El trofeo m¨¢s codiciado: europeos y asi¨¢ticos se lanzan a la caza ilegal del jaguar en Bolivia

¡°Es ¨¦poca de incendios y sale un bichote incre¨ªble que mata a todos los caballos¡±. Jorge N¨¦stor Noya, jefe de una red de caza ilegal con sede en Argentina, describ¨ªa as¨ª al jaguar en un audio de WhatsApp dirigido a sus c¨®mplices. Intentaba convencer al empresario espa?ol Luis Villalba, uno de sus varios clientes internacionales, para adentrarse en la selva de Bolivia y cazar al felino m¨¢s grande de Am¨¦rica. Este imponente animal, que puede llegar a medir dos metros de largo y pesar m¨¢s de 130 kilos, ha sido venerado como s¨ªmbolo de fuerza e incluso considerado una deidad por las culturas ancestrales. Razones que lo convierten en el trofeo de caza m¨¢s apreciado, lo que ha llevado a europeos y asi¨¢ticos a buscarlo en el coraz¨®n de Suram¨¦rica. Mientras, las investigaciones contra estos cr¨ªmenes se ven entorpecidas por la falta de personal y de preparaci¨®n de las autoridades bolivianas. De hecho, el fiscal al cargo no lleva ni tres meses en el puesto y hasta ahora lideraba una unidad contra el narcotr¨¢fico.

¡°Desde 2015, Bolivia es la meca de la caza de jaguares. Es el lugar donde se han encontrado los casos m¨¢s relevantes y las redes m¨¢s grandes. Vienen a Am¨¦rica con la mentalidad de ¡®me falta este para mi colecci¨®n¡±, asegura Lisa Corti, representante del colectivo activista Llanto del Jaguar. En Bolivia, se cazan furtivamente cerca de 60 jaguares al a?o, la mayor cantidad de toda Latinoam¨¦rica, seg¨²n un informe de 2022 de la Convenci¨®n sobre el Comercio de Especies Amenazadas (Cites). A nivel mundial, el 50% de la distribuci¨®n hist¨®rica de este animal se ha perdido y, en la actualidad, existen cerca de 64.000 ejemplares, casi todos concentrados en la Amazon¨ªa y el Pantanal.

Cuanto m¨¢s escaso, m¨¢s codiciado. Con ese discurso, Noya, veterinario de profesi¨®n, promocionaba paquetes de caza de hasta 48.000 euros en las p¨¢ginas web Online Hunting y African Hunting, adem¨¢s de captar clientes presencialmente en eventos cineg¨¦ticos de Espa?a y Estados Unidos. En la lista de precios del argentino, en la que se ofrec¨ªan hasta 15 tipos de especies, el jaguar no solo era el m¨¢s caro, sino que la diferencia de precios era abismal. La caza de un ejemplar costaba 10.000 euros, mientras que el segundo m¨¢s costoso, el ocelote, ten¨ªa un precio de 1.700.

Miles de colmillos traficados

¡°Se presentaba como una empresa legal que cazaba animales regulados y, una vez hecho el contacto, inclu¨ªa a la fauna protegida¡±, explica el abogado Rodrigo Herrera, uno de los denunciantes del caso que fue abierto por la fiscal¨ªa boliviana a finales de enero. Herrera tambi¨¦n se enfrent¨® a una mafia china que, entre 2013 y 2018, export¨® cientos de miles de colmillos de jaguar a Asia. Los cabecillas de la organizaci¨®n eran una pareja que fue sorprendida con 185 dientes del felino y varias otras partes del cuerpo, como las garras y las extremidades.

¡°En China, los colmillos se usan como amuletos o collares porque se cree que ofrecen protecci¨®n contra los malos esp¨ªritus. Adem¨¢s, otras partes se utilizan en la medicina tradicional. Ellos piensan que no fueron obtenidos mat¨¢ndolos, sino recogi¨¦ndolos de cuerpos que fallecieron por causas naturales¡±, cuenta el guardaparques y uno de los investigadores del crimen, Marcos Uzquiano. A trav¨¦s de anuncios en la radio en municipios de la Amazon¨ªa boliviana, como San Borja o Rurrenabaque, se ofrec¨ªan 250 d¨®lares (unos 238 euros) por cada jaguar cazado. En Asia, sin embargo, se comercializaban por hasta 2.500 d¨®lares (2.380 euros). ¡°Los ganaderos lo aceptan porque los felinos, a causa de los incendios y la deforestaci¨®n en la Amazon¨ªa y la Chiquitan¨ªa, no tienen otra opci¨®n que salir del coraz¨®n del bosque y atacar al ganado¡±, detalla Uzquiano.

De hecho, otra de las grandes razones por las que el jaguar est¨¢ amenazado es la p¨¦rdida de su h¨¢bitat: hasta 2015, la deforestaci¨®n de espacios naturales alcanz¨® los 5,7 millones de hect¨¢reas en Bolivia, seg¨²n la organizaci¨®n WWF. ¡°De todas las incautaciones realizadas desde 2010 en adelante, m¨¢s del 50% est¨¢n relacionadas con China de alguna manera¡±, apunta el abogado Herrera. La creciente presencia de migrantes chinos en Bolivia se debe a las cercanas relaciones diplom¨¢ticas entre ambos pa¨ªses, que han permitido la concesi¨®n de proyectos de infraestructura, como carreteras y obras civiles. Antes del caso de la pareja traficante, entre 2014 y 2016, la polic¨ªa boliviana incaut¨® 337 partes de jaguar en 16 paquetes, 14 de ellos enviados por ciudadanos chinos que trabajaban en Bolivia.

El caso de la pareja china termin¨® con una sentencia de cuatro a?os para el hombre, quien sigue pr¨®fugo desde su imputaci¨®n, y tres a?os para su pareja, quien cumpli¨® su condena en 2021. Sin embargo, el tr¨¢fico del felino no ha cesado: en abril de 2024, dos mujeres fueron sorprendidas comercializando nueve colmillos de jaguar en la ciudad de Trinidad. Hasta 2020, se sab¨ªa de 20 procesos abiertos relacionados con la caza furtiva del depredador. Ahora, a estos casos se suma el de Noya, en detenci¨®n domiciliaria en Argentina, donde tambi¨¦n es investigado, y el del espa?ol Villalba, presunto autor de la matanza de al menos cuatro jaguares y cuyo paradero se desconoce. Este ¨²ltimo habr¨ªa entrado y salido del pa¨ªs por La Paz en 2018, para despu¨¦s borrar su rastro al interior con vuelos no comerciales.

Ineficacia judicial

Ambos est¨¢n acusados de tres delitos: biocidio, destrucci¨®n y deterioro de la riqueza nacional, y tr¨¢fico ilegal de vida silvestre. No obstante, el C¨®digo Penal boliviano no suma las penas de manera acumulativa, sino que impone la m¨¢s alta (ocho a?os en este caso), aunque se puede a?adir un agravante proporcional. Quienes siguen el caso de cerca lamentan que la investigaci¨®n transcurra de forma atropellada y lenta. El fiscal asignado al caso, Miguel Gonz¨¢lez, todav¨ªa no ha recibido una respuesta del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) sobre si la casona que aparece en las fotos de Noya con los cad¨¢veres de los jaguares es privada o p¨²blica para proceder con un allanamiento.

¡°Lamentablemente, el Estado es demasiado d¨¦bil en su capacidad institucional para hacer cumplir la ley. Adem¨¢s, el personal p¨²blico est¨¢ muy mal capacitado¡±, denuncia el abogado Herrera. La activista Corti, ejemplifica este desconocimiento cuando los jueces del caso de la mafia china se quedaron, en un principio, con las pieles y colmillos incautados, cuando por normativa deb¨ªan ser entregados al Museo de Historia Natural Noel Kempff. El proceso tuvo 12 audiencias suspendidas.

El mismo Gonz¨¢lez reconoce que, desde que asumi¨® el cargo de fiscal medioambiental en diciembre, a¨²n se est¨¢ familiarizando con los procesos. Antes lideraba la lucha contra el narcotr¨¢fico como director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).¡±No hay una ruta institucional clara para estos casos, ni plazos definidos como en otras ¨¢reas. Llevamos m¨¢s de 40 d¨ªas h¨¢biles sin respuesta. Tengo que ir a rogar a las instituciones¡±, afirma Gonz¨¢lez. Sostiene que trabaja de forma conjunta con Argentina y que pidi¨® a la Fiscal¨ªa General del Estado de Espa?a que le tomen declaraciones a Villalba.

A la incompetencia gubernamental se suma la anarqu¨ªa e impunidad en las zonas selv¨¢ticas y fronterizas con Brasil. Uzquiano se?ala que en estas regiones el narcotr¨¢fico opera sin restricciones: ¡°San Mat¨ªas es el puente a¨¦reo de la droga que ingresa por Per¨² y sale por el Beni con destino a Brasil. Temo mucho que la investigaci¨®n se vea interferida por este contexto. Los mismos pobladores tienen miedo de informar; saben el riesgo. Una cosa es denunciar desde lejos y otra estar ah¨ª¡±.