As¨ª se movi¨® una piedra de 150 toneladas para coronar el dolmen de Menga en M¨¢laga hace 5.500 a?os
Un estudio del CSIC desvela los avanzados conocimientos matem¨¢ticos, astron¨®micos y geol¨®gicos que se utilizaron para levantar uno de los primeros edificios de piedra de la humanidad
El dolmen de Menga (Antequera, M¨¢laga) es el m¨¢s antiguo y grande de los localizados en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Fue levantado entre el 3.800 y el 3.600 antes de Cristo y est¨¢ coronado por cinco grandes losas. Hasta ahora, los expertos se preguntaban c¨®mo era posible que, en pleno Neol¨ªtico, m¨¢s de mil a?os antes de que se levantasen las primeras pir¨¢mides de Egipto, se pudiesen mover estas enormes piedras y colocarlas con precisi¨®n milim¨¦trica, orient¨¢ndolas hacia el alba con fines astron¨®micos.
Diez a?os de investigaciones, plasmadas en un estudio que publica este viernes la revista Science Advances, ofrecen una sorprendente respuesta: fueron arrastradas desde una cantera situada a unos 850 metros mediante la preparaci¨®n de una pista con traviesas niveladas y montadas sobre un sistema de trineos que permit¨ªan dirigirlas en cualquier direcci¨®n. Para los investigadores espa?oles autores del art¨ªculo cient¨ªfico, ¡°las dimensiones extraordinarias de algunas de las piezas estructurales del dolmen exigieron un dise?o y una planificaci¨®n sofisticados, una gran movilizaci¨®n de mano de obra, as¨ª como una log¨ªstica perfectamente ejecutada¡±.
El dolmen de Menga est¨¢ situado en la cima de una colina que se eleva unos 50 metros sobre la llanura del valle del r¨ªo Guadalhorce. Se trata de un monumento megal¨ªtico de galer¨ªa, de 24,9 metros de longitud, con una anchura m¨¢xima de 5,7 y una altura que oscila entre los 2,40 y 3,50 metros. El acceso al espacio interior se realiza a trav¨¦s de un peque?o atrio sin techo. Conserva tres pilares alineados, aunque posiblemente tuviese un cuarto. Las 32 piedras que lo conforman pesan unas 1.140 toneladas. De ellas, la mayor y la que lo cubre al fondo de la c¨¢mara, de 150 toneladas de peso, es la m¨¢s grande movida durante el fen¨®meno megal¨ªtico en la pen¨ªnsula ib¨¦rica y la segunda de Europa, solo superada por el Gran Menhir Bris¨¦ (sur de Breta?a, Francia).
Jos¨¦ Antonio Lozano Rodr¨ªguez, autor principal del estudio, investigador del CSIC y miembro del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, explica que para construir el dolmen se ¡°utilizaron piedras blandas o moderadamente blandas, lo que indica que se pose¨ªan unos conocimientos de ingenier¨ªa espectaculares. El problema es que hab¨ªa que transportarlas sin que se partieran, teniendo en cuenta que se trataba de un material poroso. Por eso, todo se planific¨® desde la cantera, gracias a los sofisticados conocimientos de ingenier¨ªa, geolog¨ªa, geometr¨ªa y astronom¨ªa con que contaban sus constructores¡±. Este experto se?ala que lo primero que se hizo fue preparar un pavimento sin baches para que las piedras no vibrasen, y luego este se nivel¨® con travesa?os para que los trineos donde iban montadas se deslizasen f¨¢cilmente.
Como en el Neol¨ªtico no exist¨ªa maquinaria pesada para levantar una piedra tan descomunal, se decidi¨® soterrar el edificio megal¨ªtico, formado por ortostatos ¡ªbloques de piedras colocados verticalmente¡ª. De esta manera, se pudo deslizar las losas de cobija convexas sobre los ortostatos y pilares, sin necesidad de subir rampas.
La enorme presi¨®n ejercida por las cobijas y el t¨²mulo que lo recubre hizo que los ingenieros dise?asen los ortostatos con una inclinaci¨®n entre 83 y 86 grados, con el fin de que apoyasen unos sobre otros y el edificio consiguiera unirse formando una unidad. ¡°La inclinaci¨®n unific¨® todos los ortostatos y se cre¨® un reparto de esfuerzos homog¨¦neo¡±, explica Lozano. Para que las losas no se rompiesen por el centro, se colocaron pilares y, se le dio a la cara superior de las cobijas, sobre todo a la losa m¨¢s pesada, una forma convexa. As¨ª actuaron como arcos de descarga, tal y como ocurre en el techo de las catedrales medievales y modernas, consiguiendo as¨ª desplazar los esfuerzos hacia los ortostatos. ¡°Es el primer uso constatado del principio del arco de descarga, hace casi 6.000 a?os. Es uno de los primeros edificios complejos en piedra de la historia de la humanidad¡±, aclara el investigador.
El estudio a?ade que el dise?o ingenieril y su orientaci¨®n ¡°hacia la monta?a de la Pe?a de los Enamorados y con una significaci¨®n solar¡±, demuestra que en el Neol¨ªtico se ten¨ªan ya conocimientos cient¨ªficos de una precisi¨®n y de una brillantez inventiva extraordinaria. El dolmen de Menga muestra un alineamiento astron¨®mico: su orientaci¨®n solar hace que, durante el solsticio de verano, el lado izquierdo de la c¨¢mara interior permanezca en sombra; y mientras tanto, gran parte del lado derecho queda iluminado.
Los megalitos son estructuras hechas de piedras grandes y se encuentran en una variedad de regiones a lo largo el mundo, sobre todo en la Europa de la Prehistoria tard¨ªa (Neol¨ªtico, Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro), donde la monumentalidad megal¨ªtica estuvo muy extendida. Las primeras construcciones monumentales en piedra de la humanidad encierran, adem¨¢s, profundos mensajes sociales e ideol¨®gicos durables y visibles. La longevidad de las piedras grandes (a diferencia de la madera) y su impacto visual en los paisajes circundantes sugieren que la persistencia a largo plazo fue un importante motor de su construcci¨®n.
El sitio megal¨ªtico de Antequera incluye dos formaciones naturales (la Pe?a de los Enamorados y el macizo k¨¢rstico de El Torcal), adem¨¢s de cuatro grandes monumentos: el citado dolmen de Menga, el de Viera, el tholos circular de El Romeral y el recientemente descubierto hipogeo megal¨ªtico de Piedras Blancas, situado al pie de la Pe?a de los Enamorados.
Menga es ¨²nico para su ¨¦poca por varias razones, seg¨²n afirma el estudio firmado por expertos del CSIC y las universidades del Alcal¨¢, Salamanca, Sevilla y Granada. El uso de pilares para soportar las gigantescas piedras angulares y la incrustaci¨®n de una gran parte del edificio en el lecho de roca para alcanzar la estabilidad, as¨ª como el perfecto encaje de los ortostatos entre s¨ª, lo convierten en un monumento con ¡°caracter¨ªsticas que no se ven en ninguna otra construcci¨®n megal¨ªtica¡±.
Un conocimiento profundo de las propiedades y ubicaci¨®n de las rocas disponibles, nociones de f¨ªsica elemental ¡ªfricci¨®n, energ¨ªa de activaci¨®n, pendiente ¨®ptima de la rampa, estimaci¨®n del centro de masa o capacidad de carga de las rocas disponibles¡ª, lo hacen ¨²nico y demuestran el dominio, entre otras disciplinas, de la geometr¨ªa, la ingenier¨ªa y la astronom¨ªa. Para los investigadores, todo eso lo confirma ¡°la alineaci¨®n precisa del eje de simetr¨ªa central de Menga a 45 grados, coincidiendo as¨ª con el natural plano de orientaci¨®n del farall¨®n norte de la Pe?a de los Enamorados al que se orienta el dolmen¡±.
Los autores consideran que, debido a la acumulaci¨®n de conocimientos avanzados en diversos campos de la geolog¨ªa, la f¨ªsica, las matem¨¢ticas y la astronom¨ªa, este dolmen no solo representa una haza?a de la ingenier¨ªa temprana, sino tambi¨¦n un paso sustancial en el avance de la ciencia humana. ¡°Menga demuestra el exitoso intento de hacer un colosal monumento que perdurase miles de a?os¡±, concluye el estudio.
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