Al Gore: ¡°Las compa?¨ªas de combustibles f¨®siles son mejores capturando a pol¨ªticos que capturando sus emisiones¡±
El exvicepresidente de EE UU y premio Nobel de la Paz advierte contra ¡°la soluci¨®n f¨¢cil a los problemas que prometen los movimientos demag¨®gicos de extrema derecha¡±
En 2007, Albert Arnold Gore Jr. (Washington DC, 76 a?os), conocido como Al Gore, era ya un activista (de chaqueta y corbata) contra el cambio clim¨¢tico. Y por su labor de concienciaci¨®n sobre este fen¨®meno ¡ªel t¨¦rmino crisis clim¨¢tica no se hab¨ªa extendido a¨²n y el negacionismo campaba a sus anchas¡ª fue galardonado con el premio Nobel de la Paz aquel a?o. Fue vicepresidente de Estados Unidos entre 1992 y 2001 y el candidato dem¨®crata en las elecciones de 2000. A...
En 2007, Albert Arnold Gore Jr. (Washington DC, 76 a?os), conocido como Al Gore, era ya un activista (de chaqueta y corbata) contra el cambio clim¨¢tico. Y por su labor de concienciaci¨®n sobre este fen¨®meno ¡ªel t¨¦rmino crisis clim¨¢tica no se hab¨ªa extendido a¨²n y el negacionismo campaba a sus anchas¡ª fue galardonado con el premio Nobel de la Paz aquel a?o. Fue vicepresidente de Estados Unidos entre 1992 y 2001 y el candidato dem¨®crata en las elecciones de 2000. Acarici¨® la presidencia, pero el pol¨¦mico recuento de votos en Florida le dio la victoria a Bush hijo. Lleva dos d¨¦cadas alertando de los impactos del cambio clim¨¢tico y formando a otros para que participen de esta lucha. A finales de junio organiza con The Climate Reality Project, un proyecto fundado por ¨¦l, unas jornadas de formaci¨®n en Roma. Es la n¨²mero 56 en la que participa. En esta entrevista por videoconferencia con EL PA?S no duda en se?alar al sector de los combustibles f¨®siles como el principal responsable de esta crisis clim¨¢tica.
Pregunta. ?Para qu¨¦ sirven estos cursos de formaci¨®n?
Respuesta. Para resolver la crisis clim¨¢tica tenemos que hacer que los ciudadanos en todos los pa¨ªses alcen la voz y digan a sus pol¨ªticos: ¡°Vemos lo que est¨¢ sucediendo, lo entendemos y exigimos medidas para salvaguardar nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos¡±. En muchos pa¨ªses, incluido el m¨ªo, las compa?¨ªas de petr¨®leo y gas y otras instituciones que durante mucho tiempo se han beneficiado del patr¨®n actual de extraer combustibles f¨®siles son totalmente reacias a que cambie ese patr¨®n. Es simplemente la naturaleza humana b¨¢sica, pero las clases medias se ven muy afectadas. Con nuestra formaci¨®n se brinda a todos los miembros de la comunidad la oportunidad de conocer los hechos, aprender las habilidades de comunicaci¨®n y creaci¨®n de redes, y conocer las soluciones que est¨¢n f¨¢cilmente disponibles.
P. ?Le preocupa el resultado de las elecciones europeas?
R. No soy ciudadano de la UE, soy solo un observador, pero tengo mucha confianza en los pueblos de Europa. La UE se ha convertido en un centro de conciencia en el mundo. Por supuesto, siempre hay luchas internas, como en mi pa¨ªs. Sin embargo, la mayor¨ªa de la gente entiende que este es un momento importante en la historia de la Humanidad. Estamos luchando para no superar los l¨ªmites de lo que los sistemas ecol¨®gicos de la Tierra pueden tolerar sin quebrarse. Y soy optimista en cuanto a que los votantes de todas las regiones del mundo son cada vez m¨¢s conscientes de que tenemos que cambiar r¨¢pidamente. Los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos han hecho cambiar la opini¨®n de las personas, que se han dado cuenta de que no podemos seguir utilizando la atm¨®sfera como una cloaca con las emisiones que calientan el planeta. Estas a su vez calientan los oc¨¦anos, lo que hace que las tormentas sean m¨¢s grandes y fuertes y las inundaciones m¨¢s devastadoras. Tambi¨¦n las sequ¨ªas, que provocan incendios como los que hemos visto en EE UU, Canad¨¢, Australia y, realmente, todo el sur de Europa. Los refugiados que cruzan las fronteras para escapar de las intolerables condiciones de vida impuestas por la crisis clim¨¢tica ahora superan con creces a los refugiados que escapan de la violencia de las guerras.
P. ?Y qu¨¦ opina del avance de la extrema derecha? ?Le preocupa el impacto que pueda tener en la lucha contra el cambio clim¨¢tico?
R. Bueno, creo que el proceso de globalizaci¨®n, que se ha visto reforzado por los avances tecnol¨®gicos, ha alterado los viejos patrones en muchos pa¨ªses. Hemos visto que los empleos se han trasladado de los pa¨ªses industrializados a lugares con salarios m¨¢s bajos. Hemos visto cambios tecnol¨®gicos que tienen un efecto pol¨ªtico inquietante. La gente se preocupa por el futuro y as¨ª es como alg¨²n movimiento demag¨®gico de extrema derecha llega y promete una soluci¨®n f¨¢cil a los problemas. Es natural que, en momentos de estr¨¦s, mucha gente diga: ¡°oh, probemos eso¡±. Es un terrible error. Pero creo que ahora los acontecimientos comienzan a ir en la direcci¨®n opuesta, y las personas que antes formaban parte del movimiento de extrema derecha han cambiado un poco de opini¨®n. En varios pa¨ªses de Europa las elecciones han ido en la direcci¨®n opuesta. Tengo fe en la Humanidad, creo que estamos cerca de un momento de toma de conciencia con la crisis clim¨¢tica en el que estas mezquinas divisiones pol¨ªticas e ideol¨®gicas se dejar¨¢n de lado a medida que nos demos cuenta del inter¨¦s com¨²n. No podemos destruir nuestro hogar, solo tenemos uno y debemos protegerlo. No vamos a irnos a Marte en cohetes.
P. Si Donald Trump gana las elecciones en noviembre, ?cree que volver¨¢ a sacar a su pa¨ªs del Acuerdo de Par¨ªs?
R. No me siento c¨®modo aceptando esa hip¨®tesis: no creo que Trump vaya a ganar las elecciones. Y, si me equivoco en eso, tendremos que ocuparnos cuando ocurra. En cualquier caso, creo firmemente que EE UU va a continuar con sus esfuerzos para ayudar a liderar esta revoluci¨®n de la sostenibilidad. La legislaci¨®n aprobada por el presidente Biden, la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n (IRA), es la legislaci¨®n clim¨¢tica m¨¢s grande y mejor dise?ada de la historia. No se derogar¨¢, no importa el resultado de las elecciones. Ya est¨¢ cambiando la realidad sobre el terreno con la construcci¨®n de nuevas f¨¢bricas de paneles solares, molinos de viento, veh¨ªculos el¨¦ctricos, bater¨ªas... Y nuevas y prometedoras tecnolog¨ªas que nos brindan la posibilidad de transformar nuestra sociedad para que deje de depender de los combustibles f¨®siles y sucios.
P. Durante la ¨²ltima cumbre del clima, celebrada en Dub¨¢i en diciembre, fue muy cr¨ªtico con esta cita. ?Cree que las cumbres del clima siguen siendo ¨²tiles?
R. A pesar de que las cumbres clim¨¢ticas han sido capturadas de forma insana por los contaminantes combustibles f¨®siles, todav¨ªa pueden cumplir un prop¨®sito ¨²til. La COP29, que se celebrar¨¢ en Azerbaiy¨¢n, ser¨¢, una vez m¨¢s, organizada por un petroestado. De hecho, es un pa¨ªs cuyos principales ingresos vienen de los combustibles f¨®siles, incluso en mayor proporci¨®n que los dos ¨²ltimos pa¨ªses que han organizado las dos ¨²ltimas cumbres: Emiratos ?rabes Unidos y Egipto. Debemos reformar este proceso para que naciones como Rusia no tengan poder de veto sobre qu¨¦ pa¨ªs debe ser el anfitri¨®n de la cumbre; el secretario general de la ONU debe tener el poder de participar en la selecci¨®n del anfitri¨®n. No es justo este conflicto de intereses tan evidente, como el que marc¨® la conferencia sobre el clima del a?o pasado en Dub¨¢i. Los pueblos del mundo merecen algo mejor que el conflicto de intereses que implica poner a cargo de una cumbre al director de una de las compa?¨ªas de petr¨®leo y gas m¨¢s grandes y sucias del planeta. Es una idea rid¨ªcula. Las compa?¨ªas de combustibles f¨®siles son mejores capturando a pol¨ªticos que capturando las emisiones. Pretenden hacernos creer que hay una soluci¨®n m¨¢gica en la que no tenemos que reducir el consumo de combustibles f¨®siles, solo hay que capturar las emisiones. Es absurdo. En algunos sectores en los que es dif¨ªcil reducir las emisiones, nos gastaremos el dinero en tratar de capturarlas. Pero, para la mayor¨ªa de sectores, es algo rid¨ªculo, especialmente cuando tenemos alternativas que son m¨¢s baratas, saludables y mejores que crean tres veces m¨¢s puestos de trabajo por cada euro gastado en comparaci¨®n con el viejo y sucio sistema de combustibles f¨®siles.
P. ?Qu¨¦ considera m¨¢s ¨²til: los litigios clim¨¢ticos o la diplomacia clim¨¢tica?
R. Ambas herramientas pueden ser ¨²tiles. Me interesaba, en particular, la victoria de las m¨¢s de 2.000 se?oras mayores de Suiza. Y la victoria antes en los Pa¨ªses Bajos. Tambi¨¦n ha habido otras. Pero, al mismo tiempo, la diplomacia tambi¨¦n es esencial, incluso aunque resulte frustrante.
P. ?Le preocupa el aumento del greenwashing o ecopostureo?
R. Es algo simplemente deshonesto: dar a la gente la impresi¨®n de que una empresa o una entidad pol¨ªtica est¨¢ haciendo algo que en realidad es solo para aparentar sin asumir su responsabilidad. Hay que denunciarlo. No es una t¨¢ctica nueva, pero parece que la utilizan m¨¢s las grandes compa?¨ªas orientadas al consumidor, ya sea en el ¨¢mbito empresarial o de gobierno, que sienten la presi¨®n de la gente. Por lo tanto, hay que denunciarlo all¨ª donde se produzca para que podamos mantener la presi¨®n necesaria para dise?ar cambios reales. No cambios imaginarios.
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