Carlinhos Brown lleva calor y fiesta al Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n
El cuarteto de Jan Garbarek pone el contrapunto intimista
Carlinhos Brown puso anoche en la plaza de la Trinidad calor, alegr¨ªa y fiesta al tramo final de la tercera jornada del 39 Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n, que tuvo en el Kursaal el contrapunto m¨¢s intimista con la m¨²sica del cuarteto de Jan Garbarek.
Como la noche era de baile, la organizaci¨®n del Jazzaldia retir¨® las sillas de la Trini para que el p¨²blico, que hab¨ªa agotado las entradas hace d¨ªas, se menease sin obst¨¢culos con los ritmos brasile?os de este chico de las favelas de Salvador de Bah¨ªa, a quien la m¨²sica, como ¨¦l mismo suele recordar, le rescat¨® de la pobreza.
Nadie iba a descubrir nada y los asistentes recibieron a Carlinhos Brown entre aplausos y silbidos, como agradeciendo de antemano la velada de la que iban a disfrutar, con canciones conocidas por la mayor¨ªa, que bail¨® al dictado de las indicaciones del showman brasile?o. Brazos en alto, palmas, incluso pasos de baile dio el p¨²blico, en su mayor¨ªa joven, seg¨²n lo iba marcando el m¨²sico, que tambi¨¦n hizo algunas recomendaciones del tipo "si bebes no conduzcas" y "sexo con preservativo".
S¨®lo el arranque fue pausado, con el "Himno de San Antonio", tributo al mestizaje religioso de Brasil, tras el cual Carlinhos Brown se despojo de su abrigo y con el torso desnudo, adornado con cordones y colgantes, inici¨® su imparable despliegue de energ¨ªa, que le llev¨® a bailar varias veces entre la gente. Canciones del grupo Tribalistas, que Brown form¨® con Marisa Monte y Arnaldo Antunes, como "Passa em casa" y "Ja sei namorar" fueron parte del repertorio, que incluy¨® tambi¨¦n "Son da paz", precedido de un breve alegato pacifista que el cantante, compositor y percusionista dirigi¨® a sus seguidores.
El contrapunto intimista
Antes, en el auditorio del Kursaal, el saxofonista noruego Jan Garbarek dejaba constancia de su maestr¨ªa, acompa?ado por Marilyn Mazur (percusi¨®n), Eberhard Weber (bajo) y Reiner Bruninghaus (piano).
Delicadas, bell¨ªsimas notas salieron de sus saxos -toc¨® el soprano y el tenor- en este recital, muy equilibrado, en el que cada uno de los instrumentistas mostr¨® su virtuosismo. El p¨²blico que llenaba la sala fue recompensado con dos horas de concierto, que concluy¨® con un bis del conocido tema Comandante Che Guevara, interpretado de forma muy especial como no pod¨ªa ser de otra manera. Luego, muchos aplausos para despedir a unos grandes artistas.
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