Los cient¨ªficos alertan del riesgo de grandes inundaciones catastr¨®ficas en California
El cambio clim¨¢tico est¨¢ aumentando la probabilidad de oleadas de tormentas torrenciales en el Estado m¨¢s poblado de EE UU, que se suman a la amenaza de un gigantesco terremoto
La falla de San Andr¨¦s, entre la placa norteamericana y la del Pac¨ªfico, mantiene bajo amenaza de un devastador se¨ªsmo a California, denominado coloquialmente como big one [el grande]. Ese riesgo ha dado para r¨ªos de tinta, informes cient¨ªficos, documentales, novelas y pel¨ªculas. Sin embargo, los cient¨ªficos han a?adido ahora otro augurio catastr¨®fico para los habitantes del Estado m¨¢s poblado de Estados Unidos: megainundaciones, con secuencias de tormentas que podr¨ªan descargar hasta un m¨¢ximo de 3.200 litros por metro cuadrado en algunas zonas a lo largo de 30 d¨ªas.
El problema con el que lidian habitualmente los californianos es la sequ¨ªa. La de este a?o est¨¢ siendo especialmente dura y ha obligado a imponer dr¨¢sticas restricciones al consumo. El cambio clim¨¢tico, sin embargo, est¨¢ aumentando el riesgo de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos, como han puesto de manifiesto este mes las lluvias torrenciales en el Valle de la Muerte, el lugar m¨¢s seco de Estados Unidos. La lluvia ca¨ªda all¨ª no es nada al lado de la que pueden dejar en el futuro oleadas de tormentas procedentes del Pac¨ªfico, advierten los cient¨ªficos.
Un art¨ªculo publicado por Science Advances se?ala que ¡°el cambio clim¨¢tico ya ha duplicado la probabilidad de un fen¨®meno capaz de producir inundaciones catastr¨®ficas, pero es probable que se produzcan aumentos mayores en el futuro debido al continuo calentamiento¡±. Los investigadores clim¨¢ticos Xingying Huang y Daniel L. Swain han estudiado las caracter¨ªsticas f¨ªsicas que tendr¨ªan secuencias de tormentas extremas en el peor escenario posible capaces de dar lugar a condiciones de megainundaci¨®n, utilizando una combinaci¨®n de datos de modelos clim¨¢ticos y modelizaci¨®n meteorol¨®gica de alta resoluci¨®n.
En realidad, California ya ha sufrido inundaciones gigantescas. Ha habido episodios de lluvias prolongadas a intensas el siglo pasado, pero la referencia hist¨®rica que han tomado los cient¨ªficos es la de la gran inundaci¨®n de finales de 1861 y comienzos de 1862. Se trat¨® de una secuencia de tormentas invernales de semanas de duraci¨®n, produjo una inundaci¨®n catastr¨®fica generalizada en pr¨¢cticamente todas las tierras bajas de California, ¡°transformando el interior de los valles de Sacramento y San Joaqu¨ªn en un mar interior temporal pero vasto de casi 500 kil¨®metros de longitud, e inundando gran parte de la llanura costera, ahora densamente poblada, en los actuales condados de Los ?ngeles y Orange¡±, recuerdan.
Estimaciones recientes sugieren que inundaciones iguales o mayores a las de 1862 ocurren de cinco a siete veces por milenio, lo que equivale a una probabilidad anual del 0,5% al 1% o una vez cada 100 o 200 a?os. Se calcula que cayeron en algunos puntos unos 2.500 litros por metro cuadrado, el equivalente a dos metros y medio de altura de agua, en 40 d¨ªas.
R¨ªos atmosf¨¦ricos
La costa Oeste de Estados Unidos es lugar de paso habitual de r¨ªos atmosf¨¦ricos procedentes del Pac¨ªfico, en concreto del ¨¢rea situada al norte de las islas de Hawaii, y m¨¢s intensos en los a?os de El Ni?o. Son bandas de humedad concentrada en la atm¨®sfera que transportan vapor de agua y agua en forma de nubes. Con miles de kil¨®metros de longitud y algunos cientos de kil¨®metros de ancho, los r¨ªos atmosf¨¦ricos pueden llegar a transportar un flujo de agua mayor que el de cualquiera de los grandes r¨ªos de la Tierra. Al llegar a California, esos r¨ªos de humedad en forma de nubes chocan con las monta?as, se elevan y al enfriarse el vapor de agua se condensa provocando lluvias (o nieve, en las zonas m¨¢s altas).
Seg¨²n el estudio, esa pauta se repetir¨¢, pero con novedades. ¡°Las futuras secuencias de tormentas extremas traer¨¢n consigo un transporte de humedad m¨¢s intenso y una mayor precipitaci¨®n global, junto con niveles de congelaci¨®n m¨¢s altos y una disminuci¨®n de la relaci¨®n nieve/lluvia que, en conjunto, producen un caudal mucho mayor que el de los eventos hist¨®ricos¡±, se?alan los investigadores. Advierten tambi¨¦n de un riesgo de precipitaciones m¨¢s intensas en las tormentas individuales.
Los dos escenarios que han contemplado los cient¨ªficos hablan de lluvias acumuladas en 30 d¨ªas de 500 litros por metro cuadrado en amplias zonas de California, con ¨¢reas bastante extendidas que recibir¨ªan m¨¢s de 1.000 litros y un m¨¢ximo de 2.150 litros, en el primer escenario. En el segundo, las cifras son mayores: 700, 1.400 y 3.200 litros, respectivamente.
Los cient¨ªficos alertan de que ese riesgo se est¨¢ minusvalorando y, sobre todo, de que est¨¢ aumentando por el calentamiento global. ¡°Nuestros resultados iniciales de modelizaci¨®n atmosf¨¦rica presentados aqu¨ª demuestran que las secuencias de tormentas invernales extremadamente severas, que antes se consideraban eventos excepcionalmente raros, es probable que se vuelvan mucho m¨¢s comunes bajo esencialmente todas las trayectorias clim¨¢ticas futuras posibles¡±, se?alan los autores del informe.
¡°En conjunto, los resultados de los trabajos anteriores y de este estudio ilustran la creciente urgencia de planificar y mitigar los riesgos de inundaciones potencialmente catastr¨®ficas en California en un clima que se est¨¢ calentando¡±, concluyen los expertos.
Hay otro peque?o consuelo. A diferencia de los terremotos, que la ciencia no ha sido capaz a¨²n de anticipar con antelaci¨®n, la secuencia de r¨ªos atmosf¨¦ricos se ver¨¢ venir. Habr¨¢ posibilidad de advertir del riesgo de fuertes tormentas con unos cinco d¨ªas de antelaci¨®n para tratar de prepararse y mitigar los da?os.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.