El fin de un modelo
Touch and go, una discogr¨¢fica y distribuidora estadounidense con casi 30 a?os de vida, afronta una profunda reestructuraci¨®n que afectar¨¢ a gran parte del 'indie'
"Touch and go vuelve a sus ra¨ªces y ¨²nicamente se dedicar¨¢ a ser una discogr¨¢fica independiente". Con un comunicado oficial, el m¨ªtico sello con base en Chicago desmontaba los rumores que se hab¨ªan extendido por respetables webs, seg¨²n los cuales cerraba definitivamente.
La noticia era tr¨¢gica: CocoRosie, TV on the Radio, Calexico , Blonde Redhead, Big Black, Shellac, Girls Against Boys, !!!, The Jesus Lizard, Dirty Three, Mekons, Slint... ?stos son s¨®lo algunos de los grupos que han publicado con ellos. A Espa?a la noticia hab¨ªa llegado por medio de un e-mail enviado a t¨ªtulo personal por una empleada de la empresa. "Touch and go cierra sus puertas. Nuestros sellos est¨¢n en proceso de encontrar un nuevo hogar, lo mismo que nuestras bandas", dec¨ªa literalmente el correo.
La realidad es que la empresa, fundada en 1983, afronta una refundaci¨®n que, seg¨²n escribe el periodista Jim DeRogaitis en su blog: "Tendr¨¢ un amplio efecto negativo en la escena independiente de Estados Unidos".
Touch and go cierra la parte de la empresa que manufacturaba y distribu¨ªa los lanzamientos de una veintena de sellos indies como Merge (que tiene entre sus grupos a los supervendedores Arcade Fire), Kill Rock Stars o Drag City. "Los lanzamientos de estos otros sellos se acumulan, junto a los nuestros propios, en las baldas de nuestro almac¨¦n", dice el comunicado firmado por Corey Rusk, co-fundador y director, una especie de Berry Gordy de la generaci¨®n punk.
El sello es el heredero de un fanzine del mismo nombre que hab¨ªa aparecido en 1979 en East Lansing, Michigan. La publicaci¨®n daba apasionada voz a la entonces emergente escena hardcore, una variante aun m¨¢s acelerada del punk. En 1983, Corey Rusk, bajista de Necros, -una banda hardcore cuyo single fue la primera referencia -, se hizo cargo de la entonces incipiente empresa.
Dos decisiones fueron vitales para el desarrollo de Touch and go. La primera mudarse a Chicago, donde encontraron un gran n¨²cleo de nuevas bandas con proyecci¨®n. La segunda, que desde el principio ellos mismos controlaban la fabricaci¨®n y distribuci¨®n de sus discos. Una funci¨®n que pronto desempe?aron para otros. Esos que ahora deber¨¢n encontrar un nuevo fabricante y un nuevo distribuidor, una empresa que para los sellos indies estadounidenses se est¨¢ convirtiendo en algo casi imposible.
Touch and go ten¨ªa una reputaci¨®n de sello pensado para los artistas. Muchas de las bandas, sobre todo al principio, no ten¨ªan contrato, un apret¨®n de manos bastaba, y funcionaban reparti¨¦ndose gastos y beneficios a partes iguales. Lo que no evit¨® disputas legales. La m¨¢s conocida fue con uno de sus primeros fichajes, Butthole Surfers, que en 1999 quisieron rescindir su contrato argumentando que al no especificar una duraci¨®n determinada este se pod¨ªa dar por concluido en cualquier momento. El juez les dio la raz¨®n, lo que fue un serio varapalo para su m¨¦todo de funcionamiento.
En principio siguen con los lanzamientos previstos, entre ellos el de Cristal Antlers, una de las grandes promesas del indie de este a?o (y que actuar¨¢n en Espa?a a finales de mayo en el festival barcelon¨¦s Primavera Sound), previsto para el 7 de abril. "Estaremos ocupados una temporada haciendo nuestra empresa m¨¢s peque?a. Este es el fin de un importante cap¨ªtulo para Touch and go, pero sabemos que grandes cosas salen de los nuevos comienzos", concluye el comunicado.
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