Las principales aerol¨ªneas europeas no pagan por el 70% del CO? que emiten

Hace ya una d¨¦cada, la Uni¨®n Europea se embarc¨® en una guerra con pr¨¢cticamente el resto del mundo por el CO? que emiten los aviones. Bruselas pretend¨ªa que todos los vuelos comerciales que utilizaran los aeropuertos comunitarios pagaran por el di¨®xido de carbono que expulsan en sus trayectos. Las principales potencias, entre ellas EE UU, China y Rusia, se opusieron. Y la UE finalmente solo pudo aplicar este sistema a los vuelos dentro del territorio europeo, lo que obliga a las compa?¨ªas a acudir al sistema de comercio de derechos de emisiones comunitario (conocido por sus siglas en ingl¨¦s ETS).

La federaci¨®n europea de ONG Transporte y Medio Ambiente y la organizaci¨®n Carbon Market Watch han tenido acceso a los datos de emisiones de 2019 de las principales areol¨ªneas comunitarias. Y, seg¨²n sus c¨¢lculos, solo el 31% del CO? que emitieron estar¨ªa cubierto ahora por el sistema ETS. El resto de emisiones, al tratarse de vuelos fuera de la UE, no estar¨ªan sujetas a ese sistema y, por lo tanto, estar¨ªa libre de pagar cualquier cantidad. ¡°Los datos muestran que las aerol¨ªneas no pagan por la mayor parte de su contaminaci¨®n debido a que en la actualidad los vuelos procedentes o con destino a Europa est¨¢n excluidos del mercado de carbono de la UE¡±, resalta esta organizaci¨®n. ¡°En el caso de Lufthansa, British Airways y Air France, las aerol¨ªneas no pagan ni un c¨¦ntimo por el 77%, el 86% y el 83% de sus emisiones respectivamente¡±, a?ade esta federaci¨®n de ONG.

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Los malos humos amenazan a la aviaci¨®n

En el caso de Iberia, que ocupa el s¨¦ptimo lugar, el 83,8% de sus emisiones se quedaron fuera del sistema ETS en 2019. Llama la atenci¨®n el caso de la compa?¨ªa irlandesa Ryanair. Al contrario que sus competidoras, al estar su negocio muy centrado en el mercado europeo, el 85,5% de sus emisiones s¨ª est¨¢n sujetas al sistema ETS de comercio de emisiones.

Las gases de efecto invernadero que genera la aviaci¨®n mundial son una preocupaci¨®n desde hace tiempo en la lucha internacional contra el cambio clim¨¢tico. Porque las proyecciones indican que en las pr¨®ximas d¨¦cadas se disparar¨¢n si el sector sigue el ritmo de crecimiento de los ¨²ltimos a?os. Cuando hace una d¨¦cada Europa tuvo que renunciar a imponer una tasa a todos los aviones que usaran los aeropuertos comunitarios, lo hizo a cambio de la promesa del establecimiento de un sistema de derechos de emisiones global a partir de 2020. En 2016, se acord¨® la creaci¨®n de ese modelo, conocido como Corsia. La filosof¨ªa de este sistema es coger un a?o base para las emisiones ¡ªque finalmente es el 2019¡ª e intentar impedir que las aerol¨ªneas lo sobrepasen en los siguientes. Si emiten m¨¢s de ese nivel, est¨¢n obligadas a adquirir ¡°cr¨¦ditos de compensanci¨®n¡±.

Un sistema obligarorio en 2017

Este sistema no ser¨¢ obligatorio hasta 2027. En 2021 empieza la fase piloto. Y, como explica Pablo Mu?oz, coordinador de la campa?a de aviaci¨®n de Ecologistas en Acci¨®n, la Comisi¨®n Europea est¨¢ en estos momento debatiendo qu¨¦ hace con su modelo para los vuelos dom¨¦sticos dentro de la UE. ¡°En junio, la Comisi¨®n Europea determinar¨¢ si los vuelos procedentes o con destino a Europa deben o no entrar a formar parte del r¨¦gimen de comercio de derechos de emisi¨®n¡±, explica Transporte y Medio Ambiente. ¡°Adem¨¢s, propondr¨¢ tambi¨¦n una ley que obligue a las aerol¨ªneas a empezar a utilizar combustibles m¨¢s limpios, como el queroseno sint¨¦tico¡±, a?ade esta organizaci¨®n.

Algunas organizaciones ecologistas temen que en el caso de los vuelos dom¨¦sticos europeos se sustituya el actual modelo basado en el sistema de comercio de emisiones por Corsia. Esto llevar¨ªa, seg¨²n Transporte y Medio Ambiente, a un enorme aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviaci¨®n. ¡°La Uni¨®n Europea debe mostrar mucha mayor ambici¨®n en sus pol¨ªticas de descarbonizaci¨®n del sector de la aviaci¨®n¡±, sostiene Pablo Mu?oz. Adem¨¢s de por el mantenimiento del modelo ETA; este activista apuesta tambi¨¦n por el establecimiento de medidas fiscales como el impuesto al queroseno, frenar las ampliaciones de las infraestructuras aeroportuarias y ¡°promover la utilizaci¨®n de biocombustibles avanzados con estrictos criterios de sostenibilidad¡±.

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