El ¡®show¡¯ del ADN de Crist¨®bal Col¨®n: pudo ser un jud¨ªo de Valencia, o no
Los especialistas critican la ausencia de pruebas cient¨ªficas en el documental de RTVE protagonizado por el forense Jos¨¦ Antonio Lorente, que no ha publicado ning¨²n an¨¢lisis desde la exhumaci¨®n de la supuesta tumba del navegante en 2003
El espect¨¢culo alrededor de la supuesta procedencia de Crist¨®bal Col¨®n ha generado estupefacci¨®n en la comunidad cient¨ªfica. El documental Col¨®n ADN. Su verdadero origen, emitido precisamente el d¨ªa de la Fiesta Nacional en La 1 de Televisi¨®n Espa?ola, sugiere que el navegante no era genov¨¦s y cristiano, sino nacido en la actual Espa?a y jud¨ªo. El protagonista absoluto del autodenominado thriller, el forense Jos¨¦ Antonio Lorente, todav¨ªa no ha publicado ning¨²n estudio cient¨ªfico que demuestre lo que sostiene.
El documental, planteado como un programa de telerrealidad en el que Lorente va descartando a una serie de concursantes ¡ªlos impulsores de las teor¨ªas de que Col¨®n era castellano, portugu¨¦s, gallego, mallorqu¨ªn o agote vasconavarro¡ª, culmina con una escena en la que solo queda una posibilidad, la sostenida por el arquitecto Francesc Albardaner, autor del libro La catalanitat de Colom.
Lorente se re¨²ne con Albardaner, gravemente enfermo por una leucemia aguda mielobl¨¢stica, en un jard¨ªn, con una emotiva m¨²sica de violines. ¡°Tengo miedo de morirme sin acabar de redondear una hip¨®tesis en la que he estado trabajando durante tantos a?os¡±, afirma el arquitecto. Lorente, catedr¨¢tico de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, le tranquiliza.
¡ªTe tengo que decir que todas las teor¨ªas estas puntuales de que Col¨®n era hijo de tal y tal se han descartado todas.
¡ª?Y la m¨ªa? ?Qu¨¦ hay de lo m¨ªo?
¡ªDe lo tuyo, con toda la alegr¨ªa y emoci¨®n del mundo, te tengo que decir que eres el que m¨¢s cerca est¨¢ de que sea as¨ª.
Albardaner expone entonces su hip¨®tesis: ¡°Col¨®n era un jud¨ªo sefardita, siguiendo las tradiciones y costumbres jud¨ªas. Tuvo maestros jud¨ªos que le ense?aron la religi¨®n jud¨ªa, pero, eso s¨ª, en la esfera p¨²blica, aparentemente, era cristiano¡±. Y remacha: ¡°Seg¨²n mi teor¨ªa, nace en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde hab¨ªa una larga tradici¨®n dentro de la comunidad jud¨ªa de tejedores de seda¡±.
El genetista Antonio Alonso, que dirigi¨® el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses hasta enero, es contundente: ¡°Desgraciadamente, desde el ¨¢mbito cient¨ªfico no se puede hacer valoraci¨®n alguna tras el visionado del documental, ya que no se ofrece un m¨ªnimo dato de lo analizado. Mi conclusi¨®n es que el documental Col¨®n ADN no muestra en ning¨²n momento el ADN de Col¨®n y los cient¨ªficos no sabemos qu¨¦ an¨¢lisis se han hecho¡±.
Mi conclusi¨®n es que el documental ¡®Col¨®n ADN¡¯ no muestra en ning¨²n momento el ADN de Col¨®nAntonio Alonso, exdirector del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses
La historia del proyecto es inusual. Un profesor de instituto de la localidad sevillana de Estepa, Marcial Castro, acudi¨® en 2001 al laboratorio de Lorente para sugerirle que analizara el ADN de los supuestos restos de Crist¨®bal Col¨®n en la Catedral de Sevilla. El equipo consigui¨® los permisos y en 2003 exhum¨® la presunta tumba del navegante y tambi¨¦n el vecino sepulcro de su hijo Hernando. Los restos hallados en ambas sepulturas se cubrieron solemnemente con la bandera de Espa?a, ante decenas de periodistas. El grupo tambi¨¦n rescat¨® los supuestos restos de Diego Col¨®n, hermano de Crist¨®bal, que se encontraban en una lata llena de agua en una f¨¢brica de loza instalada en un antiguo monasterio cartujo sevillano.
El antrop¨®logo forense Miguel Botella, tambi¨¦n de la Universidad de Granada, recuerda con humor aquel d¨ªa de 2003 en el que esper¨® a que abriesen la caja donde se conservaban los supuestos huesos de Crist¨®bal Col¨®n en su enterramiento en la Catedral de Sevilla, donde reposaba desde 1899. ¡°Todo el mundo esperaba que saliera Col¨®n diciendo ¡®Hola¡¯, pero solo hab¨ªa 150 gramos de hueso en fragmentos¡±, explica. El m¨¢s grande tendr¨ªa unos cuatro cent¨ªmetros.
Botella analiz¨® el amasijo de huesos durante seis d¨ªas con esc¨¢neres l¨¢ser. Solo pudo asegurar que todos los restos pertenec¨ªan a la misma persona: un hombre de entre 50 y 70 a?os, m¨¢s pr¨®ximo a los 60, y que hab¨ªa una marca que indicaba que hab¨ªa sido descarnado. ¡°Supongo que cuando lo trasladaron de Valladolid a Sevilla¡±, explica, en referencia a uno de los numerosos periplos de los supuestos restos de Crist¨®bal Col¨®n, que viajaron desde Valladolid, donde falleci¨® en 1506, hasta Sevilla tres a?os despu¨¦s, a la ciudad caribe?a de Santo Domingo en 1544, a La Habana (Cuba) en 1795 y de vuelta a Sevilla en 1899. Tras la exhumaci¨®n de 2003, no se pudo extraer ADN de los huesos, asegura Botella. El antrop¨®logo afirma que dej¨® de colaborar con el equipo responsable de la investigaci¨®n tras aquellos primeros an¨¢lisis y no ha querido participar m¨¢s.
Lorente proclam¨® entonces que iba a analizar el ADN de los tres supuestos miembros de la familia Col¨®n con la ayuda de prestigiosos genetistas, como ?ngel Carracedo, de la Universidad de Santiago de Compostela; y Mark Stoneking, del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva, en Leipzig (Alemania). Carracedo recuerda que el ADN que le lleg¨® a ¨¦l estaba tremendamente degradado y posteriormente se desvincul¨® del proyecto. Asegura que no opinar¨¢ de los nuevos resultados de Lorente hasta que exista un estudio cient¨ªfico serio publicado en una revista especializada. La respuesta del genetista del Instituto Max Planck a preguntas de este peri¨®dico es similar: ¡°Lo siento, mi grupo dej¨® de trabajar en esto en 2005 y no he escuchado nada sobre los resultados m¨¢s recientes¡±.
El catedr¨¢tico de Granada defiende su decisi¨®n de no publicar ni un solo dato desde hace m¨¢s de 20 a?os. ¡°El estudio sobre Crist¨®bal Col¨®n y su familia ha sido considerado siempre como una unidad, como algo conjunto e inseparable, por parte de nuestra universidad y de nuestro equipo, y hasta que no est¨¦ finalizada la investigaci¨®n no se publicar¨¢ nada¡±, ha asegurado a EL PA?S. A su juicio, Col¨®n ADN, dirigida por el periodista Regis Francisco L¨®pez (Story Producciones), ¡°no es un documental cient¨ªfico, sino una pel¨ªcula¡± basada en sus estudios. Los resultados cient¨ªficos, sostiene, se presentar¨¢n en una rueda de prensa probablemente a finales del mes de noviembre. Hasta entonces, Lorente afirma que no har¨¢ declaraciones.
Hasta que no est¨¦ finalizada la investigaci¨®n no se publicar¨¢ nadaJos¨¦ Antonio Lorente, forense de la Universidad de Granada
Pese a la extrema degradaci¨®n del ADN, el forense ya proclam¨® en 2006 que no hab¨ªa ¡°ninguna duda¡± de que los huesos de la Catedral de Sevilla pertenecieron al navegante que descubri¨® un Nuevo Mundo a ojos de los europeos. Lorente no present¨® ninguna prueba, pero su palabra fue noticia mundial. La cadena estadounidense NBC titul¨®: ¡°El ADN confirma que hay restos de Col¨®n en Espa?a¡±.
El catedr¨¢tico explic¨® en 2007 que la clave era el ADN mitocondrial, un peque?o fragmento que solo se hereda de las madres. ¡°En los estudios de identificaci¨®n de Crist¨®bal Col¨®n desarrollados hasta la fecha, se ha tratado de responder a dos cuestiones principales: una, d¨®nde est¨¢n los huesos de Col¨®n, y dos, de d¨®nde era Crist¨®bal Col¨®n¡±, se?al¨® Lorente en la revista Medicina Balear. ¡°La respuesta a la primera cuesti¨®n tiene ya una respuesta definitiva, porque, tras la comparaci¨®n del ADN mitocondrial de los huesos ¡ªpresuntos¡ª de Col¨®n que hay en la Catedral de Sevilla con el ADN de los huesos de su hermano Diego, se ha observado que ambos son id¨¦nticos (propio de personas con la misma madre)¡±, sostuvo el forense.
Lorente reconoci¨® m¨¢s tarde, en una publicaci¨®n en 2010, que los fragmentos de ADN mitocondrial obtenidos eran ¡°muy peque?os¡±, insuficientes para llegar a conclusiones. El documental Col¨®n ADN, de hecho, asegura ahora que los supuestos restos de Crist¨®bal y Diego no corresponden a los de dos hermanos, sino a dos primos segundos.
El genetista Antonio Alonso lamenta la falta de una revisi¨®n cient¨ªfica externa. ¡°No se entiende que se presenten ante la sociedad datos que la comunidad cient¨ªfica no ha avalado todav¨ªa, lo que pone en riesgo los propios datos y las hip¨®tesis planteadas¡±, argumenta. A Alonso tambi¨¦n le sorprende la ausencia de otros investigadores en el filme, pese a que Lorente asegura que fue esencial el trabajo de expertos de Estados Unidos y Australia. ¡°Aqu¨ª hay un protagonismo exagerado de solo un cient¨ªfico. Ni aparece el equipo de Granada ni los laboratorios colaboradores de ADN antiguo de California y Adelaida que parecen de gran relevancia en el ¨¦xito de los an¨¢lisis¡±, se?ala.
Alonso, reci¨¦n jubilado, es uno de los mayores expertos de Espa?a en gen¨¦tica forense. Trabaj¨® en la identificaci¨®n de las v¨ªctimas de los atentados del 11-M, en la investigaci¨®n de decenas de denuncias de presuntos robos de beb¨¦s, en el reconocimiento de los asesinados en la Guerra Civil Espa?ola e incluso en los intentos de hallar los restos del escritor Miguel de Cervantes. Afirma que el documental Col¨®n ADN no le aporta nada como cient¨ªfico. ¡°No sabemos cu¨¢les son las regiones de ADN analizadas, ni la tecnolog¨ªa de an¨¢lisis utilizada, ni los resultados obtenidos, lo que hace imposible hacer una valoraci¨®n correcta de sus hallazgos¡±, lamenta.
En el punto ¨¢lgido del documental, Lorente le dice a Francesc Albardaner, el defensor de ¡°la catalanidad¡± del navegante: ¡°Tenemos ADN de Crist¨®bal Col¨®n muy parcial, pero suficiente, pero tenemos ADN de Hernando Col¨®n, que est¨¢ confirmado que es su hijo [...] Lo que s¨ª es muy importante en tu teor¨ªa es que tanto en el cromosoma Y [heredado del padre] como en el ADN mitocondrial [heredado de la madre] de Hernando hay rasgos compatibles con un origen jud¨ªo¡±.
Alonso recuerda que hay agrupaciones de variantes gen¨¦ticas (llamadas haplotipos o haplogrupos) que tienden a heredarse juntas y pueden ser caracter¨ªsticas de determinados linajes familiares, pero advierte de que a menudo coinciden con las de otros grupos, por ejemplo en poblaciones hist¨®ricamente jud¨ªas o no jud¨ªas. ¡°En cualquier caso, tener una genealog¨ªa, un haplogrupo o un haplotipo de ascendencia ¡®jud¨ªa¡¯ ¡ª?o sefard¨ª?¡ª no pone en duda el lugar de nacimiento de Col¨®n en G¨¦nova que defienden las fuentes hist¨®ricas y tampoco nos dice nada de las creencias religiosas que profesaban las generaciones de familiares (padres, abuelos¡) pr¨®ximas a Col¨®n¡±, recalca.
El mexicano Rodrigo Barquera es experto en arqueogen¨¦tica del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva, uno de los centros m¨¢s prestigiosos del mundo en el an¨¢lisis de ADN antiguo. Barquera ha realizado estudios de ADN de restos humanos previos a la llegada de europeos a Am¨¦rica, como los de ni?os sacrificados por los mayas en Chich¨¦n-Itz¨¢ (M¨¦xico). El investigador es muy cr¨ªtico con la forma en la que se han presentado los datos, a trav¨¦s de un documental, y sin el respaldo de un art¨ªculo cient¨ªfico serio revisado por expertos independientes, sobre todo dado el enorme inter¨¦s que suscita la figura de Crist¨®bal Col¨®n y su procedencia. ¡°Normalmente, se env¨ªa el art¨ªculo a una revista cient¨ªfica¡±, detalla. ¡°Esta le asigna un editor y al menos tres revisores independientes que califican el trabajo y deciden si es cient¨ªficamente v¨¢lido. Si lo es, se publica, y a partir de ah¨ª el resto de la comunidad cient¨ªfica puede decir si est¨¢ de acuerdo o no. Ponerlo en una pantalla, alejado de este di¨¢logo y con todos los focos medi¨¢ticos, obstaculiza que la comunidad cient¨ªfica pueda decir algo al respecto¡±, destaca.
Ajeno a la nueva pol¨¦mica, el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol de la Real Academia de la Historia sigue ofreciendo la versi¨®n oficial. En la entrada dedicada a Crist¨®bal Col¨®n, el historiador Juan P¨¦rez de Tudela y Bueso, fallecido en 2004, carg¨® contra los ¡°patrioterismos m¨¢s emotivos que razonantes¡± que exig¨ªan ¡°completar la gloria espa?ola del descubrimiento, haciendo espa?ol a su protagonista¡±. A su juicio, ¡°el primer requisito para espa?olizar al Descubridor es el de descalificar como pura supercher¨ªa las fuentes m¨¢s pr¨®ximas a la vida del almirante¡±.
¡°Fueron muchos los estudiosos que trataron de buscar a Col¨®n cunas en la pen¨ªnsula ib¨¦rica. [...] Tambi¨¦n hay que anotar el empe?o de Salvador de Madariaga [un diplom¨¢tico autor de la biograf¨ªa Christopher Columbus en 1939] por radicar a Col¨®n en el seno de una familia judeoconversa. Frente a esas pretensiones se alza un argumento incontestable: los testimonios de la ¨¦poca ¡ªincluido el del propio Descubridor en el documento fundacional del mayorazgo a favor de su hijo Diego¡ª son un¨¢nimes a la hora de fijar en G¨¦nova el solar de los Colombo¡±, argument¨® P¨¦rez de Tudela y Bueso, catedr¨¢tico de Historia Moderna en la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Adem¨¢s, investigadores genoveses han probado fehacientemente que el almirante fue hijo de Dom¨¦nico Colombo y de Susana Fontanarosso (Fontanarrubea), pertenecientes ambos a familias ligures dedicadas a la fabricaci¨®n textil¡±, sentenci¨®.
Antonio Salas dirige el grupo Gen¨¦tica de Poblaciones en Biomedicina en el Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria de Santiago de Compostela. ¡°El documental promet¨ªa centrarse en el an¨¢lisis de ADN, como sugiere su t¨ªtulo Col¨®n ADN. Su verdadero origen. Sin embargo, la informaci¨®n gen¨¦tica que ofrece es muy limitada. Solo al final se menciona que lo ¨²nico que se logr¨® recuperar de los presuntos restos de Crist¨®bal Col¨®n fue un perfil parcial del cromosoma Y. El problema es que el cromosoma Y representa solo una m¨ªnima fracci¨®n de nuestro ADN y de nuestra ancestralidad¡±, reflexiona.
¡°El documental se precipita hacia su conclusi¨®n con la afirmaci¨®n de que Crist¨®bal Col¨®n era un jud¨ªo sefard¨ª originario del Levante espa?ol. Esta hip¨®tesis resulta, como m¨ªnimo, sorprendente: no existe un cromosoma Y que pueda definirse de manera exclusiva como jud¨ªo-sefard¨ª¡±, argumenta Salas. ¡°Incluso si se recuperara la totalidad del ADN de un individuo, seguir¨ªa siendo imposible llegar a conclusiones definitivas sobre su origen geogr¨¢fico exacto. El reconocido genetista Mark Jobling lo expres¨® de manera precisa: La mejor respuesta a la pregunta ¡®?D¨®nde vivieron mis ancestros?¡¯ ser¨ªa ¡®En todas partes¡±.