuenta de algo extra?o. El hueso, hallado en los a?os 70 en Kenia y almacenado en el Museo Nacional de ese pa¨ªs, ten¨ªa en uno de sus extremos varias marcas rectas y paralelas que no pod¨ªan haber sido hechas por los dientes de ning¨²n animal. Hoy, Pobiner y otros colegas sostienen que este puede ser el caso de canibalismo humano m¨¢s antiguo conocido.
Cuando Pobiner encontr¨® los cortes hizo un molde con una pasta como la que usan los dentistas para reproducir las dentaduras de sus pacientes y se lo envi¨® a Michael Pante, de la Universidad Estatal de Colorado. No le dio ninguna pista de qu¨¦ pod¨ªan ser las marcas. Pante las estudi¨® y las compar¨® con casi 900 hendiduras en huesos hechas en experimentos de descarnamiento y descuartizamiento. El veredicto de los investigadores es que esas marcas las tuvo que hacer un hom¨ªnido blandiendo una herramienta de piedra afilada, probablemente para cortar la carne y com¨¦rsela, seg¨²n explican hoy lunes en un estudio en Scientific Reports.
¡°Tanto los humanos modernos como nuestros antepasados han practicado el canibalismo y este hallazgo nos muestra c¨®mo de antigua es esta pr¨¢ctica¡±, explica a este diario Pobiner, investigadora de la Instituci¨®n Smithsonian, en Estados Unidos.
El f¨®sil analizado no se ha podido atribuir a una especie concreta con total seguridad. Puede que fuera de un Homo habilis, un hom¨ªnido capaz de fabricar herramientas; un antec, el primer hom¨ªnido con un cuerpo muy parecido al nuestro que hace dos millones de a?os sali¨® de ?frica y pobl¨® Eurasia. Los restos tambi¨¦n podr¨ªan ser de un parantropo, un hom¨ªnido m¨¢s primitivo caracter¨ªstico por sus potentes mand¨ªbulas.
Tambi¨¦n resulta imposible saber si el canibalismo sucedi¨® entre dos miembros de la misma especie y ser¨ªa, por tanto, un caso de canibalismo, o por hom¨ªnidos distintos, lo que lo convertir¨ªa en un caso de caza o carro?eo. A pesar de estas incertidumbres, los cient¨ªficos creen que lo m¨¢s plausible es que se trate de canibalismo; el m¨¢s antiguo del que hay constancia. En el estudio, los especialistas argumentan que es muy poco probable que las marcas se pudieran haber hecho despu¨¦s del hallazgo, por ejemplo al manipularlo en el museo, pues las hendiduras mostrar¨ªan un color distinto.
Hasta ahora, el caso m¨¢s antiguo de hom¨ªnidos comi¨¦ndose a otros de su misma especie es el de 10 individuos, la mayor¨ªa ni?os y adolescentes, que fueron asesinados, descuartizados, descarnados y devorados por sus cong¨¦neres hace unos 900.000 a?os en la sierra de Atapuerca, en Burgos. En este caso las pruebas de canibalismo son mucho m¨¢s claras, explica Palmira Saladi¨¦, del Instituto de Catal¨¢n de Paleoecolog¨ªa Humana. ¡°Los huesos muestran muchas marcas de corte as¨ª como roturas de los huesos largos para consumir la m¨¦dula y el cr¨¢neo para llegar al cerebro¡±, detalla. Los investigadores de este yacimiento creen que estos infanticidios son el resultado de la guerra entre grupos opuestos que se disputaban la caza y los recursos de la rica sierra burgalesa. Se atacaba a los individuos m¨¢s d¨¦biles, los mataban y se los com¨ªan, pero no por hambre, pues en el yacimiento, junto a los f¨®siles humanos, se encontraron tambi¨¦n huesos de animales. Para los paleoantrop¨®logos esta es la diferencia entre el canibalismo ¡°diet¨¦tico¡±, por hambre, y el ¡°ritual o de guerra¡±, explica Saladi¨¦. ¡°Estos comportamientos son muy parecidos a los que se observan actualmente entre grupos opuestos de chimpanc¨¦s¡±, a?ade. Los investigadores de EE UU creen que en el caso de Kenia el canibalismo fue solo por alimentaci¨®n.
A lo largo de la evoluci¨®n humana, el canibalismo fue sucediendo de forma puntual y diversific¨¢ndose. Existe por ejemplo un canibalismo por estima, cuando los miembros de un clan devoran los restos de un ser querido para que no se pudran y como gesto de respeto. Tambi¨¦n existe la vertiente opuesta, cuando se devora al enemigo para infringirle una humillaci¨®n total: transformarle en heces. En Atapuerca se han hallado abundantes rastros de un ritual com¨²n antes y despu¨¦s de la revoluci¨®n neol¨ªtica, hace unos 8.000 a?os, en el que el cr¨¢neo humano se usa como copa.
Para la paleoantrop¨®loga, los hallazgos de Kenia son probablemente genuinos y representan un caso de canibalismo, aunque para demostrarlo ser¨¢n necesarios m¨¢s restos. ¡°Siempre nos pareci¨® raro que no hubiese signos de canibalismo entre los hom¨ªnidos de ?frica, cuando hay tantas evidencias posteriores, desde el Homo antecessor de Atapuerca hasta los Homo sapiens pasando por los neandertales¡±, se?ala. ¡°Resulta dif¨ªcil probar que es canibalismo con un solo hueso, pero es lo m¨¢s probable¡±, a?ade Saladi¨¦.
El hueso de Kenia tiene unas segundas marcas que hacen su historia m¨¢s interesante: tiene mordeduras de un felino. ¡°Las marcas de mordeduras sugieren un acceso inicial por un le¨®n que consumi¨® la masa muscular principal y los hom¨ªnidos posteriormente carro?earon los peque?os restos de carne que quedaban en el extremo de la tibia, pero no la fracturaron para consumir la m¨¦dula; es fascinante¡± resalta Antonio Rodr¨ªguez-Hidalgo, investigador en Atapuerca.
El f¨®sil presenta un enigma m¨¢s. El hueso lo encontr¨® en 1970 la c¨¦lebre paleoantrop¨®loga Mary Leaky en el yacimiento de Koobi Fora. Tres a?os despu¨¦s, su colega estadounidense Anna Behrensmeyer analiz¨® el hueso. ¡°Me intriga c¨®mo Behrensmeyer interpret¨® estas marcas cuando analiz¨® el resto en 1973, ya que es una de las principales figuras de la tafonom¨ªa [la parte de la paleontolog¨ªa que estudia los procesos de fosilizaci¨®n] a nivel mundial¡±, se?ala Rodr¨ªguez-Hidalgo. ¡°Aunque describi¨® todas las modificaciones que vemos en las fotograf¨ªas, no identific¨® estas peque?as marcas transversales que ahora se reclaman como cortes intencionados para consumir la carne¡±, explica el paleoantrop¨®logo.
El caso de Kenia se suma a otros dos restos humanos m¨¢s recientes hallados en ?frica y que presentan rastros no concluyentes de canibalismo: los cr¨¢neos de Bodo (Etiop¨ªa) y Sterkfontein (Sur¨¢frica). Pero para Hern¨¢ndez en ninguno de los casos hay a¨²n pruebas concluyentes. ¡°Este caso no es incontestable, pero creo que en alg¨²n momento saldr¨¢n m¨¢s restos, ya que el canibalismo parece consustancial a la evoluci¨®n humana, y al fin y al cabo, los yacimientos m¨¢s antiguos est¨¢n en ?frica. De momento, Atapuerca sigue siendo la evidencia s¨®lida de canibalismo m¨¢s antiguo en la historia humana¡±, concluye.
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