Vuelve la versi¨®n m¨¢s rockera de Bryan Adams

La inconfundible potencia de la voz ronca del canadiense Bryan Adams ha inundado el ¨ªntimo Palau Ol¨ªmpic de Badalona, donde esta noche el rockero ha recordado su mejores a?os con un concierto cargado de cl¨¢sicos y viejas glorias.

A las 22.00 de este viernes, se han apagado las luces, y un Palau casi lleno ha esperado con la emoci¨®n contenida a que Bryan Adams sorprendiera apareciendo en el medio de la pista, solo, con su guitarra ac¨²stica y su gran ¨¦xito de los noventa, Can't stop this thing we started, que ha arrancado el canto un¨¢nime del p¨²blico.

Era la pista que daba el canadiense para dejar claro que ven¨ªa a tocar lo que sus seguidores quieren y echan en falta, el Adams m¨¢s rockero, en¨¦rgico y vibrante, a la vez que profundo rom¨¢ntico, de los a?os ochenta y noventa. A¨²n en solitario, en el centro de la pista ha interpretado una de sus baladas m¨¢s conocidas, Please forgive me, tambi¨¦n de los noventa, y ya con el p¨²blico en el bolsillo se ha dirigido al escenario cantando The best of me, al tiempo que se mezclaba entre la masa.

Ha sido una noche de recuerdos, de grandes cl¨¢sicos y sorprendentes viejas glorias del modesto rockero que ha vendido ya m¨¢s de diez millones de copias. Hearts on fire o la inesperada Take me back han sido un claro ejemplo, como Somebody, no muy habitual en sus actuaciones de los ¨²ltimos a?os y donde el guitarrista Keith Scott ha improvisado unos versos de rap.

Los cl¨¢sicos

No han faltado los cl¨¢sicos de siempre, Summer of '69, Everyhing I do, Run to you, Cuts like a knife o Heaven, adem¨¢s de la celebrada Have you ever really loved a woman, escrita para la pel¨ªcula Don Juan de Marco y que en su momento interpret¨® con el guitarrista de flamenco Paco de Luc¨ªa.

Adams ven¨ªa de ofrecer actuaciones enteramente ac¨²sticas, ¨ªntimas y quiz¨¢ demasiado light para su p¨²blico m¨¢s fiel, y el propio 11, su ¨²ltimo trabajo de estudio, est¨¢ encarado a la vertiente m¨¢s ac¨²stica del canadiense.

Quiz¨¢ por ello ha sorprendido esta noche un Adams entregad¨ªsimo, con su caracter¨ªstica voz ronca m¨¢s potente que nunca, y sus casi 49 a?os han demostrado m¨¢s la voluntad y experiencia de un rockero que echa en falta su grande ¨¦poca, que la acomodaci¨®n de una vieja gloria que puede vivir de renta.

La conexi¨®n del rockero canadiense con su p¨²blico ha sido siempre uno de sus puntos fuertes, y a base de comentarios ir¨®nicos, caretas simp¨¢ticas y gestos de profundo agradecimiento ha encandilado a la audiencia catalana, que ha cantado a una sola voz Let's make a night to remember y All for love, todo el p¨²blico tel¨¦fono m¨®vil en mano.

Era la segunda tanda de bises y un Palau Ol¨ªmpic que se ha quedado con ganas de m¨¢s Bryan Adams y de m¨¢s rock, que juntos llevan recuerdo de los mejores a?os ochenta y noventa.