Zoozve: c¨®mo una errata en un p¨®ster infantil se convirti¨® en la primera ¡®luna¡¯ de Venus

La Uni¨®n Astron¨®mica Internacional acaba de nombrar como Zoozve la primera cuasiluna descubierta en un planeta del Sistema Solar, una decisi¨®n rutinaria para esa organizaci¨®n de representaci¨®n del mundo astron¨®mico, que se dedica a nombrar y renombrar por docenas todos los cuerpos celestes. Sin embargo, la historia de Zoozve tiene varias particularidades que lo convierten en un caso excepcional. La curiosidad de un padre ha terminado en el firmamento, una agradable serendipia surgida de una errata. Y todo empez¨® en el cuarto de un cr¨ªo a la hora de arroparlo entre las s¨¢banas.

Hace un a?o, Latif Nasser, copresentador del podcast cient¨ªfico Radiolab, se dispon¨ªa a acostar a su hijo cuando repar¨® en un detalle en el p¨®ster de planetas que ten¨ªa en el cuarto. A Nasser, con un doctorado en Historia de la Ciencia por Harvard, le llam¨® la atenci¨®n ver en ese dibujo un cuerpo espacial con un extra?o nombre. ¡°Venus ten¨ªa una luna llamada Zoozve. Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de ella¡±, recuerda ahora Nasser en un hilo en la red social X. Google¨® y confirm¨®, parad¨®jicamente, que Venus no tiene ninguna luna conocida. Es, junto con Mercurio, el ¨²nico planeta sin sat¨¦lites naturales del Sistema Solar. La palabra ¡°Zoozve¡± tampoco arrojaba resultados en los buscadores.

As¨ª que Nasser acab¨® llamando a Alex Foster, el ilustrador que hab¨ªa dibujado el p¨®ster. Foster juraba que no se lo hab¨ªa inventado, que lo hab¨ªa tomado de un listado cient¨ªfico de lunas. Una amiga de Nasser que hab¨ªa trabajado en la NASA dio con la clave: era una errata, el dibujante se hab¨ªa equivocado al transcribir ese nombre. No era ZOOZVE, sino 2002-VE, nombre que se corresponde con el de una roca espacial avistada en torno a Venus en 2002. M¨¢s concretamente, su nombre es 2002-VE68, y se trata de un asteroide de unos 250 metros de ancho. Y no es una luna de Venus, porque no tiene. ¡°Pero tampoco NO es una luna de Venus. Es ambas cosas y ninguna¡±, explica enigm¨¢tico Nasser.

Se trata de una cuasiluna, un objeto espacial que en realidad orbita en torno a una estrella, pero lo hace con un ritmo y con una estabilidad que hace parecer que orbita a un planeta. Gracias a esta resonancia en torno a los dos cuerpos, las cuasilunas pueden acompa?ar a un planeta mucho tiempo antes de escapar de su influencia. En 2010, Zoozve se acerc¨® a la Tierra y permiti¨® analizar mejor ese baile r¨ªtmico que mantiene con Venus. Los astr¨®nomos espa?oles Carlos y Ra¨²l de la Fuente confirmaron que 2002-VE68 abandonar¨¢ su estado actual como luna venusiana en un plazo relativamente corto: unos 500 a?os. Y calcularon que entr¨® en este inusual estado din¨¢mico despu¨¦s de un encuentro cercano con la Tierra hace m¨¢s de 7.000 a?os.

¡°Con la enorme cantidad de cuerpos menores (asteroides) que hay por el sistema solar, es evidente que tarde o temprano m¨¢s de uno caer¨¢ en las redes de la atracci¨®n gravitatoria de los planetas¡±, afirma Javier Armentia, astrof¨ªsico y director del Planetario de Pamplona. El astr¨®nomo explica que la Tierra tambi¨¦n tiene cuasisat¨¦lites, el primero descubierto en 2010 y llamado 2010 Tk7. El a?o pasado se confirm¨® otra cuasiluna terrestre, llamada Kamo¡¯oalewa. ¡°Son resonancias gravitatorias, esa danza de planetas llevados por la gravedad. Con m¨¢s observaciones y mejores an¨¢lisis van saliendo adem¨¢s c¨¢lculos de mec¨¢nica celeste m¨¢s precisos, que miran todos los detalles y nos permiten descubrir que a veces los planetas atrapan estos cuerpos en ¨®rbitas que se parecen a lo que hacen con la Luna de verdad. As¨ª que podemos llamarlos lunas o cuasilunas¡±, explica Armentia.

Para este divulgador, el caso de Zoozve muestra cu¨¢nto queda por descubrir y entender de nuestro entorno planetario, y c¨®mo incluso un error puede llevarnos a aprender m¨¢s sobre el universo. ¡°Como conocemos cada vez m¨¢s del Sistema Solar, tambi¨¦n nos vamos encontrando cosas que no pens¨¢bamos que fueran posibles. Tendemos a pensar que la Tierra ya tiene su Luna y punto¡±, se?ala. La historia de Zoozve tambi¨¦n refleja, por tanto, la evoluci¨®n de las t¨¦cnicas de observaci¨®n y an¨¢lisis en astronom¨ªa desde su descubrimiento inicial en 2002 hasta su nombramiento en 2024.

Entre los cuerpos celestes nombrados o renombrados por la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional (IAU, por sus siglas en ingl¨¦s) en su ¨²ltimo bolet¨ªn (PDF) est¨¢n tambi¨¦n Incamajorca ¡ªporque el astr¨®nomo que lo descubri¨® es de la localidad mallorquina de Inca¡ª y Pitufo, porque ¡°en Puerto Rico, la palabra pitufo tambi¨¦n se usa como apelativo cari?oso¡±. La Uni¨®n ¨²ltimamente impulsa los nombres originales y de culturas populares y ancestrales, pero no siempre toma decisiones tan agradables: en 2020, tuvo que retirarle el nombre a dos cr¨¢teres de la Luna porque correspond¨ªan a dos f¨ªsicos con un notable pasado nazi.

La IAU describe as¨ª el nombramiento de Zoozve, ¡°el primer cuasisat¨¦lite identificado de un planeta importante (Venus)¡±: ¡°Cuando el artista Alex Foster dibuj¨® este objeto en un p¨®ster infantil del sistema solar, confundi¨® los caracteres iniciales de la designaci¨®n provisional con letras, acu?ando as¨ª un apodo extra?o y memorable. Nombre sugerido por Latif Nasser¡±. El impulsor del nombre lo ha celebrado en su podcast y en las redes: ¡°?Le pusieron el nombre! ?A partir de hoy, la primera cuasiluna descubierta en el universo se llama oficialmente Zoozve!¡±. Esta historia, que recuerda c¨®mo el universo sigue lleno de misterios esperando ser descubiertos gracias a la curiosidad humana, podr¨¢ convertirse ahora en una bonita f¨¢bula para leer antes de arropar a los ni?os en la cama y aprender astronom¨ªa mirando el mapa de los planetas.

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