Celsius y Fahrenheit
?Puede haber confusi¨®n entre los grados cent¨ªgrados, Celsius y Fahrenheit?
Algunos lectores se han sorprendido de que se hable de f¨ªsica en una secci¨®n que, oficialmente, figura en el apartado ¡°Matem¨¢ticas¡±; pero no hay que olvidar que fue precisamente Galileo, el padre de la f¨ªsica, quien dijo que el libro de la naturaleza est¨¢ escrito en el lenguaje de las matem¨¢ticas. Dicho de otro modo: la f¨ªsica tiene de ciencia lo que tiene de matem¨¢ticas, por lo que transitar entre ambas materias es de lo m¨¢s natural (nunca mejor dicho), m¨¢xime en una secci¨®n denominada ¡°El juego de la ciencia¡±. As¨ª que¡
?Puede haber una estufa el¨¦ctrica de bajo consumo?, nos pregunt¨¢bamos la semana pasada (pregunta nada balad¨ª teniendo en cuenta los niveles de latrocinio alcanzados por las tarifas el¨¦ctricas). Pues no, y por una raz¨®n muy sencilla: si un motor el¨¦ctrico o una bombilla no tienen un rendimiento del 100 %, es porque parte de la energ¨ªa se pierde en forma de calor; pero cuando de lo que se trata es precisamente de producir calor, no hay p¨¦rdida que valga: 1 kilovatio-hora equivale a 860 kilocalor¨ªas (?cu¨¢nta agua podemos hervir con 1 kWh?), y no hay forma de aumentar este rendimiento sin violar la ley de la conservaci¨®n de la energ¨ªa; y tampoco de disminuirlo, pues la energ¨ªa acaba degrad¨¢ndose en calor (lo cual no es ninguna degradaci¨®n cuando lo que se busca es precisamente producir calor).
En el caso de las bombillas, s¨ª, por supuesto, las hay de bajo consumo, puesto que, en las tradicionales bombillas incandescentes, que, como su nombre indica, producen luz calentando un filamento de tungsteno hasta ponerlo al rojo blanco, gran parte de la energ¨ªa se dedica a sobrecalentar el filamento y se convierte en infrarrojos, invisibles para el ojo humano. Por eso las bombillas antiguas queman, si las tocamos, a los pocos segundos de estar encendidas, y por eso en muchos pa¨ªses est¨¢n prohibidas, pues suponen un enorme despilfarro energ¨¦tico. Las l¨¢mparas LED y las fluorescentes tienen un rendimiento unas cinco o seis veces mayor.
Calor y fr¨ªo
La electricidad se puede usar para calentar, y tambi¨¦n para refrescar: ah¨ª est¨¢n para demostrarlo los ventiladores y los frigor¨ªficos. Pero ?no hab¨ªamos quedado en que la energ¨ªa se convierte, directa o indirectamente, en calor?
Otros¨ª, consideremos las siguientes frases:
¡°Apaga el ventilador, que hace mucho calor¡±.
¡°Arr¨ªmate al frigor¨ªfico, que hace mucho fr¨ªo¡±.
?Son meros disparates o pueden tener alg¨²n sentido?
Y de las frases disparatadas al di¨¢logo de besugos:
Dos pescadores est¨¢n cruzando un lago en una barca de remos. Uno de ellos pregunta por la temperatura y el otro, tras consultar un term¨®metro, dice un determinado n¨²mero de grados.
¡°?Celsius o Fahrenheit?¡±, pregunta el primero.
¡°Da igual¡±, contesta el segundo.
?Es aceptable la respuesta? ?Y si en vez de pescadores fueran cazadores de leones? ?Y si fueran cazadores de osos?
Y, hablando de tropel¨ªas, si alguien que no tuviera cerillas quisiera quemar un libro calent¨¢ndolo en una sart¨¦n, ?a cu¨¢ntos grados Celsius tendr¨ªa que calentarlo? (No intenten hacerlo en casa).
Recordemos que en la escala Fahrenheit el agua se congela a 32 ¡ãF y hierve a 212 ¡ãF, y no hace falta recordar, pues todo el mundo lo sabe, que se congela a 0 ¡ãC y hierve a 100 ¡ãC. Lo que s¨ª conviene se?alar, pues muchos (incluidos los medios de comunicaci¨®n) no se dan por enterados, es que no es correcto hablar de ¡°grados cent¨ªgrados¡± (v¨¦ase al respecto, en estas mismas p¨¢ginas, el interesante art¨ªculo de Dolores del Campo ¡°?Es verdad que los grados cent¨ªgrados no existen?¡±).
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos ¡®Maldita f¨ªsica¡¯, ¡®Malditas matem¨¢ticas¡¯ o ¡®El gran juego¡¯. Fue guionista de ¡®La bola de cristal¡¯.
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