¡°La historia de Valdeca?as es la de ¡®Bienvenido, Mister Marshall¡±

Paca Blanco (Madrid, 1949) est¨¢ muy contenta, aunque quiz¨¢s ya no plet¨®rica. La ecologista lleva catorce a?os luchando contra el complejo tur¨ªstico de Isla Valdeca?as, en El Gordo (C¨¢ceres). La semana pasada llegaba una nueva sentencia sobre el caso muy importante: el Tribunal Supremo ha acordado que el complejo se debe derribar en su totalidad. A sus 73 a?os reci¨¦n cumplidos (ayer mismo), Blanco empieza a dudar que llegue a ver la demolici¨®n de las 185 lujosas villas de esta preciosa isla. Blanco se estaba construyendo junto a su pareja una casa de adobe en El Gordo cuando fue testigo del comienzo de la destrucci¨®n de este paraje con protecci¨®n medioambiental junto a un embalse que est¨¢ catalogado como uno de los humedales m¨¢s ricos de la biodiversidad extreme?a. Sufri¨® acoso y le tiraron hasta un c¨®ctel molotov, as¨ª que decidi¨® abandonar su sue?o de Extremadura y regresar a Madrid para evitar ¡°una causa siciliana¡±. Blanco contesta al tel¨¦fono.

Pregunta. Una nueva sentencia favorable. ?C¨®mo le ha sentado la noticia?

Respuesta. Me la he tomado como un reconocimiento a mi lucha. Ha sido justo, justo, justo. No hay derecho a todo lo que ha pasado durante todos estos a?os.

P. ?A qu¨¦ se refiere?

R. Todo el proceso ha estado plagado de trapicheos, irregularidades, trapisondas. Era evidente que era todo un desprop¨®sito.

P. ?Puede concretar?

P. El hecho de que llegue un se?or a unos pueblos extreme?os e invite a unos vecinos a comer y a otros a cenar, y les diga a todos que va a traer riqueza para todo el pueblo. En esa historia yo ve¨ªa Bienvenido, Mister Marshall. Era un especulador. Incluso desec¨® el r¨ªo Tajo que tiene que llegar hasta Lisboa. Y no tuvo en cuenta que 40 kil¨®metros abajo el agua tiene que refrigerar dos reactores nucleares, Almaraz I y Almaraz II. Los pol¨ªticos y los empresarios no tienen en cuenta ni lo m¨¢s simple.

P. ?Esta sentencia es distinta de las anteriores?

R. Lo es. Pero ellos van a seguir recurriendo y recurriendo y por m¨ª como si recurren al Papa de Roma.

P. El presidente extreme?o, el socialista Guillermo Fern¨¢ndez Vara, dijo el mi¨¦rcoles pasado que la Junta prev¨¦ presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y que defender¨¢ ante la Uni¨®n Europea que el ¡°exceso¡± de protecci¨®n medioambiental dificulta el desarrollo de territorios en v¨ªas de despoblaci¨®n.

R. Cuando Fern¨¢ndez Vara habla as¨ª lo hace como si nosotros no tuvi¨¦semos voz en la UE. Bueno, pues a nosotros tambi¨¦n nos van a escuchar. Si vamos a Europa, vamos todos.

P. ?Qu¨¦ opina del tiempo que pasa entre que se denuncia y se logra una sentencia en firme?

R. Es catastr¨®fico. Porque la gente se va haciendo una idea, los compradores, los empresarios. A nosotros, los ecologistas, no nos afecta tanto porque somos conscientes de que este caso sienta precedente. Esta sentencia se cumplir¨¢, porque si no se demuelen los chal¨¦s de Valdeca?as, todo el monte es or¨¦gano.

P. ?Y qu¨¦ puede cambiar a partir de ahora?

R. Los pol¨ªticos y los constructores ya se han cargado el litoral. Ahora van a por el interior y eso es lo que, con esta sentencia en la mano, vamos a frenar.

P. ?Alguna vez se acuerda de los due?os de los 185 chal¨¦s de Valdeca?as que parece que van a ser demolidos?

R. Muchos compradores han tenido que firmar que en caso de que haya que demoler las viviendas se har¨¢n ellos mismos cargo del gasto. Sab¨ªan que era algo ilegal.

P. Habr¨¢ gente que se quede sin trabajo. ?Se acuerda tambi¨¦n de esas personas?

R. Me acuerdo de esos trabajadores, pero no me acuerdo de que se les hayan otorgado puestos en condiciones.

P. Cuando huy¨® de El Gordo y vendi¨® su vivienda all¨ª, ?hizo usted negocio?

R. Nada. La vend¨ª por un cuarto de lo que me cost¨®.

P. ?Usted cree que la naturaleza se recuperar¨¢?

R. Sabemos que pasar¨¢. Lo hemos visto en otros lugares.

P. ?Por qu¨¦ se hizo ecologista?

R. Porque entend¨ª que cuando luchaba por el medio ambiente luchaba por todos.

P. ?En qu¨¦ etapa de la vida dir¨ªa que est¨¢ usted?

R. Mi compa?ero est¨¢ enfermo. Ha superado tres c¨¢nceres y vamos por el cuarto. Pero todav¨ªa, de la mano, podemos ir de aqu¨ª para all¨¢. Estoy en una etapa muy buena de mi vida.

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