Bruselas propone a los Veintisiete que reduzcan un 90% las emisiones en 2040 en medio del recelo hacia la transici¨®n verde

La Comisi¨®n Europea se dispone a fijar los nuevos objetivos clim¨¢ticos para 2040 con la esperanza de seguir manteniendo el liderazgo internacional en la lucha contra la crisis clim¨¢tica, una batalla que supone una oportunidad para que la UE reduzca su dependencia de unos combustibles f¨®siles que tiene que importar mayoritariamente. Bruselas quiere fijar el camino de ¡°la transici¨®n para abandonar¡± el petr¨®leo, el gas y el carb¨®n y para ello establece como gran objetivo que las emisiones de gases de efecto invernadero de los Veintisiete en su conjunto se reduzcan ¡°al menos¡± un 90% respecto a los niveles de 1990, seg¨²n los borradores del plan consultados por EL PA?S y que el Ejecutivo comunitario quiere aprobar este martes. La propuesta de Bruselas, sin embargo, llega en un momento en el que las reticencias hacia las pol¨ªticas medioambientales crecen, los populismos usan la transici¨®n verde como argumento para criticar a la UE y los partidos conservadores ¡ªcomo el Partido Popular Europeo (PPE)¡ª, que temen perder espacio frente a la ultraderecha, reclaman una pausa en las pol¨ªticas ecol¨®gicas que, sostienen, van demasiado r¨¢pido. Todo en un contexto de protestas de los agricultores en varios pa¨ªses de la UE que han cargado, entre otras cosas, contra las regulaciones ambientales futuras y actuales que deben cumplir.

La recomendaci¨®n del Ejecutivo comunitario liderado por Ursula von der Leyen, a la que ha tenido acceso este diario, todav¨ªa puede sufrir cambios en el debate a puerta cerrada del martes en el Colegio de Comisarios y perder, por ejemplo, ese ¡°al menos¡± un 90% de reducci¨®n de gases de efecto invernadero como objetivo para 2040 (tomando como referencia los niveles de 1990) y quedarse con la cifra redonda del 90%, se?alan fuentes comunitarias. Esa meta de reducci¨®n se considera el ¡°m¨¢s eficaz¡± para lograr el objetivo de la neutralidad clim¨¢tica en 2050.

Bruselas, en su comunicaci¨®n, ha analizado tres escenarios de reducci¨®n de emisiones y remarca que el del 90% en 2040 es el m¨¢s adecuado. ¡°Es la opci¨®n objetivo que se espera tenga el mayor impacto en la reducci¨®n de las emisiones globales y en el aumento de las perspectivas de mantener un calentamiento en 1,5 grados Celsius al alcance de la mano, a fin de limitar las perturbaciones en todas las econom¨ªas, incluido el riesgo de alcanzar puntos de inflexi¨®n clim¨¢ticos irreversibles¡±, dice uno de los textos, elaborado por los equipos de Maros Sefcovic, comisario para el Pacto Verde, y Wopke Hoekstra, responsable del ¨¢rea de Clima. El objetivo va acompa?ado de un despliegue m¨¢s r¨¢pido de tecnolog¨ªas bajas en carbono, como la producci¨®n de hidr¨®geno por electr¨®lisis. Y tambi¨¦n de otras propuestas m¨¢s pol¨¦micas e inciertas, como la captura de carbono, la remoci¨®n industrial de carbono entre 2031 y 2040 y la puerta que se deja abierta la implantaci¨®n de minirreactores nucleares en poco m¨¢s de cinco a?os.

Si se cumple el objetivo del 90%, dice la propuesta de Bruselas, las muertes prematuras anuales debidas a la contaminaci¨®n del aire pasar¨ªan de 466.000 en 2015 a 196.000 al a?o en 2040 y se reducir¨ªan los costes sanitarios relacionados en un bill¨®n de euros al a?o. Por el contrario, la inacci¨®n conducir¨ªa a costos mucho mayores y crecientes en las pr¨®ximas d¨¦cadas, no solo en t¨¦rminos de p¨¦rdidas de producci¨®n, sino tambi¨¦n en t¨¦rminos de vidas perdidas y empeoramiento de las condiciones de vida, remarcan. La propuesta resalta, adem¨¢s, los beneficios de seguir avanzando en la transformaci¨®n de la econom¨ªa europea. Por ejemplo, se estima que el coste de importar los combustibles f¨®siles pasar¨ªa de representar el 2,3% del PIB comunitario ahora al 1,4% en 2040.

La UE ya estableci¨® su objetivo para 2030 de reducir las emisiones en al menos un 55% (y la neutralidad clim¨¢tica para 2050). La nueva propuesta que la Comisi¨®n lanzar¨¢ el martes es una recomendaci¨®n a los Veintisiete y tambi¨¦n el ¡°escenario m¨¢s realista¡± para alcanzar el objetivo del acuerdo clim¨¢tico de Par¨ªs de limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 grados cent¨ªgrados. Ser¨¢ el pr¨®ximo Ejecutivo comunitario el que, tras las elecciones europeas de junio, presente un proyecto de regulaci¨®n que deber¨¢ negociar con los gobiernos de los Veintisiete y el Parlamento. Pero el club comunitario se enfrenta a un momento decisivo en el que tendr¨¢ que determinar si sigue en la senda hacia la descarbonizaci¨®n independientemente de los costes pol¨ªticos y econ¨®micos a corto plazo. De hecho, en los ¨²ltimos meses, la Comisi¨®n liderada por Ursula von der Leyen ha reducido su ambici¨®n entre los reclamos para ir hacia esa v¨ªa de su propio partido (PPE), que trat¨® incluso de derribar la ley de restauraci¨®n de naturaleza.

Para conservadores y populistas las pol¨ªticas verdes se han convertido en un chivo expiatorio y en un lugar sencillo para la cr¨ªtica. Tambi¨¦n lo son para los euroesc¨¦pticos, que usan las regulaciones como alimento para captar votos. Crecen las voces que claman contra la lista de regulaciones clim¨¢ticas e industriales que marca Bruselas y hacia el enfoque ambicioso clim¨¢tico del club comunitario. Al calor de todo ello brot¨®, por ejemplo, en 2019 el Movimiento Campesino-Ciudadano en Pa¨ªses Bajos. Son varios los Estados miembros los que, ante su panorama nacional, han reclamado a la UE que no acelere. En cualquier caso, si no se aborda y gana la visi¨®n cortoplacista, el coste puede ser enorme. Y la UE puede, adem¨¢s, perder m¨¢s terreno frente a Estados Unidos y China.

Inciertas tecnolog¨ªas

Desde el lado que reclama m¨¢s ambici¨®n ¡ªpor ejemplo, algunos Estados de la UE y grupos ecologistas¡ª tambi¨¦n se muestran preocupados por los borradores del plan de la UE que se han ido conociendo. La propuesta del 90% se refiere a las emisiones netas. Es decir, que se abre la puerta a las compensaciones de los gases que se emiten a trav¨¦s, por ejemplo, de los sumideros (como, por ejemplo, los bosques). En el texto se aboga por un despliegue ¡°m¨¢s temprano¡± de la captura de carbono, unas t¨¦cnicas cuyo desarrollo actual se puede calificar de anecd¨®tico.

Fuentes de uno de los Estados miembros a los que la Comisi¨®n ha ido avanzando algunas claves de su plan exponen sus temores sobre el excesivo foco que pone Bruselas en estas inciertas t¨¦cnicas de captura de di¨®xido de carbono. La industria de los combustibles f¨®siles y los pa¨ªses m¨¢s dependientes del petr¨®leo y el carb¨®n llevan a?os insistiendo en la captura y el almacenamiento de CO? como soluci¨®n al cambio clim¨¢tico porque permite seguir usando los productos que venden.

Greenpeace, tras analizar varios de los borradores, asegura que la propuesta de la Comisi¨®n ¡°esconde¡± una ¡°contabilidad muy dudosa, basada en varitas m¨¢gicas para hacer desaparecer la contaminaci¨®n¡±. Seg¨²n los c¨¢lculos de esta ONG, el plan de Bruselas ¡°implica que el recorte de emisiones reales (brutas)¡± es de un 82%, porque para ¡°alcanzar el objetivo de reducci¨®n neto del 90%¡± se logra con ¡°la captura y el almacenamiento de carbono¡±.

Ese almacenamiento est¨¢ especialmente pensado en el plan de la UE para el sector industrial. Seg¨²n el texto de la propuesta consultado por EL PA?S, en el caso del sector el¨¦ctrico ¡°deber¨ªa acercarse a la descarbonizaci¨®n total en la segunda mitad de la d¨¦cada de 2030¡å. Aunque Bruselas asegura que ¡°las energ¨ªas renovables como la solar y la e¨®lica constituir¨¢n la gran mayor¨ªa de las soluciones¡±, no cierra las puertas a otras soluciones tecnol¨®gicas de cero y bajas emisiones, entre las que se citan la eficiencia, el almacenamiento y la energ¨ªa nuclear. Respecto a esta ¨²ltima tecnolog¨ªa, el borrador de plan recuerda la ¡°alianza industrial¡± que ha anunciado ya la Comisi¨®n para ¡°acelerar el despliegue de peque?os reactores modulares¡±, unos sistemas todav¨ªa incipientes, pero que Bruselas sostiene que a principios de 2030 podr¨ªa empezar a implantarse en algunos pa¨ªses de la UE.

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