Los roles de g¨¦nero tambi¨¦n pedalean: las mujeres en bici hacen distancias m¨¢s cortas que los hombres y evitan la noche

Las mujeres de Barcelona y su ¨¢rea metropolitana utilizan menos la bicicleta para sus desplazamientos que los hombres, hacen distancias m¨¢s cortas, pedalean a menos velocidad y se desplazan menos de noche. Y las que no cogen la bici citan la inseguridad, el miedo a no saber circular correctamente o a sufrir acoso como motivos parar no hacerlo. El 35% de las ciclistas urbanas declara haber sufrido acoso. Son aspectos que revela el estudio La movilidad cotidiana en la metr¨®poli de Barcelona. Una mirada desde la ¨®ptica de las mujeres, realizado por el Instituto Metr¨°poli por encargo del ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB). El trabajo muestra como los roles tradicionales de g¨¦nero se trasladan a la movilidad en bici: tanto en la manera de moverse por parte de las mujeres que pedalean en su d¨ªa a d¨ªa; como en las razones de las que no lo hacen. Las que van en bici, con todo, son muy fieles a los pedales: el 65% se desplaza en bicicleta a diario. Un 27% realiza un uso habitual (m¨¢s de una vez a la semana) y solo un 8% la usa de forma ocasional.

Para empezar, el n¨²mero de ciclistas urbanas es inferior al de los hombres. Ellas tienen un peso del 1% en la cuota modal (el porcentaje de cada modo de transporte en el total de trayectos); y ellos del 3%. Pero la movilidad de las mujeres es m¨¢s sostenible: se desplazan m¨¢s caminando (52% frente a un 43% ellos) y en transporte p¨²blico (26%, frente a un 17%). Los hombres, en cambio, utilizan mucho m¨¢s el coche: 35% de los desplazamientos, frente al 21% de las mujeres. La movilidad para ir a trabajar es el principal motivo de ir en bicicleta para ambos. Pero las mujeres pedalean m¨¢s por motivos ineludibles (cuestiones vinculadas al ¨¢mbito dom¨¦stico o de los cuidados, que supone un 18% de sus desplazamientos) que los hombres (10%). ¡°Estas cifras se explican por los roles de las mujeres en los hogares, de manera que asumen un papel m¨¢s activo en los cuidados y tareas dom¨¦sticas¡±, apunta el estudio.

Otra diferencia relevante est¨¢ en c¨®mo y cu¨¢ndo pedalean unas y otros. La distancia media de las mujeres en bici es de dos kil¨®metros, la duraci¨®n media es de 18 minutos y la velocidad, de 6,6 kil¨®metros por hora (hablamos de ir por ciudad, hay sem¨¢foros). Ellos van m¨¢s lejos (3,3 kil¨®metros), m¨¢s rato (22 minutos) y m¨¢s deprisa (9,1 kil¨®metros hora). Por franjas horarias, tambi¨¦n se observan diferencias: las mujeres realizan los trayectos sobre todo por la ma?ana, mediod¨ªa y la tarde (suman 71%), y menos de noche y de madrugada (22%). Ellos hacen un 63% de desplazamientos de d¨ªa y un 35% de noche. ¡°La bici pone de relieve tambi¨¦n los comportamientos globales de la movilidad en las mujeres: con desplazamientos m¨¢s cortos y con un perfil horario donde concentran menos trayectos de noche¡±, observa el informe. Sobre la velocidad se?ala: ¡°Las conductas a la hora de circular muestran comportamientos m¨¢s prudentes y con menor velocidad¡±.

El estudio del Instituto Metr¨°poli sigue la estela de an¨¢lisis que en los ¨²ltimos a?os ha realizado la cooperativa Col¡¤lectiu Punt 6, formada por profesionales de distintas disciplinas (soci¨®logas, arquitectas o urbanistas), que trabajan repensando espacios dom¨¦sticos o p¨²blicos desde una perspectiva feminista. Sara Ortiz, la experta en movilidad de ese despacho, se?ala que estos trabajos muestran que ¡°el patriarcado y la socializaci¨®n de g¨¦nero se trasladan a la movilidad¡±. ¡°A los hombres, en la masculinidad tradicional, se les educa para no tener miedo al riesgo, en la velocidad como algo positivo... y tiene que ver con la educaci¨®n viaria en general. La parte positiva de arriesgarse tiene un impacto negativo con siniestros m¨¢s graves. Y, en cambio, a las mujeres se nos educa para tener otro comportamiento en la conducci¨®n, m¨¢s prudente y preventivo¡±. Sobre el menor uso de la bici entre las mujeres, Ortiz apunta tambi¨¦n que ¡°tiene que ver con el hecho de enlazar actividades a lo largo del d¨ªa, la dificultad de hacer algunas de las actividades con personas mayores o ni?os, o el miedo a tener un accidente o caerse¡±. ¡°El g¨¦nero impacta en la bici, la socializaci¨®n de g¨¦nero condiciona como conducimos cualquier veh¨ªculo, el ritmo, impacta ser cuidadoras, y tambi¨¦n el asedio viario¡±, concluye.

El informe metropolitano se basa en los datos de la Encuesta de Movilidad en D¨ªa Laborable (EMEF, en sus siglas en catal¨¢n) y en una consulta espec¨ªfica a mujeres, tanto si eligen la bici para desplazarse, como si no. Y en este sentido es interesante observar como los motivos por los que unas no se animan, son los mismos que las ciclistas se?alan como cuestiones que les desagradan. En concreto: las que no pedalean lo hacen por aspectos vinculados a la inseguridad (miedo a sufrir un accidente, ca¨ªda o no saber circular correctamente por las v¨ªas), o temor a ser asediadas por otros usuarios de las v¨ªas. La percepci¨®n de inseguridad, aumenta con la edad, a partir de los 45 a?os. Tambi¨¦n citan como motivo por no pedalear la infraestructura ciclista y la disponibilidad de aparcamientos.

Sobre los motivos de satisfacci¨®n por parte de las ciclistas urbanas para utilizar la bici de forma habitual destacan la salud (24%), la sostenibilidad (17%), la velocidad (16%) y la comodidad y autonom¨ªa (16%). El coste (11%) y pedalear como experiencia agradable (9%) tambi¨¦n aparecen como razones destacables. Y a la hora de citar cuestiones importantes al moverse en bici indican la seguridad, la infraestructura ciclista y su mantenimiento y el aparcamiento seguro.

V¨ªctimas de acoso: ¡°?Sal de la calle, perra!¡±

El estudio tambi¨¦n ha prestado atenci¨®n a las situaciones de asedio sufrido por las mujeres cuando van en bici. El 35% de las usuarias de bicicleta afirman que lo han sufrido, el 65% responde que no. De las que se han sentido acosadas, el grueso han sido situaciones de asedio verbal o gestual (65%), el 28% vial y el 8% f¨ªsico. Unas actitudes de acoso que han afectado al 64% de las ciclistas que lo han sufrido: ¡°emocionalmente, f¨ªsicamente¡± o incluso ha cambiado su conducta en la movilidad.

En Londres, la entidad London Cycling Campaign, lanz¨® hace un tiempo una campa?a contra el asedio, a ra¨ªz de un informe que revela los niveles de acoso que sufren las ciclistas en la ciudad. A ra¨ªz de una encuesta a m¨¢s de mil mujeres ciclistas, al preguntarles qu¨¦ barreras les impiden moverse en bici, afloraron casos de agresiones verbales e incluso f¨ªsicas y sexuales. Nueve de cada diez han sufrido acoso. El 93% de las encuestadas respondieron que los conductores hab¨ªan utilizado sus veh¨ªculos para intimidarles. Un tercio no pedalea de noche por la oscuridad de los carriles. En un v¨ªdeo de la campa?a, las ciclistas de todas las edades, relatan situaciones vividas (conductores que les tocaron el culo o cruzaron sus coches ante ellas y sus hijos al ir a la escuela) o replican lindezas que les dedicaron hombres al volante como ¡°?sal de la calle, perra!¡±, ¡°?aparta, vaca vieja!¡±, ¡°?vuelve a tu pa¨ªs!¡± o ¡°?que te follen y ch¨²pasela a tu madre!¡±.

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