Costa Rica: un para¨ªso verde con los presupuestos en rojo
Afectado por la ca¨ªda del turismo y las medidas de austeridad fiscal, el pa¨ªs trata de compensar la ca¨ªda en los fondos para conservaci¨®n ambiental. La ministra de medio ambiente reconoce que la situaci¨®n es ¡°supercompleja¡± y que deben ¡°reinventarse¡±
Domingo Ag¨¹ero fue en mitad del siglo XX a ¡°conquistar monta?a¡± en el borde sur del Valle Central de Costa Rica, en bosques v¨ªrgenes que conectaban con la costa del Pac¨ªfico del pa¨ªs centroamericano. Afincado en esas tierras, las logr¨® titularizar a su nombre y all¨ª tal¨® un trozo para desarrollar ganader¨ªa y agricultura a peque?a escala con las que criar a su familia numerosa, pero mucho antes de morir (2018) comprendi¨® que el valor de esas 52 hect¨¢reas era mayor con su bosque, cuenta su hija Mercedes.
Sus hijos heredaron el esp¨ªritu conservacionista, sembraron especies maderables que nunca explotaron y vieron c¨®mo la naturaleza supo unir el bosque secundario con una porci¨®n de selva virgen. Hace poco tiempo lograron filmar decenas de animales silvestres en las ¨¢reas donde antes solo pasaban vacas o caballos. Por eso quieren mantener el bosque y para ello reciben desde 2012 un subsidio del Estado que no llega a 1.500 d¨®lares anuales, un monto casi simb¨®lico que, al menos, reconoce el valor ambiental de territorios de un corredor biol¨®gico llamado El paso de las lapas.
El problema es que ignoran qu¨¦ pasar¨¢ en 2022, al vencerse los contratos, pues saben que el Estado tiene serios apuros econ¨®micos para mantener los subsidios y una parte de la familia cree justo explotar la finca para sacarle algo de ganancia. Son los dilemas de los que hablan cuando se re¨²nen en la casa de la familia, en Las Esperanza de Carara, municipio Turrubares, a dos horas de San Jos¨¦, donde comienza un parque Nacional Carara de especial valor por ser transici¨®n entre bosques seco y h¨²medo.
La inquietud de la familia Ag¨¹ero no es infundada. Es la realidad que ya viven cientos de propietarios que hasta el a?o pasado eran beneficiarios de un programa estatal llamado Pago por Servicios Ambientales (PSA) desarrollado en los a?os 90 para estimular en finqueros y comunidades ind¨ªgenas la conservaci¨®n o la generaci¨®n de producci¨®n agr¨ªcola sostenible. Esos recursos del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) se han reducido por efectos de la crisis financiera en Costa Rica agravada por la pandemia y por la ca¨ªda en ingresos provenientes de un impuesto a los combustibles, dada la merma en la circulaci¨®n de veh¨ªculos durante el 2020.
El Gobierno se ha ce?ido a un tope de gasto para cumplir metas financieras y la naturaleza ha pagado parte de la factura. Las prioridades en los grupos opositores que dominan la Asamblea Legislativa tampoco parecen alineadas con las pol¨ªticas verdes y m¨¢s bien recortaron parte del plan de gastos propuesto por el Ejecutivo para el a?o 2022, ¨²ltimo del cuatrienio del presidente Carlos Alvarado. Con el equivalente a 90 millones de d¨®lares en el pr¨®ximo presupuesto anual, la aclamada naci¨®n centroamericana afronta la continuidad de su tarea conservacionista, sin ser la que m¨¢s dedica a ello. Datos comparados de 2018 de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (Cepal) indican que el Estado costarricense dedica a gasto ambiental un 0,11% de su PIB, por debajo de M¨¦xico, Guatemala, Honduras y Panam¨¢.
Los l¨ªmites presupuestarios para la gesti¨®n ambiental reflejan ahora una tendencia que ya se advert¨ªa preocupante y los efectos se notan en el terreno. Un informe del centro de investigaci¨®n Estado de la Naci¨®n se?al¨® que en 2020 se contrataron con el programa PSA 15.240 hect¨¢reas menos que en 2019, una reducci¨®n del 30%. En este a?o muchos quedaron fuera, seg¨²n explica Michael Antonio Porras, jefe regional de Fonafifo en la regi¨®n Caribe, quien cont¨® que hubo 218 solicitudes y solo se aprobaron 30, el 14%. ¡°No se puede as¨ª sin dinero¡±, lament¨®.
Uno de los finqueros que quedaron fuera, Juan Bautista Chaves, tiene 124 hect¨¢reas en el municipio Sarapiqu¨ª con ¨¢rboles de maderas preciadas en medio del bosque h¨²medo de la zona. ¡°Si eso sigue as¨ª, habr¨¢ que pensar en comprar una buena sierra, aunque tampoco quiero eso. Vamos a esperar¡±, dijo despu¨¦s de se?alar que recib¨ªa poco m¨¢s de 5.500 d¨®lares por a?o y casi todo se va en pagar a un cuidador.
Para 2022, el Ministerio de Ambiente (Minae) prev¨¦ una nueva disminuci¨®n de 25%, aunque las circunstancias han obligado al Gobierno a pasar el sombrero por el mundo y logr¨® recaudar dinero para crear un programa similar y multiplicar por tres el ¨¢rea cubierta por mecanismos de pago de servicios de mitigaci¨®n de emisiones.
¡°Hemos insistido en que este es un servicio global y se han encontrado algunas v¨ªas de acceso a fondos internacionales, pero con nuestro dinero es poco lo que se puede hacer. Estamos en una situaci¨®n supercompleja y tenemos que reinventarnos¡±, dijo a EL PA?S la ministra de Ambiente de Costa Rica, Andrea Meza, sobre las soluciones a¨²n pendientes.
En el a?o de la pandemia, se alcanz¨® una de las cifras de cobertura m¨¢s bajas registradas desde 1997 en los PSA, cuando se cre¨® el programa que ayud¨® a bajar la tasa de tala de 7.000 hect¨¢reas por a?o a 1.000, y que dos d¨¦cadas despu¨¦s ha sido reconocido internacionalmente como un ejemplo en el dise?o de pol¨ªticas de conservaci¨®n.
El ¨²ltimo galard¨®n lo dio en octubre la Royal Foundation brit¨¢nica, al otorgar el Eartshot Prize a Costa Rica por ese mismo programa que ahora est¨¢ en declive. La dotaci¨®n, de casi 1,2 millones de euros, la destinar¨¢ Costa Rica a promover la conservaci¨®n de espacios marinos, mientras busca m¨¢s formatos financieros internacionales para sostener la preservaci¨®n de bosques y procurar que el pa¨ªs mantenga el 52% de cobertura forestal en su territorio, aunque casi la mitad est¨¢ protegida y solo una de cada 10 hect¨¢reas est¨¢ incluida en los PSA.
¡°En el ¨¢mbito de la gesti¨®n ambiental, hay evidencia de erosi¨®n en las capacidades institucionales, que amenazan por vulnerar los logros en conservaci¨®n y biodiversidad e incrementan los problemas para gestionar de forma adecuada y sostenible los ecosistemas¡±, indica el informe independiente Estado de la Naci¨®n 2021, tras se?alar que el presupuesto espec¨ªfico de atenci¨®n de ¨¢reas protegidas cay¨® 36% en 2021 y que el Ministerio de Ambiente recibi¨® 24% menos que en 2020.
La ministra Meza reconoci¨® que hay una tensi¨®n por fondos, pues las necesidades sociales del pa¨ªs han aumentado y parece gestarse un dilema entre atender a la poblaci¨®n necesitada o sostener los programas ambientales. ¡°Lo que decimos es que debemos alinear las pol¨ªticas de manera inteligente hacia una econom¨ªa verde, porque no son tareas excluyentes, sino complementarias¡±, coment¨® Meza. El ejemplo m¨¢s claro es el turismo, actividad ic¨®nica que con la naturaleza como im¨¢n representaba antes de la pandemia casi 8% del Producto Interno Bruto y generaba el 10% de los empleos.
El problema es que en 2020 la industria tur¨ªstica cay¨® casi 70% y ha tardado en recuperarse en 2021, los que repercute en los ingresos por la entrada a Parques Nacionales y se suma a la ca¨ªda en la recaudaci¨®n del ¡°impuesto sucio¡± (sobre los combustibles derivados del petr¨®leo) que financia a los PSA. Las lecciones pand¨¦micas han hecho a las autoridades repensar el modelo tur¨ªstico y tambi¨¦n la sostenibilidad de los programas de conservaci¨®n, dada la alta dependencia sobre el impuesto al consumo de combustibles contaminantes.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.