De Par¨ªs a Dub¨¢i: un gran salto en las cumbres del clima, pasos de hormiga en la lucha contra la crisis clim¨¢tica

Que en casi 30 a?os de negociaciones clim¨¢ticas la cumbre de Dub¨¢i, la COP n¨²mero 28, sea la primera en la que sale un texto que alude expl¨ªcitamente a la necesidad de dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles que calientan el planeta (petr¨®leo, carb¨®n y gas), muestra el gran salto dado en Emiratos ?rabes, pero tambi¨¦n los pasos de hormiga de la lucha internacional para frenar la crisis clim¨¢tica.

Mientras se suspira con alivio por el ¨¦xito inesperado de una conferencia celebrada en un pa¨ªs petrolero, lo cierto es que este 2023 va a ser el a?o m¨¢s caluroso en milenios y al mismo tiempo va a marcar un nuevo r¨¦cord de las emisiones que provocan el problema. ?Hasta qu¨¦ punto son suficientes estos logros tan lentos de las negociaciones internacionales para frenar una emergencia clim¨¢tica que se caracteriza en gran medida por su velocidad?

El gran avance de esta COP28 son, fundamentalmente, 34 palabras en ingl¨¦s que inciden en la necesidad de ¡°transitar para dejar atr¨¢s (transitioning away) los combustibles f¨®siles en los sistemas energ¨¦ticos, de forma justa, ordenada y equitativa, acelerando la acci¨®n en esta d¨¦cada cr¨ªtica, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, de acuerdo con la ciencia¡±. Y, justamente, esta frase aparece dentro de un documento mucho m¨¢s amplio denominado Balance Global, en el que se eval¨²a el funcionamiento del Acuerdo de Par¨ªs aprobado en 2015, hace ocho a?os, la pieza maestra de la lucha internacional contra la emergencia clim¨¢tica.

El objetivo fijado en el Acuerdo de Par¨ªs es conseguir que el aumento de la temperatura media del planeta se quede por debajo de 2 grados Celsius y no supere 1,5 grados, lo que reducir¨ªa de forma significativa los riesgos y los impactos. Sin embargo, como llevan avisando distintos organismos, y recalca tambi¨¦n el Balance Global aprobado en la cumbre de Dub¨¢i, los actuales compromisos de reducci¨®n de emisiones de los pa¨ªses no son suficientes para cumplir esta meta. Ahora mismo, los impactos clim¨¢ticos que estamos viviendo est¨¢n sucediendo con un aumento de la temperatura media de 1,1 grados con respecto a los niveles preindustriales y con los compromisos de reducci¨®n actuales se podr¨ªa llegar a 2,8 grados.

Un informe presentado este martes por el Servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus de la Comisi¨®n Europea considera que se han ¡°perdido¡± 19 a?os desde la aprobaci¨®n del Acuerdo de Par¨ªs en 2015. Este c¨¢lculo se ha realizado teniendo en cuenta que cuando se celebr¨® la cumbre del clima en la capital gala se estimaba que el umbral de 1,5 grados se alcanzar¨ªa para marzo de 2045, es decir, quedaban 30 a?os para alcanzar ese punto. Sin embargo, ahora se calcula que ese momento puede llegar en febrero de 2034, dentro de 11 a?os, 19 menos de los que hab¨ªa cuando se celebr¨® aquella conferencia hist¨®rica.

?Son tan decepcionantes los avances desde la aprobaci¨®n del Acuerdo de Par¨ªs? El Balance Global aprobado en Dub¨¢i no lo considera as¨ª, pues se?ala que sin Par¨ªs la situaci¨®n ser¨ªa mucho peor, dado que algunas proyecciones anteriores a la cumbre calculaban que la temperatura del planeta se iba a un aumento de 4 grados. Aunque la suma colectiva de los esfuerzos de los pa¨ªses todav¨ªa no es suficiente, este documento destaca que todos los pa¨ªses han presentado compromisos nacionales para las emisiones en el horizonte de 2030 y elogia que 68 de las partes cuentan tambi¨¦n con objetivos a m¨¢s largo plazo, incidiendo en que el 87% de la econom¨ªa global (en t¨¦rminos de PIB) debe cumplir compromisos de neutralidad o cero emisiones netas, que abren la posibilidad de no superar los 2 grados, si es que de verdad se cumplen.

En este punto, lo m¨¢s importante es que en 2024 los pa¨ªses deben presentar nuevos compromisos nacionales (que deber¨¢n aprobarse en la cumbre del clima de 2025). El Acuerdo de Par¨ªs establece que todas las partes deben ir aumentando sus objetivos de forma gradual y ser¨¢ entonces cuando haya que recalcular si la suma de todos ellos est¨¢ ya en la senda de 2 y 1,5 grados. A pesar de que cada vez parece m¨¢s dif¨ªcil cumplir el umbral de 1,5, pues se va agotando el tiempo y la transici¨®n se vuelve m¨¢s y m¨¢s abrupta, el texto de Dub¨¢i sigue manteniendo viva esta meta.

Entre Par¨ªs y Dub¨¢i, han tenido lugar otras seis cumbres del clima en Marrakech, Bonn, Katowice, Madrid, Glasgow o Sharm el Sheij. En estas complejas conferencias se han dado fracasos, muchos acuerdos de m¨ªnimos y situaciones a veces rid¨ªculas, mientras la curva de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo ha seguido sin caer y han ocurrido cada vez m¨¢s episodios clim¨¢ticos extremos relacionados con el cambio clim¨¢tico. Sin embargo, lo cierto es que tambi¨¦n se ha conseguido construir la arquitectura legal para desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs y abrir el camino para un proceso que trata nada menos que cambiar el mundo. No solo hab¨ªa que llegar a dif¨ªciles acuerdos para reducir de formas dr¨¢sticas las emisiones, sino tambi¨¦n para impulsar la adaptaci¨®n a los impactos clim¨¢ticos y para ayudar a los pa¨ªses m¨¢s vulnerables. Uno de los grandes asuntos pendientes era poner comienzo de una vez por todas al abandono de los combustibles f¨®siles. Esto ya se ha conseguido tambi¨¦n en Dub¨¢i. Ahora hay que ver si esta obra catedralicia puesta en pie a lo largo de tantos a?os sirve para reducir un 43% las emisiones de aqu¨ª a 2030, un 60% para 2035 y alcanzar las cero emisiones netas para 2050.

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