El primer mapa mundial de los oasis muestra su incierto futuro, entre la expansi¨®n y el agotamiento de sus fuentes
Los vergeles de los desiertos han aumentado su superficie a pesar del avance de la desertizaci¨®n de las tierras ¨¢ridas
Apenas representan el 1,35 % de la superficie terrestre del planeta, pero algunos de los hitos de la civilizaci¨®n humana solo fueron posibles gracias a los oasis. Sin ellos, los primeros humanos que salieron de ?frica habr¨ªan tenido mucho m¨¢s dif¨ªcil lograrlo. Fueron los andamios sobre los que se sostuvo la Ruta de la Seda que conect¨® Europa y Asia en la antig¨¹edad. Estas islas de agua resultaron puntales de procesos hist¨®ricos claves, como el tr¨¢fico de esclavos entre el ?frica subsahariana y la Roma imperial, las invasiones del oeste desde el este asi¨¢tico o la expansi¨®n del Islam. Ahora, un grupo de cient¨ªficos ha creado su mapa mundial observando dos procesos paralelos de los que, en un futuro cercano azuzado por el cambio clim¨¢tico, solo puede quedar uno: mientras algunos de estos vergeles est¨¢n en expansi¨®n por la intervenci¨®n humana, otros est¨¢n retrocediendo ante el avance del desierto. A medio plazo, los expertos solo tienen clara una cosa: su futuro es incierto.
Investigadores de la Academia China de Ciencias y del Instituto Nacional de Investigaci¨®n de El Cairo (Egipto) han creado lo que consideran el primer mapa mundial de los oasis. Mediatizados por la literatura y las pel¨ªculas, la visi¨®n occidental de estas formaciones topogr¨¢ficas est¨¢ formada por palmeras, un pozo de agua y caravaneros. La desaparecida Palmira (cuyas ruinas fueron destruidas de nuevo por los terroristas del Estado Isl¨¢mico) es el prototipo de esa imagen. La ciudad de los ¨¢rboles de d¨¢til fue el lugar de conexi¨®n entre occidente y oriente durante milenios y entre los imperios persa y romano durante siglos. Pero la realidad es mucho m¨¢s compleja.
Seg¨²n este nuevo mapa, hay oasis en 37 pa¨ªses y la mayor¨ªa de su superficie no est¨¢ en ?frica y sus dos principales desiertos, el Sahara y el Namib. El 77% de estos refugios verdes se encuentra en Asia. Y, aunque buena parte lo est¨¢n en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga y el resto de Oriente Pr¨®ximo, los principales oasis, se hallan tan al norte que no tienen palmeras y los desiertos que los rodean son tan fr¨ªos que, durante sus inviernos, la temperatura baja hasta los -20¡ã o -30¡ã. En concreto, m¨¢s de la mitad de estas concentraciones de vida se hallan en Asia central y el noroeste de China. El interior de Australia (con el 13,36 %) y porciones de la franja oeste de las dos Am¨¦ricas (el 5,02 %) completan la lista. Los oasis africanos apenas representan el 4,21% del total. Estos porcentajes permiten definir mejor qu¨¦ es un oasis: ¨¢rea dentro de una regi¨®n ¨¢rida, no necesariamente c¨¢lida, rodeada de desierto, no necesariamente de arena, que cuenta con una fuente estable de agua que no es la lluvia y no siempre es subterr¨¢nea.
El mapa mundial de los oasis elaborado ahora no es una foto fija. Sus autores se han basado en las im¨¢genes de la Iniciativa sobre el Cambio Clim¨¢tico de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en ingl¨¦s). Apoyada en sus sat¨¦lites, viene cartografiando la superficie terrestre y sus distintos tipos de cubierta vegetal, desde los p¨¢ramos helados hasta las selvas m¨¢s frondosas, desde hace d¨¦cadas. Este archivo es el que ha permitido ahora animar aquel mapa de los oasis y ver c¨®mo han ido evolucionando desde 1995. De hecho, la din¨¢mica de estos vergeles es la parte central de esta nueva investigaci¨®n, publicada en la revista cient¨ªfica Earth¡¯s Future.
El hist¨®rico de las im¨¢genes desde los sat¨¦lites muestra dos procesos paralelos. Por un lado, el estudio encontr¨® que los oasis, en general, crecieron en m¨¢s de 220.149 kil¨®metros cuadrados (km?) entre 1995 y 2020. Pero, al mismo tiempo, en otros oasis se produjo la p¨¦rdida de 134.300 km? durante el mismo per¨ªodo. As¨ª que hubo un crecimiento neto de 86.500 km?. En total, en todo el planeta, hay unos 1,9 millones de km? de oasis.
¡°El agua es el ¨²nico factor limitante que determina la existencia, desarrollo y extinci¨®n de los oasis, cuando no hay suficiente, el desierto recupera su territorio¡±Dongwei Gui, investigador del Instituto de Ecolog¨ªa y Geograf¨ªa de Xingiang (China)
¡°Los oasis se distribuyen por distintas regiones des¨¦rticas del mundo, por lo que diferentes oasis tienen situaciones diferentes¡±, dice en un correo Dongwei Gui, investigador del Laboratorio Estatal de Ecolog¨ªa de los Desiertos y Oasis del Instituto de Ecolog¨ªa y Geograf¨ªa de Xingiang (China) y coautor del estudio. ¡°Mientras unos de China han podido expandirse debido al factor humano (extrayendo agua subterr¨¢nea, por ejemplo), otros en Egipto han podido contraerse debido a la falta de suficiente suministro de agua¡±, a?ade. De hecho, los autores sostienen que pr¨¢cticamente toda la expansi¨®n ha tenido causas antropog¨¦nicas, mientras que las p¨¦rdidas se deber¨ªan al proceso de desertificaci¨®n que viven amplias zonas del planeta. ¡°El agua es el ¨²nico factor limitante que determina la existencia, desarrollo y extinci¨®n de los oasis, cuando no hay suficiente, el desierto recupera su territorio ocupado por los oasis¡±, a?ade Gui.
Xingiang refleja bien lo que est¨¢ sucediendo. Es la provincia m¨¢s al noroeste de China. Con un ¨¢rea tres veces mayor a la de Espa?a y casi del mismo tama?o que M¨¦xico, alberga algunos de los mayores oasis del planeta, como el de Turf¨¢n, una ciudad de m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes. Desde que el r¨¦gimen chino liberara la propiedad y usos del suelo, la regi¨®n, una de las m¨¢s pobres del pa¨ªs, vive una explosi¨®n de la agricultura que la ha convertido en uno de los principales mercados de origen de hortalizas y verduras del pa¨ªs. En cierto sentido, est¨¢ repitiendo la historia que protagonizada por los invernaderos del sureste espa?ol. De hecho, la intensificaci¨®n de la agricultura es la principal causa de la expansi¨®n de los oasis. Tambi¨¦n en ?frica los casos de ampliaci¨®n se deben a la irrigaci¨®n artificial de tierras que antes eran desierto.
Al mismo tiempo, los oasis, partes integrantes de regiones ¨¢ridas, est¨¢n sufriendo el impacto del cambio clim¨¢tico y la desertificaci¨®n que viene provocando. Las mayores p¨¦rdidas se han producido en los vergeles africanos, pero tambi¨¦n en amplias zonas de Asia. Los investigadores estiman que los cambios en los oasis han afectado directamente a unos 34 millones de personas en todo el mundo.
El investigador de la Universidad de Alicante, Jaime Mart¨ªnez Valderrama, ha estado recientemente en Xinjiang, donde colabora en un proyecto con algunos de los autores del mapa global de los oasis. Recuerda que la imagen que tenemos de los oasis son los de los desiertos del S¨¢hara o los ar¨¢bigos, que se sostienen con aguas subterr¨¢neas gracias a una surgencia natural o un pozo excavado. ¡°El 99% del agua dulce en estado l¨ªquido del planeta es subterr¨¢nea¡±, destaca. De hecho, los mayores acu¨ªferos est¨¢n bajo las arenas del S¨¢hara. ¡°Es agua de lluvia que cay¨® hace 40.000 a?os¡±, comenta. Gracias a la tecnolog¨ªa inspirada en la de las explotaciones petrol¨ªferas, los viejos y tradicionales pozos han sido sustituidos por sofisticados sistemas de bombeo y extracci¨®n que est¨¢ permitiendo alimentar la demanda de cereales, frutas y verduras de las expansivas megal¨®polis de la franja costera norteafricana, pero comprometiendo el futuro de los oasis saharianos. ¡°Ya no son cuatro palmeras, sino verdaderos sistemas de producci¨®n de alimentos que, en estas zonas ¨¢ridas, con mucho sol, buena temperatura y ahora el ingrediente h¨ªdrico que le faltaba, son tan rentables que se est¨¢n expandiendo¡±, completa Mart¨ªnez, tambi¨¦n cient¨ªfico de la Estaci¨®n Experimental de Zonas ?ridas del CSIC.
Los oasis de Asia central y el noroeste de China son otra cosa. ¡°Tambi¨¦n se mantienen con aguas subterr¨¢neas, pero su principal fuente es la nieve de las monta?as¡±, recuerda el investigador espa?ol. Con cordilleras que oscilan entre los 4.000 y los 7.000 metros, por sus laderas bajan enormes r¨ªos que acaban en cuencas endorreicas, es decir, que no desembocan en el mar, sino en lagos interiores o, como en esta enorme regi¨®n, en los desiertos. Son estas aguas las que est¨¢n protagonizando lo que est¨¢ sucediendo en China. All¨ª lo llaman oasificaci¨®n, la expansi¨®n a costa del desierto gracias a la explotaci¨®n de los recursos h¨ªdricos.
¡°Los oasis se est¨¢n expandiendo, pero las reservas h¨ªdricas de las que dependen se est¨¢n agotando¡±Jaime Mart¨ªnez, investigador de la Universidad de Alicante y la Estaci¨®n Experimental de Zonas ?ridas del CSIC
¡°Los oasis se est¨¢n expandiendo, pero las reservas h¨ªdricas de las que dependen se est¨¢n agotando¡±, advierte Mart¨ªnez. ¡°No solo por un abuso de los recursos por encima de su capacidad de regeneraci¨®n, sino porque, adem¨¢s, el cambio clim¨¢tico est¨¢ provocando que haya menos nieve en las monta?as, y el deshielo es el origen de todo el sistema¡±, a?ade. ¡°Con el calentamiento global no nieva lo mismo, se derrite m¨¢s r¨¢pido, y ese es un gran problema. Al final ves que los factores que impulsan la desertizaci¨®n son los mismos que est¨¢n detr¨¢s del desarrollo. ?Ser¨¢ soportable esta expansi¨®n en un escenario de cambio clim¨¢tico donde los recursos h¨ªdricos van a ir a menos? No se sabe¡±, termina el experto espa?ol.
Lo mismo dice Gui, el cient¨ªfico chino: ¡°Es indudable que el cambio clim¨¢tico cambiar¨¢ el ciclo del agua a escala local y global, trayendo una enorme incertidumbre sobre la sostenibilidad de los oasis. Su futuro depender¨¢ de la situaci¨®n del agua en este contexto de cambio global y, m¨¢s importante a¨²n, del comportamiento de las personas¡±.
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