La sequ¨ªa fuerza a Espa?a a invertir m¨¢s de 300 millones en las desaladoras
El turismo y la emergencia clim¨¢tica llevan al Ejecutivo central y a las comunidades mediterr¨¢neas a inversiones millonarias para abastecerse. Catalu?a proyecta doblar la producci¨®n en cinco a?os
Como un n¨¢ufrago sediento, Espa?a se seca y recurre al mar para saciar su sed. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s de que el Gobierno, empujado por el auge del turismo, emprendiera un multimillonario plan para llenar la costa de desaladoras con las que garantizar el riego al mismo tiempo que se abastec¨ªa a millones de personas, la emergencia clim¨¢tica lo empuja ahora a aumentar su capacidad de producci¨®n potable ante la falta de lluvias. El Ejecutivo central proyecta un presupuesto de 127,5 millones para aumentar un 25% su capacidad de desalinizaci¨®n en el sureste de Espa?a, con ampliaciones de cinco de las 11 principales desaladoras de mar que gestionan entre la Comunidad Valenciana, Murcia y Andaluc¨ªa, seg¨²n datos de la empresa p¨²blica Aguas de las Cuencas Mediterr¨¢neas (Acuamed). Los Ejecutivos de Catalu?a y Baleares, que gestionan sus propias plantas, tambi¨¦n proyectan aumentar su capacidad antes de 2027. En especial Catalu?a, que pretende doblar su capacidad en cinco a?os con una inversi¨®n de 176 millones.
El fantasma de la sequ¨ªa bordea la Espa?a mediterr¨¢nea y lo hace bajo un cielo vac¨ªo de nubes y frente al mar. La idea es sacar de all¨ª, del Mediterr¨¢neo, el agua que se perder¨¢ por el cielo. El pasado febrero, el Ejecutivo central anunci¨® la autorizaci¨®n para ampliar la instalaci¨®n de Torrevieja (Alicante), la planta desaladora m¨¢s grande de Europa, hasta los 120 hect¨®metros c¨²bicos al a?o (actualmente tiene 80). El Gobierno tambi¨¦n ha aprobado ampliar las murcianas Valdelentisco (Cartagena), ?guilas (Cartagena) y las andaluzas Carboneras (Almer¨ªa) y Campo de Dal¨ªas (Almer¨ªa). El secretario de la comunidad de regantes de Alhama (Murcia), Alfonso Romero, una zona que se nutre significativamente de la desaladora de Valdelentisco (que ampliar¨¢ su capacidad 20 hect¨®metros) opina, sin embargo, que no es suficiente para cumplir las necesidades. ¡°La palabra que lo define es penuria. Necesitamos m¨¢s agua para poder subsistir¡±, resume un agricultor, que pide m¨¢s recursos.
Muchos de los turistas que se ba?an en la extensa playa barcelonesa de El Prat no saben que lo hacen en la misma agua que despu¨¦s, ya potabilizada, saldr¨¢ del grifo de su hotel. La extrae un tubo que se eleva sobre la arena 500 metros mar adentro, desde donde se transporta a un recinto de dimensiones fara¨®nicas repleto de bidones y encajonado entre el aeropuerto de Barcelona y buques mercantes. Al final de un proceso ensordecedor, de cada 100 litros extra¨ªdos del mar, 45 ser¨¢n aptos para el consumo humano. Es la desalinizadora de El Prat, la gran locomotora en la desembocadura del r¨ªo Llobregat que garantiza el suministro a millones de hogares de Barcelona.
La planta catalana nunca hab¨ªa acumulado tantos meses (en total ocho, desde enero) a una capacidad tan alta de producci¨®n: 140 millones de litros al d¨ªa. Fuentes del Govern admiten que sin la aportaci¨®n de la desaladora Barcelona ya habr¨ªa entrado hace semanas en alerta por sequ¨ªa. ¡°Con lo que hay en los embalses no es suficiente¡±, dice Carlos Miguel, jefe de planta, entre motores de 2.000 kw que hacen girar el agua en forma de espiral para hacer el proceso de osmosis. Fue inaugurada en 2009 como la planta desalinizadora m¨¢s grande de Europa. Hasta 2018, cuando a m¨¢s de 500 kil¨®metros se ampli¨® la capacidad de la desaladora de Torrevieja (Alicante), ideada para abastecer fundamentalmente a los agricultores del sureste de Espa?a en la Comunidad Valenciana y Murcia, la huerta de Europa.
Espa?a es el primer pa¨ªs de Europa (y el quinto en el mundo) con m¨¢s capacidad para generar agua desalada: aproximadamente cinco millones de metros c¨²bicos al d¨ªa, una cantidad con la que potencialmente se podr¨ªa suministrar agua a una poblaci¨®n de 34 millones de habitantes, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Desalaci¨®n y Reutilizaci¨®n (AEDyR), que agrupa a las empresas del sector. En la actualidad, en Espa?a hay instaladas 68 desaladoras de mar, islas Canarias y Baleares incluidas, con una capacidad de entre 10.000 y 250.000 metros c¨²bicos al d¨ªa. Pese a estas cifras, hay territorios, como Murcia y Catalu?a, donde en opini¨®n de Domingo Zarzo, presidente de AEDyR, todav¨ªa existe un d¨¦ficit importante y donde la capacidad de desalaci¨®n deber¨ªa ampliarse. ¡°M¨¢s que volver a construir grandes plantas, como ya se hizo a principios de siglo, es necesario hacer m¨¢s peque?as para usos agr¨ªcolas o ampliar la capacidad de las que ya est¨¢n en funcionamiento¡±, cree Zarzo.
Entre los a?os 2004 y 2011, el entonces Gobierno del socialista Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero implant¨® 25 plantas en la costa mediterr¨¢nea para suplir el d¨¦ficit h¨ªdrico. El plan cont¨® en un principio con la oposici¨®n del sector ecologista, que se quejaba del enorme coste energ¨¦tico, su contaminaci¨®n asociada y el bajo nivel de actividad que algunas instalaciones registraron durante a?os. Sin embargo, el especialista Javier Mart¨ªn Vide, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa F¨ªsica de la Universidad de Barcelona, cree que con el paso de los a?os se ha demostrado que su implantaci¨®n era necesaria y que el futuro hidrol¨®gico deber¨¢ seguir encaminado en producir agua desalada al mismo tiempo que se mejora el ahorro y la calidad de la superficial. ¡°No solo es la falta de lluvias, tambi¨¦n es lo que perdemos por evaporaci¨®n por culpa del aumento de temperaturas¡±, alerta el catedr¨¢tico.
La Generalitat de Catalu?a prev¨¦ que para mediados de siglo llover¨¢ un 7% menos, por lo que las aportaciones de agua de sus cuencas internas se reducir¨¢n un 18%. Para afrontarlo, el Govern proyecta su segunda mayor inversi¨®n desde que en 2008 una gran sequ¨ªa obligara a implantar restricciones en Barcelona y cambiara la pol¨ªtica h¨ªdrica de la comunidad. Se har¨¢ con una millonaria inversi¨®n en cinco a?os a trav¨¦s de la construcci¨®n de nuevas plantas desalinizadoras y de reutilizaci¨®n, recoge su plan hidrol¨®gico 2022-2027. El Ejecutivo auton¨®mico quiere duplicar su capacidad de desalaci¨®n para pasar de los 80 a los 160 hect¨®metros (hm?) al a?o. La desalinizadora del Tordera pasar¨¢ de los 20 actuales a los 80 hm? y se construir¨¢ una planta en la cuenca del Foix. Ecologistas en Acci¨®n denuncia que se priorice la desalinizaci¨®n antes que recuperar el agua de los acu¨ªferos de Catalu?a, donde siete de cada 10 est¨¢n contaminados por la agricultura y la industria c¨¢rnica.
El gasto energ¨¦tico supone el mayor coste asociado a la producci¨®n del agua desalada. ¡°Aunque el agua m¨¢s cara, como se dice, es la que no existe¡±, dice el presidente de AEDyR. Zarzo defiende, sin embargo, que con los a?os la tecnolog¨ªa ha hecho m¨¢s eficiente la producci¨®n. Recuerda que hace m¨¢s de una d¨¦cada el coste para producir el metro c¨²bico lleg¨® a ser de 20 kWh, y que ahora se ha rebajado a 3, una cifra que cree ya ser¨¢ muy complicado bajar. ¡°El l¨ªmite termodin¨¢mico es ya muy dif¨ªcil de mejorar¡±, dice. ¡°Nos cuesta 48 c¨¦ntimos el metro c¨²bico. No nos salen las cuentas¡±, se queja, sin embargo, el agricultor Romero.
Los agricultores se organizan y en los ¨²ltimos a?os agrupaciones de empresarios de las provincias de Murcia y Almer¨ªa planean proyectar varias desaladoras propias para reducir su dependencia de los trasvases. La consejera andaluza de Agricultura, Carmen Crespo, pidi¨® en marzo al Estado que bonificara el agua desalada a los municipios.
La situaci¨®n de estr¨¦s h¨ªdrico es tan grave en algunas zonas que hay ayuntamientos que contratan peque?as desaladoras port¨¢tiles con las que subsistir en verano. Y en algunos casos, son por motivos muy diferentes a los agr¨ªcolas. En la esquina pirenaica de la Pen¨ªnsula frente al Mediterr¨¢neo, en Port de la Selva (Girona), un peque?o municipio de la Costa Brava cuya poblaci¨®n se multiplica en verano por el turismo, se vio forzada en 2018 a contratar una peque?a desaladora m¨®vil con la que garantizar el abastecimiento. El turismo tambi¨¦n colapsa los grifos. Seg¨²n un estudio reciente de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), uno de cada cuatro litros de las islas es consumido por turistas. El 70% del agua del grifo de Ibiza ya proviene del mar.
Canarias y Baleares, archipi¨¦lagos de sal
La primera desaladora construida en España fue en Lanzarote en 1964. Fue el comienzo del desarrollo de la desalación en las islas Canarias, que dio el salto posteriormente a las Baleares y después a la Península.
En los últimos seis años, la producción de agua desalada en Mallorca se ha quintuplicado y en Ibiza ha aumentado un 43,19%. Y en los próximos cinco, el Govern de las Islas Baleares quiere aumentar su capacidad en otros cinco hectómetros, explica Joana Garau, directora general de Recursos Hídricos. “Ante la falta generalizada de agua, nuestra estrategia es estirar al máximo los recursos hídricos, que provienen de los acuíferos, para poder alargar su uso hasta verano sin vaciarlos”, añade Garau.
En Formentera, la más pequeña de las islas habitadas de Baleares, el agua de mar potabilizada supone hasta el 80% del total que se usa. A las antiguas generaciones, que se dedicaban a la agricultura, les bastaba con el pequeño acuífero que hay en la isla. Hoy, pese a contar solo con poco más de 12.000 habitantes, según datos del INE, cuenta con una desaladora con una capacidad para generar 7.000 metros cúbicos de agua potable al día. Esto es así porque en verano la paradisiaca isla ve casi triplicada su población. Es la España que bebe agua del mar.
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