La UE abandonar¨¢ el Tratado de la Carta de la Energ¨ªa
El Parlamento Europeo da su visto bueno a la propuesta de una salida coordinada de los Estados miembros de un acuerdo de finales de la Guerra Fr¨ªa que ya no est¨¢ en l¨ªnea con los objetivos medioambientales y la pol¨ªtica de inversi¨®n de la UE
La Uni¨®n Europea va a dejar de formar parte del Tratado de la Carta de la Energ¨ªa (TCE), ampliamente considerado una r¨¦mora de la era postsovi¨¦tica. El Parlamento Europeo ha dado este mi¨¦rcoles su visto bueno a la propuesta ya aprobada en marzo por los Estados miembros de salir de forma ¡°coordinada¡± del acuerdo. Valida as¨ª de manera definitiva una iniciativa planteada por Bruselas el a?o pasado ante la evidencia de que cada vez m¨¢s pa¨ªses, entre ellos Espa?a, quer¨ªan abandonar un pacto de finales de la Guerra Fr¨ªa que buscaba proteger inversiones energ¨¦ticas, pero al que se le achaca haber blindado al sector de los combustibles f¨®siles en detrimento de las renovables, obstaculizando as¨ª el cumplimiento de los objetivos medioambientales de la UE y lastrando a los gobiernos con demandas multimillonarias.
La votaci¨®n en la Euroc¨¢mara, que solo ten¨ªa que decir s¨ª o no a la iniciativa, sin capacidad de modificarla, ha sido masiva: 560 votos a favor, frente a solo 43 en contra y 27 abstenciones. La aprobaci¨®n por parte de los eurodiputados era un requisito indispensable para dar este paso, que ahora solo requerir¨¢ una ratificaci¨®n formal del Consejo (los Estados) para poder entrar en vigor.
El ¡°obsoleto¡± pacto, como lo defini¨® la propia Comisi¨®n Europea al plantear su salida, entr¨® en vigor en 1998 para proteger las inversiones de las compa?¨ªas energ¨¦ticas occidentales en los pa¨ªses exsovi¨¦ticos, que en aquellos momentos ofrec¨ªan interesantes posibilidades de negocio, sobre todo en materia de combustibles f¨®siles. Pero el TCE, que est¨¢ ratificado por m¨¢s de medio centenar de Estados, por la propia UE y por Euratom (el organismo p¨²blico europeo encargado de coordinar los programas de investigaci¨®n sobre energ¨ªa nuclear), ha acabado convirti¨¦ndose en un lastre para la transici¨®n energ¨¦tica. ¡°Seguir siendo una parte contratante del actual TCE, que no ha sido modernizado, no es ya una opci¨®n para la UE o sus Estados miembros, dado que el tratado no est¨¢ en l¨ªnea con la pol¨ªtica y legislaci¨®n de inversi¨®n europea, ni con los objetivos clim¨¢ticos y energ¨¦ticos de la UE¡±, constat¨® el Ejecutivo europeo al proponer la salida.
¡°Por fin este tratado dinosaurio dejar¨¢ de estar en el camino de una protecci¨®n del medio ambiente consistente, ya que no tendremos que temer demandas de las corporaciones que reclaman miles de millones de euros¡±, ha declarado tras la votaci¨®n la ponente de la medida, la alemana Anna Cavazzini (Los Verdes), quien tras conocer el masivo voto no pudo evitar un salto de alegr¨ªa en su esca?o en el hemiciclo.
Tal como recordaba durante el debate previo a la votaci¨®n la eurodiputada socialista Inma Rodr¨ªguez-Pi?eiro, ponente en la sombra de la propuesta para salir del TCE, actualmente hay 35.000 millones de d¨®lares pendientes en litigios debido a este sistema de protecci¨®n de inversores basado en un arbitraje privado que permite a los inversores demandar a los gobiernos por la eliminaci¨®n de combustibles f¨®siles.
Seg¨²n la evaluaci¨®n de la Euroc¨¢mara, ¡°casos recientes demuestran que el TCE no solo obstaculiza la acci¨®n por el clima, sino tambi¨¦n la capacidad de los Estados para gestionar la crisis y la transici¨®n energ¨¦ticas¡±. Se?ala al respecto demandas como las de las empresas del carb¨®n alemanas RWE y Uniper en 2021, que reclamaron 2.400 millones de euros por da?os y perjuicios al Gobierno holand¨¦s por haber fijado 2030 como fecha para la eliminaci¨®n progresiva del carb¨®n. En 2022, Italia fue condenada a pagar a la empresa petrolera brit¨¢nica Rockhopper 250 millones de euros de indemnizaci¨®n por prohibir proyectos de explotaci¨®n petrol¨ªfera frente a sus costas, pr¨¢ctica denunciada por las comunidades costeras italianas. Y tan recientemente como en noviembre de 2023, la petrolera Klesch Group Holdings Limited llev¨® a los tribunales a la UE, Alemania y Dinamarca, a los que reclama al menos 95 millones de euros por haber introducido impuestos sobre beneficios extraordinarios de las energ¨¦ticas (los beneficios ¡°ca¨ªdos del cielo¡±) aprobados por la UE para limitar el impacto econ¨®mico de los altos precios de la energ¨ªa.
Sobre todo a mes y medio de las elecciones europeas, hay que ser ¡°coherentes¡± y ¡°tenemos que decir no a los obst¨¢culos para la lucha contra el cambio clim¨¢tico y los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs¡±, inst¨® Rodr¨ªguez-Pi?eiro en su alocuci¨®n.
Espa?a anunci¨® en octubre de 2022 su intenci¨®n de abandonar el TCE, al igual que hicieron, casi de forma simult¨¢nea, otra decena de pa¨ªses de la UE. ¡°Once Estados miembros (Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Espa?a, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Pa¨ªses Bajos, Polonia y Portugal) y el Reino Unido, que representan m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n europea, ya han decidido abandonar el TCE. La retirada de la Uni¨®n es el siguiente paso l¨®gico¡±, argumentaba al respecto el Parlamento Europeo. Pa¨ªses como Alemania, Francia o Polonia ya han formalizado el paso, que dio tambi¨¦n Italia en 2016. El resto de los pa¨ªses, entre ellos Espa?a, decidieron finalmente esperar a la salida a la Comisi¨®n, que acab¨® proponiendo en julio del a?o pasado ¡°que la UE, sus Estados miembros y Euratom se retiren del TCE de una manera coordinada y ordenada¡±, para ¡°garantizar el trato equitativo de inversores en la UE y m¨¢s all¨¢¡±.
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