El 'quej¨ªo' de Poveda estrena los Teatros del Canal
El cantaor catal¨¢n inaugura el XVII Festival de Flamenco Caja Madrid
Miguel Poveda hizo un alto en la grabaci¨®n de su nuevo trabajo discogr¨¢fico que ultima estos d¨ªas en Sevilla para inaugurar anoche el Festival de Flamenco Caja Madrid en la capital y, de paso, estrenar los Teatros del Canal. Despu¨¦s de la apertura oficial de hace unos d¨ªas, el nuevo espacio esc¨¦nico, dependiente de la Comunidad de Madrid, se visti¨® de flamenco con el cantaor del momento. Poveda exhibi¨® su arte desde el arranque y el p¨²blico se lo agradeci¨® desde antes incluso de comenzar. Es un cantaor que se entrega y anoche lo hizo c¨®modo, gust¨¢ndose, disfrutando del recital y sin dejarse nada para otro d¨ªa.
El patio de butaca estaba lleno, lo que en este caso implica que hab¨ªa p¨²blico incluso por detr¨¢s de los artistas. Miguel Poveda cant¨® por tarantos para los que estaban al otro lado ("Nunca hab¨ªa tenido tanta gente detr¨¢s", brome¨® el cantaor). El escenario es un cuadril¨¢tero, un espacio en el que uno tiende a imaginar un combate de boxeo o muchas otras cosas, pero dif¨ªcilmente un recital de flamenco.
El Festival Caja Madrid llega con pol¨¦micas |
El de anoche no fue un recital al uso, fueron tres en uno. Arranc¨® la noche un cantaor local, Paco del Pozo, acompa?ado a la guitarra por Antonio Carri¨®n y por Jos¨¦ Salinas y Rafael Peral a las palmas. Hizo un repertorio amplio. Arranc¨® por malague?a y abandolaos, sigui¨® por caracoles (que el cantaor quiso referir a Madrid), sole¨¢, tientos, tangos y cerr¨® por buler¨ªas. Tiene este joven cantaor nacido en San Sebasti¨¢n de los Reyes un cierto eco rancio en su voz. Anoche estuvo a la altura y cant¨® afinado, mostrando sentimiento, aunque en momentos puntuales, como en la sole¨¢, le hubiese hecho falta quiz¨¢s detenerse un poco, disfrutarse m¨¢s cantando.
Le sigui¨® una joven cantaora onubense, Argentina, que se hizo acompa?ar por dos guitarras, la de Jos¨¦ Quevedo Bolita y la de Eugenio Iglesias, las palmas de los Mellizos y Torombo y la percusi¨®n de Paco Gonz¨¢lez. Vestida de azul ("hoy vengo m¨¢s choquera que nunca, traigo los colores de mi tierra, pero no lo he hecho a prop¨®sito", explic¨®) hizo cantes largos, un recital amplio, igual que su predecesor, que incluy¨® tientos, tangos, una sole¨¢ exquisita, alegr¨ªas y mirabr¨¢s, buler¨ªas y un cierre por fandangos. Argentina quiso lucirse y lo consigui¨® con creces. No s¨®lo demostr¨® que domina los estilos que interpret¨®, sino que adem¨¢s, domina la escena. Su voz, potente, se mueve con soltura por los juegos de notas de la cantaora, que se luce especialmente en las notas m¨¢s altas.
Y despu¨¦s de Argentina podr¨ªa parecer que el p¨²blico hab¨ªa tenido suficiente. Pero fue asomar Miguel Poveda por el fondo del escenario y romper en una fuerte ovaci¨®n. El cantaor catal¨¢n volvi¨® a arrancar como en otras ocasiones, con el Preg¨®n del Uvero cantado en solitario. Pero cada vez que lo interpreta le da un nuevo giro, y anoche no fue una excepci¨®n. El cantaor sali¨® a disfrutar al escenario, seguro de su cante, pero siempre empuj¨¢ndolo un poco m¨¢s all¨¢, llev¨¢ndolo a nuevos lugares. Elegante, vestido de negro, se quiso deleitar hasta en los ayeos con los que iniciaba cada uno de los cantes, entreteni¨¦ndose y visitando mil notas en cada uno, entreg¨¢ndose como si fuese el cante mismo. Poveda repas¨® anoche un repertorio conocido por su p¨²blico, pero que una vez m¨¢s son¨® distinto.
La complicidad y la experiencia que ya tiene con el grupo que le acompa?a (Jos¨¦ G¨®mez Chicuelo a la guitarra, Carlos Grilo y Luis Cantarote a las palmas y Paco Gonz¨¢lez a la percusi¨®n) le da la libertad que necesita para entretenerse en los tercios, alargarlos hasta casi el imposible, hacerlos m¨¢s r¨ªtmicos despu¨¦s, hacerlo explotar en un grito o sonar silencioso. Canti?as, malague?a, abandolaos, tarantos, tientos y tangos, la sole¨¢ de Charamusco (que Poveda quiso cantar a su manera como un particular homenaje a su creador, Antonio Mairena), o unas buler¨ªas. Todo suena a nuevo cada vez que Poveda lo interpreta.
No falt¨® un gui?o a su pr¨®ximo trabajo de estudio, en cuya grabaci¨®n se encuentra inmerso estos d¨ªas, dedicado a la copla. Hizo su particular versi¨®n por buler¨ªas de Limosna de amores, que enlaz¨® con A ciegas, la copla que forma parte de la nueva pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var Los abrazos rotos, y que Poveda quiso dedicar anoche a Alberto Iglesias, responsable de las bandas sonoras de las pel¨ªculas del director manchego, que se encontraba entre el p¨²blico.
Cerr¨® por buler¨ªas: A nudillo, con guitarra, m¨¢s r¨ªtmicas, m¨¢s paradas. Poveda canta lo que le echen y anoche lo volvi¨® a demostrar. Y de propina, como suele acostumbrar, casi con resignaci¨®n y por aclamaci¨®n popular ("?o Alfileres o me tiro!", grit¨® desde la grada una espectadora), cant¨® la buler¨ªa que grab¨® junto a Diego Carrasco, Alfileres de colores, que cuando lo saque del repertorio, se anim¨® a bromear el cantaor, "va a ser como si Georgie Dan no cantase La Barbacoa".
![El cantaor Paco del Pozo actu¨® ayer en el primer d¨ªa del Festival Madrid Flamenco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WPRZRNODRMX5O3WCXMVPPEFYQI.jpg?auth=d3728498205c37384dae352ba5a34c51d4aafac6212cd43a4509aa9a24acb90b&width=414)
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