?Podr¨¢ un dispositivo artificial igualar a la inteligencia del cerebro humano?
Las posibilidades de la inteligencia artificial hoy son tan extraordinarias como impredecibles y no dejan de retar a las biol¨®gicas
El desarrollo y las nuevas posibilidades que nos ofrece cada d¨ªa la inteligencia artificial no dejan de sorprendernos. Entre lo m¨¢s relevante hoy para Materia gris podemos destacar la creaci¨®n de algoritmos capaces de rastrear neuroim¨¢genes y datos gen¨¦ticos y fisiol¨®gicos de numerosos individuos de los que extraer marcadores biol¨®gicos capaces de predecir con acierto el curso de enfermedades neurol¨®gicas y mentales como la del alzh¨¦imer. Sin duda, es algo que puede ayudar a concebir o perfeccionar tratamientos para combatir la neurodegeneraci¨®n o su progreso.
Un tipo diferente de ese desarrollo es el ya muy popular ChatGPT (Chat Generative Pre-trained Transformer), un amplio consultorio inform¨¢tico al que podemos acceder hoy gratuitamente para pedirle cosas anta?o impensables, como que nos redacte un informe sobre un caso jur¨ªdico, que nos escriba un art¨ªculo period¨ªstico sobre un determinado tema o que nos resuelva un complejo problema, incluso de naturaleza emocional, aportando variedad de soluciones. Como soy al¨¦rgico al polen, acabo de preguntarle a mi ChatGPT d¨®nde debo ir de vacaciones para no sufrir esa alergia y su respuesta no deja de ser acertada.
Pero, como suele ocurrir ante los avances importantes de la ciencia, la inteligencia artificial no est¨¢ exenta de cr¨ªticas. En el caso particular del ChatGPT, que ya acumula m¨¢s de 100 millones de usuarios en todo el mundo, su creador, la empresa OpenAI, recibe cr¨ªticas que van desde la copia de informaci¨®n en internet y su tratamiento estad¨ªstico m¨¢s que cognitivo a la invenci¨®n de datos o hechos y tambi¨¦n a los usos maliciosos de la tecnolog¨ªa, lo que, a su vez, sumerge al ChatGPT en el conflicto moral que casi siempre suscitan los grandes avances cient¨ªficos y tecnol¨®gicos.
Nuevas versiones m¨¢s poderosas de los artilugios hasta ahora desarrollados (por ejemplo, un ChatGPT-turbo), est¨¢n en ciernes, por lo que dir¨ªase que la inteligencia artificial est¨¢ llamada a sustituir o incluso superar muchas de las actividades humanas, incluyendo, especialmente, las relacionadas con el ingenio y la creatividad. Sus posibilidades hoy son tan extraordinarias como impredecibles y no dejan de retar a las biol¨®gicas y propias de su creador, que no es otro que el cerebro humano.
Ese reto nos lleva a la pregunta del presente art¨ªculo y a considerar, asimismo, que todo lo que sea desarrollar simulaciones del funcionamiento del cerebro puede ser tambi¨¦n un modo de conocerlo m¨¢s y mejor. Pero, de entrada, nos encontramos con el obst¨¢culo de que todav¨ªa no conocemos todos los secretos funcionales del cerebro humano, un ¨®rgano que contiene la impresionante cifra de 85.000 millones de neuronas interconectadas de manera muy compleja por unas 10?? sinapsis, por lo que la inteligencia artificial, sus algoritmos y programas de aprendizaje (machine-learning) siempre estar¨¢n tratando de reproducir o simular algo que solo conocemos limitadamente.
Es cierto que ahora estamos en posesi¨®n y podemos aprender mucho de la abundancia de datos anat¨®micos, fisiol¨®gicos y gen¨¦ticos, as¨ª como del conectoma estructural del cerebro humano, es decir, del modo en que se conectan sus neuronas. Pero, incluso si fu¨¦ramos capaces de simular todos esos datos en un complejo programa de inteligencia artificial todav¨ªa podr¨ªamos estar lejos de garantizar una verdadera reproducci¨®n de lo que hace o puede hacer el cerebro humano.
Es por lo que Viren Jain, especialista californiano en computaci¨®n y ciencia cognitiva, l¨ªder en el estudio de la conectividad cerebral, es decir, del conexionado entre las neuronas, se plantea en un reciente art¨ªculo en Nature si, verdaderamente, puede una m¨¢quina de aprendizaje usarse para construir modelos que simulen la actividad de los cerebros, o si podemos entrenar programas de inteligencia artificial en conectomas y otros datos para reproducir la misma actividad de las neuronas que esperar¨ªamos encontrar en los sistemas biol¨®gicos, o tambi¨¦n si puede comprenderse un sistema como el cerebro humano cuando las matem¨¢ticas o un ordenador reproduzcan, aparentemente, su comportamiento.
Viren Jain cree, asimismo, que, aunque el principal problema que afrontan estudios m¨²ltiples como el ya abandonado European Human Brain Project sea todav¨ªa el limitado conocimiento de detallados mapas anat¨®micos y funcionales del cerebro, sigue siendo muy dif¨ªcil evaluar en qu¨¦ medida los sistemas de simulaci¨®n artificialmente desarrollados podr¨ªan capturar con precisi¨®n lo que ocurre en los sistemas biol¨®gicos. Un problema a?adido ser¨ªa el modo en que tendr¨ªa que expresarse un artilugio inteligente artificial para que lo consider¨¢ramos certeramente comparable al cerebro humano.
Por otro lado, ni siquiera est¨¢ claro que lleguemos a ser capaces de construir artificialmente algo tan complejo como el cerebro humano, un ¨®rgano dotado, adem¨¢s, de capacidades funcionales emergentes, como la consciencia fenomenol¨®gica, cuya naturaleza todav¨ªa no conocemos. La hip¨®tesis de la integraci¨®n funcional de cient¨ªficos como Giulio Tononi o Christof Koch asume que la consciencia surge espont¨¢neamente de los sistemas complejos como el cerebro humano, es decir, que nos viene, por as¨ª decirlo, de serie al nacer. Eso significa que, si la inteligencia artificial fuese capaz alg¨²n d¨ªa de construir un sistema tan complejo como nuestro cerebro, sus capacidades emergentes superiores podr¨ªan surgir tambi¨¦n espont¨¢neamente de ese sistema, aunque sigui¨¦ramos sin comprender su verdadera naturaleza, es decir, el modo en que las hiciera posibles.
El tema, a buen seguro, no dejar¨¢ de suscitar el apasionante y secular debate de si la inteligencia de un sistema artificial podr¨ªa igualar, no digamos ya superar, a la de su propio creador. Hoy por hoy, no parece posible.
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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