Conil lucha por salvaguardar 65.000 hect¨¢reas de mar
Pescadores artesanales del pueblo gaditano impulsan una protecci¨®n de su caladero hist¨®rico que desata un enfrentamiento con la localidad vecina y la pesca deportiva
Conil de la Frontera es un pueblo de tradici¨®n contestataria. En el archivo de los Medina Sidonia hay r¨ªos de tinta con la respuesta social que el duque se encontr¨®, a principios del siglo XIX, cuando la pesca del at¨²n de almadraba pas¨® de las redes de tiro desde tierra a hacerse con barcos en el mar. No hay que irse tan atr¨¢s para que cualquier pescador artesanal relate c¨®mo, en 1987, lanzaron al mar 2.500 bidones de obras, hartos de la presencia de buques arrastreros que esquilmaban los fondos marinos. Acabaron por conseguir que el Gobierno crease el primer arrecife artificial de Andaluc¨ªa en 1989. La ¨²ltima revoluci¨®n de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Conil a¨²n est¨¢ en curso. Es m¨¢s burocr¨¢tica, pero igualmente ruidosa: intentan que el Estado proteja como reserva marina las m¨¢s de 65.000 hect¨¢reas n¨¢uticas en las que faenan para limitar la pesca descontrolada. Aunque la propuesta ni siquiera se ha materializado a¨²n en acciones concretas, el mero planteamiento ha levantado ampollas entre los 4.000 pescadores deportivos de la zona, a los que se ha sumado el alcalde del vecino municipio de Chiclana de la Frontera, contrariados por que la medida limite su actividad recreativa en la zona.
Que los pescadores tradicionales de Conil est¨¦n en contra de artes m¨¢s masivas como el arrastre no es nuevo. Sus formas de pesca selectiva con t¨¦cnicas como el palangre ¡ªformado por un largo sedal del que penden anzuelos¡ª dif¨ªcilmente pueden casar con las capturas de los barcos que lanzan grandes redes a los fondos marinos. S¨ª es m¨¢s inusual la guerra abierta ahora con los propietarios de embarcaciones deportivas que tienen la pesca ¡ªya sea a bordo de esos barcos, como de forma submarina¡ª solo como afici¨®n. Nicol¨¢s Fern¨¢ndez, secretario de la Cofrad¨ªa de Pescadores conile?a, a¨²n est¨¢ molesto por la contestaci¨®n que ha despertado lo que no deja de ser una propuesta de protecci¨®n medioambiental que, previsiblemente, limitar¨¢ para todos las capturas m¨¢ximas permitidas: ¡°Ten¨ªamos que ordenar nuestra actividad. No podemos exigirles a los dem¨¢s que se ordenen si nosotros no lo hacemos¡±.
La lucha de los 54 barcos profesionales de Conil ¡ªunos 200 empleos directos¡ª comenz¨® en 2010, cuando empezaron a recabar informaci¨®n con asociaciones ecologistas y expertos para elaborar un informe. Pero no ha sido hasta febrero cuando, sin ellos esperarlo, la Secretar¨ªa General de Pesca ¡ªdependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n¡ª anunci¨® que emprend¨ªa el estudio de su propuesta con la apertura del plazo de alegaciones. En juego est¨¢ que Espa?a sume la decimosegunda Reserva Marina de Inter¨¦s Pesquero; la m¨¢s grande de la Pen¨ªnsula al abarcar 35 kil¨®metros de costa, desde el Faro de Trafalgar, en Barbate, hasta Sancti Petri, en Chiclana, y 12 millas de las aguas territoriales espa?olas.
La gran extensi¨®n ¡°coincide con el caladero hist¨®rico de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Conil¡±, explica David Florido, antrop¨®logo de la Universidad de Sevilla, experto en pesca y colaborador del proyecto. Como reacci¨®n al inicio legal de los tr¨¢mites, el tablero de juego se ha puesto sobre la mesa en apenas dos semanas. A favor se han mostrado la Organizaci¨®n de Productores Pesqueros (OPP-72) ¡ªf¨®rmula jur¨ªdica bajo la que ha presentado su propuesta la cofrad¨ªa¡ª, el Ayuntamiento de Conil en pleno y diversos grupos ecologistas, como WWF o Ecologistas en Acci¨®n. En contra, una amalgama: la Asociaci¨®n de Pescadores Recreativos ¡ªaglutinada por 15 clubes y entidades¡ª, la Cofrad¨ªa de Pescadores de Barbate ¡ªdescolgada del acuerdo a ¨²ltima hora¡ª, el partido de ultraderecha Vox e, incluso, Jos¨¦ Mar¨ªa Rom¨¢n, alcalde de Chiclana (PSOE) y a la saz¨®n bi¨®logo, descontento por la supuesta falta de informaci¨®n en el proceso, aunque reconoce que su Ayuntamiento particip¨® en 2017 en una mesa informativa del proyecto. Los contrarios a la reserva han recogido hasta este lunes 19.515 firmas que pretenden presentar ante el Ministerio de Agricultura.
Tras las reuniones con parte de los agentes implicados se redact¨® el proyecto Mar de Gades, primera fase a la que deber¨¢n seguir otras si la reserva encuentra acogida en el ministerio. La propuesta, para cuya elaboraci¨®n se acometieron hasta 68 inmersiones y se tomaron 500 im¨¢genes de un fondo marino de gran riqueza, especifica que ¡°cinco de las diez especies con mayor presencia en el coral¨ªgeno presentan alguna figura de protecci¨®n; y 12 de las 70 especies censadas, alg¨²n nivel de amenaza¡±. El secretario de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Conil abunda en ello: ¡°Es el ¨²ltimo reducto del coral anaranjado del Mediterr¨¢neo que se adentra en el Atl¨¢ntico. Tenemos especies de flora y fauna que est¨¢n en peligro de extinci¨®n y otras tantas amenazadas¡±.
El secretario asegura que ven escasez de especies como el mero y que, para mantener estable su cuota de capturas ¡ªunas 500 toneladas anuales¡ª, la flota artesanal tiene que recurrir a caladeros cercanos.
El proyecto Mar de Gades no entra a evaluar medidas de control, aunque s¨ª propone tres zonas de reserva integral en las que estar¨ªa totalmente prohibido pescar, tanto para ellos como para aficionados. Tambi¨¦n abunda en la importancia de respetar al sector deportivo, cuantificado por el documento en ¡°1.670 embarcaciones de recreo en los puertos de la zona¡±, aunque tambi¨¦n contabiliza hasta ¡°61 pescadores ilegales submarinos¡±.
Limitaciones a la pesca recreativa
La pretensi¨®n de los pescadores tendr¨ªa damnificados. El abogado V¨ªctor Arnedillo, portavoz de la plataforma contra la reserva, que aglutina a unas 4.000 personas, teme que la protecci¨®n acabe por imponer limitaciones que restrinjan el n¨²mero de barcos recreativos que pudiesen acceder a la zona, que reduzca las capturas o, directamente, que se imponga la prohibici¨®n de los submarinistas, medidas tomadas en las otras reservas ya aprobadas. El letrado denuncia: ¡°Va a hacer que la pesca deportiva se reduzca de forma tal que ser¨ªa impracticable. La pesca submarina es muy selectiva¡±.
Mientras la gresca enfrenta a dos consistorios, el de Conil (22.775 habitantes) y el de Chiclana (85.150), los pescadores artesanales de la primera de estas localidades miran con preocupaci¨®n al mar. Fern¨¢ndez, el secretario de la cofrad¨ªa de Conil, ejemplifica: ¡°Al principio de los ochenta hab¨ªa muchas vieiras en la zona. Ya no quedan¡±. ?l defiende una reserva en la que puedan coexistir distintas formas de pesca de forma ¡°ordenada¡±, mientras se consiga reforzar el control a los furtivos y alejar a los barcos industriales de arrastre m¨¢s all¨¢ de las seis millas n¨¢uticas actuales. Si quiere llevar su plan a buen puerto necesita recabar m¨¢s apoyos porque en el ministerio advierten: ¡°Todas las reservas se hacen por consenso¡±.
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