La verde Dinamarca se vuelve amarilla por la sequ¨ªa

El trayecto en tren entre Copenhague y Esbjerg, en el extremo oeste de Dinamarca, era a finales de junio una experiencia bien distinta a la que estaban acostumbrados los daneses en otros principios de verano. Los campos sempiternamente verdes de las islas de Sj?lland y Fyn y de la pen¨ªnsula de Jutlandia amarillean preocupantemente tras una de las primaveras m¨¢s secas en los ¨²ltimos a?os: nada que ver con el tradicional y perpetuo paisaje buc¨®lico de uno de los pa¨ªses m¨¢s h¨²medos de Europa. El cambio clim¨¢tico tambi¨¦n se deja sentir en estas latitudes, para las que se pronostican veranos cada vez m¨¢s secos: es como si el viajero se hubiese desplazado, sin querer, unos centenares (o miles) de kil¨®metros al sur.

La lacerante falta de lluvia, aliviada solo parcialmente por la llegada de alg¨²n t¨ªmido frente en los ¨²ltimos d¨ªas ¡ªque ha permitido el primer riego natural en semanas¡ª, no supone un riesgo inmediato para los cultivos ni para el consumo humano. Pero s¨ª est¨¢ empezando a cambiar algunas costumbres ancestrales, como la reciente fiesta de midsommar, en la que los daneses y ¡ªen general¡ª los escandinavos celebran la llegada del verano.

Este a?o, con temperaturas diurnas casi tropicales en varias zonas del pa¨ªs ¡ªy del resto de vecinos n¨®rdicos¡ª, las estampas de resplandecientes hogueras y barbacoas en la Dinamarca rural han sido mucho menos festivas: han sido varias las zonas del pa¨ªs en las que se han puesto en marcha campa?as de concienciaci¨®n, e incluso prohibiciones a la quema, para evitar que los festejos derivasen en incendios forestales. Unas precauciones que se han extendido a su vecino del noreste, Suecia, donde la escasez de lluvia tambi¨¦n fue la nota predominante durante la primavera, con uno de los mayos m¨¢s secos desde que hay registros. La sequ¨ªa, en su caso, se est¨¢ traduciendo en peque?os incendios forestales, una novedad en demarcaciones tan septentrionales como estas.

Alivio reciente

¡°El cambio clim¨¢tico est¨¢ provocando que las sequ¨ªas sean m¨¢s frecuentes y m¨¢s graves en todo el mundo. Incluso en un pa¨ªs relativamente fresco y h¨²medo como Dinamarca, vemos episodios m¨¢s fuertes de este tipo¡±, apunta Mikael Scharling, climat¨®logo del Instituto Dan¨¦s de Meteorolog¨ªa (DMI), en declaraciones a EL PA?S. El ¨ªndice de sequ¨ªa que elabora este organismo lleg¨® a ser de m¨¢s de 9 (en una escala sobre 10) entre el 31 de mayo y el 25 de junio. Desde entonces, las recientes lluvias, que han dejado unos notables 55 litros por metro cuadrado en buena parte del pa¨ªs, han devuelto cierta calma.

Aunque preocupante, el actual episodio de sequ¨ªa en Dinamarca sigue lejos del sufrido hace un lustro: en el est¨ªo de 2018, de infausto recuerdo en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses n¨®rdicos. Entonces, las cuantiosas p¨¦rdidas acumuladas ¡ªque el sector lleg¨® a cuantificar en m¨¢s de 1.000 millones de euros, al tipo de cambio actual¡ª dejaron a algunos agricultores al borde de la bancarrota.

Grandes reservas de aguas subterr¨¢neas

Hoy, pese a las tres semanas sin gota de lluvia a finales de mayo y mediados de junio ¡ªalgo que no suced¨ªa desde 2018, cuando fueron casi dos meses¡ª, la situaci¨®n dista mucho de ser tan dram¨¢tica como entonces. Como matiza Simon Stisen, hidr¨®logo del Servicio Geol¨®gico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS), por ahora se habla de mera ¡°sequ¨ªa agraria¡±. En plata: la sufren, sobre todo, los agricultores que no cuentan con sistemas de riego y a los pocos ciudadanos que dependen de sistemas locales de suministro de agua para sus jardines. No se ha producido, por tanto, una ¡°escasez significativa¡± en sus recursos h¨ªdricos.

En Dinamarca, subraya Stisen, el 100% del suministro de agua ¡ªtanto para uso dom¨¦stico, como para la industria y para el sector primario¡ª proviene del subsuelo. ¡°Y nuestras reservas de agua subterr¨¢nea se encuentran este a?o en buen estado, gracias a que el invierno fue h¨²medo¡±, afirma por correo electr¨®nico. ¡°Hay algunos problemas puntuales, vinculados con la sobreexplotaci¨®n en la regi¨®n de Copenhague, y con la contaminaci¨®n por pesticidas y por nitratos [en otras zonas del pa¨ªs], pero a¨²n tenemos enormes reservas¡±.

La sequ¨ªa primaveral (y de principios de verano) se est¨¢ dejando sentir, por tanto, m¨¢s en los campos que en los ingentes vol¨²menes de agua con los que cuenta Dinamarca bajo sus pies. En parte, porque, como subraya Stisen, ¡°es mucho m¨¢s importante cu¨¢n h¨²medos son los inviernos, cuando se recargan los acu¨ªferos, que cu¨¢n secos son los veranos¡±. Esto ¡ªm¨¢s all¨¢ de la propia pluviosidad, muy superior, incluso en periodos secos¡ª sit¨²a a Dinamarca en una posici¨®n ¡°mucho m¨¢s robusta¡± que los pa¨ªses del sur de Europa, como Espa?a, que adem¨¢s de estar sufriendo una sequ¨ªa notablemente m¨¢s aguda, ¡°son mucho m¨¢s dependientes de las reservas de agua en superficie [los embalses]¡±, que sufren la evaporaci¨®n.

Los permisos para extraer aguas subterr¨¢neas se conceden teniendo en cuenta dos factores: la capacidad de recarga de los acu¨ªferos a largo plazo y el impacto ambiental sobre las aguas en superficie. ¡°Mientras no extraigamos m¨¢s agua de la permitida y no contaminemos nuestros recursos h¨ªdricos subterr¨¢neos, dispondremos de un suministro bastante sostenible y s¨®lido¡±, apunta Stisen. Incluso en periodos de bajas precipitaciones, como ahora. ¡°Para nosotros, las peores sequ¨ªas se producen en invierno (cuando no se rellenan las reservas de agua subterr¨¢nea), como ocurri¨® a mediados de la d¨¦cada de los noventa. Desde entonces, no ha vuelto a producirse un episodio tan grave¡±.

Veranos m¨¢s secos, inviernos m¨¢s h¨²medos

Si en Espa?a y, en general, el sur de Europa, el cambio clim¨¢tico reducir¨¢ las precipitaciones durante pr¨¢cticamente todo el a?o, en estas latitudes, seg¨²n el experto del servicio geol¨®gico dan¨¦s, se dejar¨¢ sentir en forma de veranos m¨¢s secos pero tambi¨¦n en forma de inviernos algo m¨¢s h¨²medos de lo habitual. ¡°Nuestras proyecciones apuntan a una mayor disponibilidad de aguas subterr¨¢neas en el futuro, aunque con un impacto negativo para los agricultores que no disponen de riego¡±.

Dinamarca es uno de los pa¨ªses del mundo m¨¢s concienciados frente al cambio clim¨¢tico, un asunto que suele encabezar las listas de preocupaciones ciudadanas en los sondeos de opini¨®n por delante de las cuestiones econ¨®micas, mucho m¨¢s habituales en el este y el sur de la UE.

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