Las ONG, atrapadas en las maniobras en Bruselas contra el Pacto Verde
El cuestionamiento a las acciones y financiaci¨®n de varias organizaciones de la sociedad civil ha sido parcialmente desmontado, pero algunos temen el da?o a la reputaci¨®n de un instrumento de vigilancia clave en momentos en que se redoblan los esfuerzos para desmontar leyes medioambientales
![Greenpeace](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QFXXOLUHABAVDKO4GO5D2TJQGQ.jpg?auth=92ed938cc473552c76e6fc489da3d11d066a3a622c6d1157d5ccfedd92443f5b&width=414)
![Silvia Ayuso](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F728fde18-e598-4c77-b0f3-a2aa9eedbbe5.png?auth=b16f7f1439293a8783b0efda8012053ee8d5475d3fa001455ae0914e51887b66&width=100&height=100&smart=true)
Algunos eurodiputados no pueden ser m¨¢s gr¨¢ficos: si lanzas un trozo de mierda contra la pared, dicen, por mucho que intentes limpiarlo, algo quedar¨¢ pegado. Es lo que, temen, ha sucedido con el ¨²ltimo embate contra varias ONG, sobre todo medioambientales, que trabajan en Bruselas, cuya financiaci¨®n y actividad ha sido puesta en entredicho por eurodiputados conservadores que las acusan de recibir fondos de la Comisi¨®n Europea con orden de hacer ¡°lobby¡¯ en la sombra¡± para ¡°manipular¡± a los legisladores a favor de pol¨ªticas medioambientales y que quieren revisar todas las ayudas p¨²blicas que reciben.
La campa?a, lanzada desde la comisi¨®n de control de presupuestos del Parlamento Europeo, ha sido por el momento parcialmente neutralizada por eurodiputados del centro y la izquierda del hemiciclo, que han logrado al menos que la investigaci¨®n que reclaman los conservadores se ampl¨ªe a otros grupos de inter¨¦s, no solo a ONG, como buscaba el Partido Popular Europeo (PPE).
Pero el da?o reputacional a las organizaciones civiles, coinciden analistas y legisladores, est¨¢ hecho. La sombra de la duda sobre uno de los instrumentos clave de vigilancia de las instituciones ha sido plantada. Y esto sucede justo cuando se redoblan los intentos de derecha y extrema derecha por desmontar el Pacto Verde europeo, un objetivo abiertamente reconocido por las fuerzas ultras reforzadas desde las elecciones europeas de junio y que se sienten revalidadas con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
¡°Para existir frente a los Estados Unidos de Trump, hay que desbloquear todos los frenos al crecimiento en Francia y en Europa. Deseo la suspensi¨®n inmediata del Pacto Verde¡±, dijo recientemente el presidente del Reagrupamiento Nacional franc¨¦s y l¨ªder en la Euroc¨¢mara del grupo parlamentario ultra Patriots for Europe (PfE), Jordan Bardella, cuya formaci¨®n europea, Patriots.eu, celebra una cumbre ultra este s¨¢bado en Madrid. En Bruselas, Bardella busca alianzas: a finales de enero, envi¨® una carta con una ¡°proposici¨®n de coalici¨®n para la suspensi¨®n del Pacto Verde¡± al PPE, a los Conservadores y Reformistas (ECR) de Giorgia Meloni y a los m¨¢s ultras de Europa de las Naciones Soberanas (ESN). El PPE lo ha rechazado, pero al menos ECR se dice ¡°abierto a debatir¡±. Adem¨¢s, la que es la tercera fuerza en la Euroc¨¢mara, tras los conservadores y los socialdem¨®cratas de S&D, ha creado un ¡°grupo de trabajo para la reforma del Pacto Verde¡±, aunque sin actividad aparente por el momento.
Muchos en Bruselas no creen casual que los ataques a las ONG lleguen en plena campa?a para debilitar el Pacto Verde, la estrategia de crecimiento de la UE basada en una transici¨®n ecol¨®gica que permita alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050. Aunque vienen de largo, han cobrado fuerza desde de que la conservadora alemana Monika Hohlmeier y otros miembros del PPE de la comisi¨®n de Control de Presupuestos cuestionaran abiertamente en el pleno de finales de enero en Estrasburgo su trabajo.
¡°?C¨®mo puede haber directrices en los contratos de la Comisi¨®n para la manipulaci¨®n de los procedimientos legislativos?¡±, lanz¨® Hohlmeier en la c¨¢mara, mientras su compa?ero de partido, Dirk Gotink, calificaba a las ONG de ¡°lobby en la sombra¡±.
Ambos, apoyados por otros eurodiputados conservadores y de extrema derecha, han reclamado una revisi¨®n de la financiaci¨®n p¨²blica de varias ONG, sobre todo medioambientales.
Pero legisladores que han tenido acceso a los contratos cuestionados son contundentes: ¡°No ha habido nada, nada, que legalmente se pueda reprochar. El debate est¨¢ siendo tergiversado por la derecha¡±, sostiene el eurodiputado socialista espa?ol Jos¨¦ Cepeda, tambi¨¦n miembro de la comisi¨®n de control presupuestario. Igual de taxativo es su colega alem¨¢n (y verde) Daniel Freund: ¡°Los contratos que he visto hasta ahora est¨¢n bien, no entiendo cu¨¢l es el problema¡±. El diario Politico, que ha revisado 28 de los contratos cuestionados, tambi¨¦n afirma que ¡°en ning¨²n lugar da la Comisi¨®n instrucciones directas para cabildear en su nombre¡±.
Aun as¨ª, Gotink asegura que continuar¨¢ la ¡°investigaci¨®n¡± sobre las organizaciones. ¡°La Comisi¨®n Europea financia a ONG en Bruselas que presionan para promover sus propuestas y su agenda pol¨ªtica. Esto tiene que parar. Socava la separaci¨®n de poderes y la legitimidad de la legislaci¨®n¡±, insisti¨® en un mensaje en X.
La financiaci¨®n p¨²blica de las ONG se realiza a trav¨¦s del fondo europeo LIFE, creado para apoyar proyectos a favor de acciones medioambientales y dotado de 5.400 millones de euros para el periodo 2021-2027. Eso s¨ª, las ¡°subvenciones de funcionamiento¡± de ONG, esto es, destinadas a sufragar parte de los ¡°gastos de funcionamiento de un organismo que persigue un objetivo de inter¨¦s general europeo o un objetivo que forma parte de una pol¨ªtica de la UE¡±, se limitan a 15,6 millones (el 0,006% del presupuesto de la UE), con dotaciones individuales de un m¨¢ximo de 700.000 euros.
Una cifra p¨ªrrica en una ciudad como Bruselas, donde decenas de miles de lobistas profesionales mueven sumas multimillonarias cada a?o para promover intereses de la industria y otros sectores privados. Seg¨²n organizaciones como Corporate Europe Observatory o Transparencia Internacional ¡ªtambi¨¦n en la mira del PPE¡ª en 2024, las 50 principales compa?¨ªas gastaron casi 200 millones de euros en lobby en Bruselas, un 66% m¨¢s que en 2015.
El objetivo de la UE al financiar a ONG es garantizar que la voz de la sociedad civil a la que representan sea escuchada cuando se deciden pol¨ªticas europeas. Algo ya de por s¨ª dif¨ªcil, como se vio el jueves en una reuni¨®n en la Comisi¨®n Europea para discutir el proyecto de ¡°simplificaci¨®n¡± regulatoria con el que quiere impulsar la competitividad del continente y que, temen muchos, amenaza tambi¨¦n con debilitar leyes medioambientales clave. A la cita fueron invitados 57 representantes empresariales, entre ellos lobistas de los gigantes petroleros ExxonMobil y TotalEnergies, y solo dos representantes sindicales y diez ONG, una proporci¨®n de cinco a uno, seg¨²n denunci¨® la uni¨®n sindical europea ETUC.
¡°Necesitamos a una voz de la sociedad civil fuerte en Bruselas para que la protecci¨®n medioambiental tenga un asiento en la mesa junto al lobby corporativo y los gigantes industriales cuando se hacen pol¨ªticas medioambientales para toda Europa¡±, insiste Daniel Freund. ¡°Las propuestas de los conservadores equivalen a una prohibici¨®n de trabajo de facto para las ONG¡±, advierte el alem¨¢n, que ve en la estrategia del PPE el ¡°manual¡± de Viktor Orb¨¢n, el primer ministro ultranacionalista h¨²ngaro ¡ªy orador estrella en la cumbre ultra de Madrid¡ª que emprendi¨® una cruzada contra las organizaciones civiles cr¨ªticas.
No es el ¨²nico. Ariel Brunner, director de BirdLife Europe, reflexionaba esta semana sobre el ¡°ataque a la democracia¡± que supone la estrategia lanzada por los conservadores. ¡°Cuando quieres matar la democracia, vas contra las ONG, contra la prensa libre y luego contra los jueces. Es el manual de jugadas cl¨¢sico de cualquiera que quiera concentrar el poder absoluto. Y este ataque a la ONG es parte de esa visi¨®n del mundo¡±, advirti¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Silvia Ayuso](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F728fde18-e598-4c77-b0f3-a2aa9eedbbe5.png?auth=b16f7f1439293a8783b0efda8012053ee8d5475d3fa001455ae0914e51887b66&width=100&height=100&smart=true)