Verle las ventajas al lobo

Un lobo mat¨® el 20 de abril en el reba?o de Javier Arroyo a un ternero de unos 20 d¨ªas cuando pastaba libre en el municipio de Cortos (?vila). En esta provincia se produce la mayor parte de los ataques al sur del Duero, zona en la que el c¨¢nido salvaje est¨¢ estrictamente protegido y no se puede cazar. A pesar de esta p¨¦rdida, la ¨²nica en a?os, Arroyo no tiene ninguna duda de que ¡°se puede convivir con el lobo¡±, porque ¨¦l, de familia ganadera desde hace generaciones, lo pone en pr¨¢ctica cada d¨ªa. Tiene 50 vacas adultas, 20 terneros y 650 ovejas.

La intenci¨®n del Gobierno de aumentar la protecci¨®n del lobo y de impedir su caza ha desatado las protestas de los ganaderos. Pero Arroyo muestra otra perspectiva:

¡°Por supuesto, en principio es un problema para el ganado y hay que adoptar medidas preventivas¡±, reflexiona, ¡°pero tengo claro que el lobo forma parte del entorno, ha llegado para quedarse y tenemos que vivir con ¨¦l¡±. Adem¨¢s, a?ade, es una especie que ¡°controla los ecosistemas¡±, porque al cazar animales salvajes d¨¦biles y enfermos (jabal¨ªes, o ungulados como cabras o ciervos) corta la expansi¨®n de enfermedades como la brucelosis, la sarna o la tuberculosis, que se transmiten al ganado. ¡°Y eso no lo hace la caza¡±, puntualiza.

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¡°En esta zona no hay manadas establecidas, pero s¨ª lobos de paso¡±, comenta este ganadero de 33 a?os, graduado en Ingenier¨ªa Agr¨ªcola, mientras camina al lado de las vacas que pastan desde hace 10 d¨ªas en un terreno comunal de 300 hect¨¢reas. El ganado va y viene a su aire y siempre duerme en el campo, pero detr¨¢s de un pastor el¨¦ctrico (cables electrificados con una peque?a bater¨ªa) que funciona a modo de cercado y las a¨ªsla en parcelas de entre cinco y 10 hect¨¢reas. ¡°Con el lobo, el pastor el¨¦ctrico no es muy efectivo porque se puede colar entre los cables, pero as¨ª evito que las vacas se desperdiguen, lo que implicar¨ªa un mayor peligro, y puedo gestionar los pastos¡±, aclara.

El gran problema son los terneros, no las vacas adultas, que se defienden solas, sobre todo las ocho que provienen de Zamora y est¨¢n acostumbradas a lidiar con el lobo. Por eso Arranz agrupa los partos en septiembre y en primavera, y las vacas paridas o a punto de parir pacen en otro lugar, en una parcela tambi¨¦n delimitada por un pastor el¨¦ctrico. ¡°As¨ª evito que haya terneros solos y al estar las madres m¨¢s juntas se ayudan en caso de ataque¡±, explica entre un semental y unos terneros que aparecen al trote. Adem¨¢s, desde hace un mes las vacas van equipadas con un localizador, que le permite saber con una aplicaci¨®n del m¨®vil d¨®nde se encuentran. Todos los d¨ªas ¨¦l o su padre se pasan a comprobar que todo est¨¢ bien. ¡°Es a lo que nos dedicamos, nuestra principal actividad, y vivimos en Cortos, cerca del ganado¡±, comenta.

Con el lobo al acecho, los mastines se han convertido en imprescindibles para el manejo del reba?o de 650 ovejas. No los usan con las vacas en extensivo porque es m¨¢s complicado ense?arles. Javier cuenta con cinco ejemplares, que se acercan a saludar cuando oyen el coche. De tan grandes imponen, pero no dan muestras de ninguna agresividad. Al rato, se retiran a sestear junto al reba?o. ¡°No hay ning¨²n problema si no haces nada al ganado y si est¨¢n bien educados¡±, explica. No se separan de las ovejas ni por la noche, cuando se guarda al reba?o en un redil. ?l y su padre las pastorean. El sistema ha funcionado y solo tuvieron un susto en 2010 cuando un lobo agarr¨® a una oveja por el cuello. ¡°Mi padre lo vio y el animal se asust¨® y la solt¨®¡±, relata. Aconseja a los excursionistas que si se topan con un reba?o tengan cuidado. Con los mastines en el campo lo mejor es no dirigirse hacia el ganado, sino rodearlo, y tampoco interactuar con ellos. Si se lleva perro, que vaya atado.

¡°No entiendo por qu¨¦ la gente del sur del Duero se ha metido tan de lleno en la pol¨¦mica sobre la protecci¨®n del lobo al norte de ese l¨ªmite, porque nosotros ya vivimos as¨ª, aqu¨ª no se puede cazar¡±, plantea. En las ¨¢reas donde el lobo est¨¢ protegido de forma estricta, como ocurre en ?vila, se permiten controles a cargo de la guarder¨ªa especializada en el caso de que haya ejemplares conflictivos. El a?o pasado la Junta de Castilla y Le¨®n, comunidad en la que m¨¢s ejemplares viven de toda Espa?a (unas 179 manadas), permiti¨® la captura de cinco de ellos. Por encima de la l¨ªnea del Duero las cosas cambian: el plan de aprovechamientos de Castilla y Le¨®n permite capturar 113 ejemplares cada a?o durante tres temporadas de caza, hasta 2022. De estos se abaten entre el 50% y el 60%. En toda Espa?a se calcula que existe una poblaci¨®n de entre 2.000 y 2.500, que se distribuyen en unas 297 manadas, seg¨²n el ¨²ltimo censo nacional, elaborado entre 2012 y 2014.

Arroyo se queja de la falta de apoyo por parte de la Junta de Castilla y Le¨®n. ¡°Es verdad que me dieron un mast¨ªn, pero no te ense?an a manejarlo y eso es imprescindible¡±, aclara. Lo que s¨ª hace el Ejecutivo regional al sur del Duero es pagar los da?os, siempre que se acrediten como ataques de lobo. ¡°El problema aqu¨ª es que los lobos se han acostumbrado a comer terneros porque es lo que m¨¢s hay¡±, sostiene Arroyo. En lo que no est¨¢ de acuerdo es en que la despoblaci¨®n del mundo rural se deba al c¨¢nido, porque ¡°pasa en cualquier lugar, haya o no lobo¡±.

El incremento de su protecci¨®n al norte del Duero anunciado para, como muy tarde, el pr¨®ximo 25 de septiembre por el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica har¨¢ que su gesti¨®n se iguale en todo el territorio nacional, y no se le podr¨¢ cazar en ning¨²n lugar. La medida ha producido un fuerte rechazo por parte de las comunidades loberas (Castilla y Le¨®n, Galicia, Cantabria y Asturias) en las que vive el 95% de la poblaci¨®n de la especie, y de las asociaciones ganaderas, que aseguran que la ¨²nica forma de convivencia es permitir que se cace como hasta ahora.

Jos¨¦ ?ngel Arranz, director general de Patrimonio Natural y Pol¨ªtica Forestal de la Junta de Castilla y Le¨®n, explica que el problema del establecimiento de medidas preventivas es el incremento de costes que acarrea. ¡°Tenemos l¨ªneas de mejora y subvenciones, pero no dejan de ser las explotaciones las que tienen que realizar la adaptaci¨®n, por ejemplo, la incorporaci¨®n de un pastor implica un gran incremento de los costes que puede convertir la explotaci¨®n en no viable¡±, explica. Reconoce que hay casos de ¨¦xito, pero mantiene que ¡°no se pueden extrapolar a todas las explotaciones, porque hay algunas con grandes extensiones de terreno y con el ganado suelto donde no funcionan¡±.

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