Frans de Waal nos ense?¨® que todos ¡°los primates somos familia¡±
La muerte del reconocido primat¨®logo debe llevarnos a leer su obra para que siga dando forma a nuestra forma de pensar y actuar
Hace poco m¨¢s de 40 a?os, Frans de Waal present¨® al mundo a Big Mama, Yeroen, Luit, Nikkie y los dem¨¢s miembros de un grupo de chimpanc¨¦s en el zool¨®gico de Arnhem en los Pa¨ªses Bajos. Su libro de 1982, La pol¨ªtica de los chimpanc¨¦s, fue una narrativa revolucionaria. Abri¨® los ojos de innumerables lectores para ver a los chimpanc¨¦s como seres profundamente sociales, maravillosamente complicados y fascinantes. De Waal invitaba al lector a darse cuenta de que el drama social ¡°humano¡±, la realidad desordenada, maravillosa y aterradora de la pol¨ªtica, las emociones, las traiciones y las amistades, no se limitaba a nosotros.
Fue la capacidad de De Waal para traducir los datos sobre la vida de estos chimpanc¨¦s en una narrativa sobre el ser, sobre las personas, sobre la telenovela de la vida de los primates lo que fue tan impactante. El libro estableci¨® un est¨¢ndar y hasta el d¨ªa de hoy se usa en las aulas y se encuentra en las librer¨ªas de todo el planeta. De Waal demostr¨® c¨®mo un cient¨ªfico del comportamiento puede desarrollar una s¨®lida comprensi¨®n cient¨ªfica de otra especie y relacionarla en una narraci¨®n rica, incluso l¨ªrica, sobre las emociones, los conflictos y la experiencia de la personalidad de los primates. Durante las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, Frans de Waal desempe?¨® un papel destacado en el cambio de la forma en que los humanos ven a los chimpanc¨¦s, bonobos y otros animales, forzando el reconocimiento de que los humanos no somos los ¨²nicos primates, o animales, con relaciones personales, comunidades y sociedades complejas.
Durante medio siglo, la innovaci¨®n de De Waal en la investigaci¨®n dio forma a la primatolog¨ªa y gran parte de las ciencias del comportamiento. Desde estudios innovadores sobre el establecimiento de la paz y las negaciones posteriores a los conflictos hasta los elocuentes y poderosos an¨¢lisis del comportamiento y la biolog¨ªa de los chimpanc¨¦s, los bonobos y una variedad de especies de monos, De Waal y sus muchos estudiantes y colaboradores elaboraron nuevos m¨¦todos, teor¨ªas y posibilidades para una primatolog¨ªa que reconociera a los humanos como primates y a otros primates no solo como primos biol¨®gicos, sino tambi¨¦n primos familiares. De Waal nos mostr¨® que la frase ¡°los primates somos familia¡± no es una met¨¢fora, sino una afirmaci¨®n de la realidad: somos parientes.
Si bien sus primeros trabajos ofrecieron hermosas narrativas de los profundos y ricos tapices sociales de la vida de los primates, fue en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas que de Waal se expandi¨® m¨¢s all¨¢ de los datos de comportamiento y se aventur¨® en la filosof¨ªa de por qu¨¦ nosotros, y los dem¨¢s, somos como somos. Bas¨¢ndose en su trabajo y el de sus alumnos y colaboradores con muchos primates y otras especies animales, de Waal profundiz¨® en las preguntas de ¡°por qu¨¦¡± que los humanos nos hacemos una y otra vez. ?Qu¨¦ es la moralidad y de d¨®nde viene? ?Por qu¨¦ amamos y odiamos, o sentimos profundamente por unos y no por otros? ?Por qu¨¦ tantos seres humanos tienen fe y otros no? ?De d¨®nde viene nuestro sentido de la justicia? ?Qu¨¦ es el g¨¦nero y la sexualidad y por qu¨¦ son tan complicados? Nunca ha habido escasez de libros que aborden estas cuestiones, pero el enfoque de De Waal ofreci¨® algo que la mayor¨ªa de los otros libros no ofrecieron: comenz¨® cada explicaci¨®n, reflexi¨®n y argumento firmemente arraigado en el conocimiento de que los humanos somos animales, un tipo de mam¨ªfero llamado primate. Sab¨ªa que para entender verdaderamente a los humanos debemos entender a nuestros parientes, cercanos y lejanos, ya que tienen mucho que decirnos si sabemos escuchar. De Waal bas¨® su enfoque filos¨®fico de la humanidad en la ciencia de las relaciones sociales dentro y entre las especies, centr¨¢ndose en la profunda cercan¨ªa que une a los humanos con el resto del mundo, pero tambi¨¦n destacando las diferencias distintivas que pueden hacer del Homo sapiens la especie m¨¢s maravillosa y m¨¢s horrible que existe.
Cuando me enter¨¦ de que Frans de Waal hab¨ªa fallecido, me invadi¨® una sensaci¨®n de p¨¦rdida. Aunque solo lo hab¨ªa conocido en persona unas pocas veces, no pude evitar sentir como si un desgarro sustancial o un agujero en las redes sociales que De Waal tan a menudo elaboraba estuviera flotando en el aire. Debo se?alar que, como cient¨ªfico, mantengo y he escrito sobre algunos desacuerdos con De Waal sobre detalles de la moralidad humana, la justicia social y las creencias, y lo que podemos aprender de los bonobos o chimpanc¨¦s sobre ellos. Pero en esos primeros momentos en que me enter¨¦ de su fallecimiento no hab¨ªa nada de esos argumentos, sino que mi cabeza se llen¨® con una recopilaci¨®n de las palabras de De Waal, los numerosos art¨ªculos, libros y charlas que le¨ª, escuch¨¦ y a los que volv¨ª una y otra vez. A pesar de la sensaci¨®n de p¨¦rdida que trae la muerte, encontr¨¦ consuelo en el hecho de que, como tantos otros, mi mente y mis percepciones del mundo han sido y seguir¨¢n siendo moldeadas por el trabajo, el cuidado y el compromiso de Frans de Waal. Me siento honrado de ser parte de la multitud de humanos que tienen una gran deuda con Frans de Waal por ense?arnos a ver, comprender y relacionarnos mejor con nosotros mismos y con los otros animales, cercanos y distantes, con los que compartimos el mundo.
?C¨®mo honramos a alguien que ha dado tanto al mundo del conocimiento, el cuidado y la comprensi¨®n? Reconocer sus contribuciones y el impacto duradero de su trabajo y sus ense?anzas es un buen comienzo. Pero en el caso de De Waal creo que el mejor homenaje que podemos rendir es leer su obra. Yo y muchos otros acad¨¦micos continuaremos usando su trabajo en las clases y la gente de todo el planeta continuar¨¢ leyendo sus libros. A trav¨¦s de sus escritos, y su compasi¨®n y profundidad, Frans de Waal continuar¨¢ dando forma a como pensamos y actuamos para las generaciones venideras.
Agust¨ªn Fuentes es antrop¨®logo evolucionista, profesor de la Universidad de Princeton (Estados Unidos) y autor de La chispa creativa. C¨®mo la imaginaci¨®n nos hizo humanos (Ariel).
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