El c¨ªrculo latinoamericano
En la ¨²ltima edici¨®n del Foro Iberoam¨¦rica, una instituci¨®n privada que re¨²ne cada a?o, a puerta cerrada, a intelectuales, empresarios y pol¨ªticos de Am¨¦rica Latina para que intercambien informaci¨®n y opiniones, no se habl¨® pr¨¢cticamente para nada de Europa y poco de Estados Unidos. Fue la relaci¨®n con Asia la que centr¨® todos los an¨¢lisis, porque es esa relaci¨®n la que est¨¢ cambiando la realidad y el futuro de Am¨¦rica Latina y ¨¦se es el dato que se ha convertido en el elemento diferenciador entre el siglo XX y el siglo XXI en este continente.
La relaci¨®n comercial con Asia, especialmente con China, ofrece una nueva oportunidad, abre una nueva ventana de modernizaci¨®n en el siglo XXI para que Am¨¦rica Latina realice las reformas imprescindibles que le permitan engancharse a la globalizaci¨®n y toda la regi¨®n quiere participar en ese movimiento. Estados Unidos sigue siendo un socio muy importante y presente, pero est¨¢ absorbido en nuevas tareas, oculto, en cierta forma, y Europa, cada d¨ªa m¨¢s ausente, se limita a mantener en la regi¨®n su tambaleante perfil cultural. El siglo XX, cuyo mejor balance en Am¨¦rica Latina fue el esplendoroso estallido de su literatura, pero que frustr¨® casi todas las esperanzas del continente, ha dejado paso a un siglo XXI con protagonistas desconocidos y con un nuevo renacer de grandes promesas.
Los datos son apabullantes. China se convirti¨® en 2008 en el segundo socio comercial de Am¨¦rica Latina, s¨®lo por detr¨¢s de Estados Unidos, y su hambre de materias primas (desde petr¨®leo a soja, pasando por el cobre) ha condicionado el precio al alza de lo que representa el 60% de las exportaciones latinoamericanas. Buena parte de los ingresos de Chile, por ejemplo, depende de la velocidad a la que China extienda sus l¨ªneas de tel¨¦fono. Asia es ya el segundo mercado de Per¨². En 1995 el intercambio comercial entre la regi¨®n y China era de 8.400 millones de d¨®lares. En 2008 super¨® los 100.000 millones. "Da la impresi¨®n de que la prosperidad de buena parte de Am¨¦rica Latina depende de China, pero no estar¨ªa de m¨¢s recordar que China es un pa¨ªs sin sistema de mercado, ni sistema democr¨¢tico, ni imperio de la ley", apunt¨®, de forma inquietante, uno de los participantes en el mencionado foro.
La apertura de los mercados asi¨¢ticos ha coincidido con otros dos elementos importantes. La gran mayor¨ªa de los pa¨ªses latinoamericanos son democracias, m¨¢s o menos imperfectas, pero democracias. Y tambi¨¦n por primera vez existe una conciencia global de que uno de los grandes males de la regi¨®n es la brutal desigualdad que padece y que lastra cualquier esperanza de futuro.
Dentro de ese despertar de una conciencia social de inclusi¨®n figura, de manera muy destacada, la irrupci¨®n del indigenismo, un movimiento muy vigoroso en pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Latina, que ha logrado entrar en el escenario pol¨ªtico. El indigenismo logr¨® su primer ¨¦xito con la elecci¨®n de Evo Morales en Bolivia, pero no est¨¢ reducido a los pa¨ªses andinos (Ecuador y Per¨²) sino que reclama protagonismo en muchos otros puntos de la regi¨®n, desde Brasil y Chile (con una poblaci¨®n significativa de mapuches) hasta toda Centroam¨¦rica.
El indigenismo aboga por una cosmovisi¨®n distinta, especialmente una relaci¨®n con la tierra y una protecci¨®n medioambiental casi radical, pero no implica la existencia de un movimiento pol¨ªtico ¨²nico, porque entre las distintas etnias existen diferencias considerables. La gran duda que se plantea es si es posible hacer compatible progresivamente esa cosmovisi¨®n con una sociedad socialdem¨®crata, como pretenden algunos. Las demandas de los ind¨ªgenas, afirman los defensores de esta l¨ªnea, se parecen mucho a las del resto de la sociedad, inclusi¨®n, participaci¨®n y mejora de la calidad de vida, y pueden ser satisfechas de la misma manera. En cualquier caso, lo que est¨¢ claro es que el indigenismo lleg¨® a finales del XX para quedarse y que ya no ser¨¢ posible en el siglo XXI prescindir de su papel pol¨ªtico.
"?stos son unos a?os decisivos para equilibrar las d¨¦cadas perdidas en el siglo XX y por primera vez pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses latinoamericanos tienen reg¨ªmenes democr¨¢ticos y modelos econ¨®micos m¨¢s abiertos y capaces de aprovechar la ocasi¨®n", asegura Enrique Iglesias, secretario general de las Cumbres Iberoamericanas. "Am¨¦rica Latina tiene que conseguir romper el c¨ªrculo de la pobreza y la exclusi¨®n y ya no hay casi nadie que no admita que ser¨¢ imposible lograr avances mientras que Am¨¦rica Latina siga siendo la regi¨®n m¨¢s desigual del mundo, la que presenta unos niveles de distribuci¨®n de riqueza m¨¢s injustos", comenta Alicia B¨¢rcena, secretaria general de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal).
El 34% de la poblaci¨®n de Am¨¦rica Latina cae bajo los niveles de la pobreza (unos 189 millones de personas) y aproximadamente un 13,7% (76 millones) directamente en los de la pura indigencia, seg¨²n datos de Cepal. Aun as¨ª, 41 millones de personas hab¨ªan conseguido superar la pobreza entre 2002 y 2008. La actual crisis ha vuelto a hacer retroceder a nueve millones, pero, pese a todo, el impacto ha sido menor que en ocasiones anteriores y la regi¨®n ha conseguido mantener el poder adquisitivo de las remuneraciones y bajas tasas de inflaci¨®n.
"Esto demuestra que se puede crecer y redistribuir, expandir el gasto social y tener prudencia fiscal para mejorar las condiciones de la poblaci¨®n de manera significativa. Am¨¦rica Latina no est¨¢ condenada a ser pobre ni injusta", declar¨® B¨¢rcena en la presentaci¨®n de su ¨²ltimo informe.
El debate no se plantea sobre la necesidad de promover esa r¨¢pida transformaci¨®n social, sino sobre si existen dos posibles modelos a seguir, dos bloques contrapuestos: el que representa Venezuela, con Bolivia y Ecuador, y el que lidera Brasil, con Chile y Uruguay. Desde el punto de vista pol¨ªtico, los dos modelos parecen enfrentados. Uno, con el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, al frente, apuesta por un Estado omnipresente, con el mercado subordinado, y otro, con el presidente Lula como su mejor int¨¦rprete, por una l¨ªnea de inspiraci¨®n socialdem¨®crata, en la que el mercado es un colaborador imprescindible y bienvenido.
Lo que no parece tan claro es que esos enfoques se traduzcan en dos bloques reales. Dentro del Alba (Iniciativa Bolivariana) de Ch¨¢vez las cosas no funcionan con la disciplina que algunos creen. De hecho, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, va bastante a su aire. Brasil, por su parte, sencillamente no pretende encabezar ning¨²n bloque, sino ejercer un liderazgo regional, suave y consensuado.
Alicia B¨¢rcena no cree tampoco mucho en esa dicotom¨ªa desde un punto de vista estrictamente econ¨®mico. "Hay enfoques distintos, yo no dir¨ªa que modelos diferentes ni bloques. Lo fundamental es que todos los gobiernos, de una forma u otra, aumentan el gasto social. Ya hay 37 pa¨ªses que tienen programas de transferencias condicionadas y, algo que es muy importante, ocho pa¨ªses aplican ya una pol¨ªtica de salario m¨ªnimo", asegura B¨¢rcena.
La secretaria general de Cepal apunta otro elemento que va a influir poderosamente en la transformaci¨®n latinoamericana: el cambio demogr¨¢fico. En 1975, Am¨¦rica Latina ten¨ªa un 40% de su poblaci¨®n en la banda entre 0 y 14 a?os. En 2009, ha pasado a ser un 29% y, seg¨²n las previsiones, para 2035, el promedio ser¨¢ de un 20%. Eso significa que habr¨¢ menos dependientes y m¨¢s recursos.
La reducci¨®n del ¨ªndice de natalidad reducir¨¢ tambi¨¦n probablemente los ¨ªndices de migraci¨®n. Entre la II Guerra Mundial y hoy, m¨¢s de cien millones de latinoamericanos abandonaron sus lugares de origen. Cerca de 45 millones (sobre todo mexicanos y centroamericanos) viven en Estados Unidos, donde suponen el 41% de los empleos en las granjas y el 28% del personal de limpieza. Pero no ha sido Estados Unidos (ni Espa?a, en los a?os 2000) el ¨²nico pa¨ªs de destino y muchas veces se olvida el movimiento migratorio dentro de la propia regi¨®n: dos millones de bolivianos, por ejemplo, viven en otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina.
La nueva etapa latinoamericana deber¨¢ plantearse tambi¨¦n, probablemente, el papel de M¨¦xico, un gran pa¨ªs latino situado en Am¨¦rica del Norte. M¨¦xico contempl¨® con inquietud la decisi¨®n de Itamaraty (como se conoce al poderoso Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) de crear un departamento denominado "Suram¨¦rica" y un nuevo organismo llamado Unasur, que le deja fuera pol¨ªticamente. Las autoridades mexicanas admiten que tiene una agenda econ¨®mica, comercial e, incluso, pol¨ªtica mucho m¨¢s relacionada con Estados Unidos y el Caribe que con Am¨¦rica del Sur, pero luchan por no quedarse completamente arrinconadas y participar en algunos foros comunes, sobre todo el llamado proceso de R¨ªo. Lo cierto es que no es posible entender Am¨¦rica Latina sin la aportaci¨®n literaria, pol¨ªtica e intelectual de M¨¦xico, que es, adem¨¢s, el caso m¨¢s destacado de mestizaje racial. M¨¦xico, asegura su actual presidente, Felipe Calder¨®n, ha demostrado su vocaci¨®n "latinoamericana".
El creciente papel internacional de Brasil es contemplado con alg¨²n asombro en otros pa¨ªses latinoamericanos, sobre todo en Argentina, muy reacia a aceptar un liderazgo regional brasile?o. Pero Brasil, quiera o no Buenos Aires, es el protagonista de un despegue formidable y de una gran estabilidad pol¨ªtica y se ha convertido de la noche a la ma?ana en una potencia mundial, empe?ada en representar un papel en el concierto internacional. Brasilia, que reclama una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo impensable hace pocos a?os, sabe que para alcanzar ese protagonismo necesita ejercer liderazgo regional y se esfuerza en ejercerlo de una manera amistosa y, en lo posible, a trav¨¦s de organismos multilaterales.
La aparici¨®n de China como gran socio comercial y de Brasil como l¨ªder regional es contemplada con atenci¨®n en Estados Unidos, que tradicionalmente ha ejercido su influencia en Am¨¦rica Latina. Pensar que Washington ha perdido su inter¨¦s en un ¨¢rea de la que sigue siendo el principal socio y de la que depende para el 50% de sus importaciones de petr¨®leo ser¨ªa muy arriesgado. Lo que es cierto es que Estados Unidos tiene que atender importantes crisis en otras zonas del mundo y que el fin de la guerra fr¨ªa ha hecho que no exista ninguna amenaza en la zona. Nadie ha visto un barco de guerra chino en Am¨¦rica Latina y los buques rusos que amarran en puertos venezolanos son mercantes que intentan hacer comercio.
En cualquier caso, la presencia de Asia y el papel de Brasil han cambiado la influencia dominante de Estados Unidos y su primac¨ªa diplom¨¢tica en el ¨¢rea, lo que probablemente ayude tambi¨¦n a cambiar, con el paso del tiempo, su imagen en Am¨¦rica Latina, que sigue siendo negativa. El elemento decisorio ser¨¢ la salida que se encuentre para el r¨¦gimen cubano, cuya revoluci¨®n fue seguramente el hecho m¨¢s relevante para Am¨¦rica Latina en el siglo XX, pero ya no desempe?a, ni remotamente, ese papel en el XXI. Encontrar una salida razonable es, sin embargo, imperativo para el conjunto del continente, porque Fidel Castro sigue despertando simpat¨ªas y apoyos, aunque sean m¨¢s sentimentales que pol¨ªticos.
M¨¢s importante que Cuba para Am¨¦rica Latina en estos momentos es el problema creciente del crimen organizado y el narcotr¨¢fico. La regi¨®n est¨¢ considerada como la m¨¢s violenta del mundo, no porque sea escenario de guerras, sino porque sus niveles de inseguridad y homicidio son tres veces superiores a la media mundial. La violencia es un problema que afecta al desarrollo de los negocios, al turismo y a las inversiones en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses latinoamericanos (excepci¨®n hecha de Chile, Uruguay y Costa Rica, en niveles comparables a los europeos). El grado de impunidad, ligada tambi¨¦n a la corrupci¨®n de polic¨ªas, jueces y pol¨ªticos, hace que la confianza en las fuerzas de seguridad y en la justicia sea tambi¨¦n una de las m¨¢s bajas del mundo. La ¨²nica forma de combatirla eficazmente, seg¨²n los expertos, es mejorar los niveles de inclusi¨®n y de igualdad, con lo que se cierra el c¨ªrculo.
'El c¨ªrculo latinoamericano' es un reportaje de Babelia del s¨¢bado 28 de noviembre de 2009.
Babelia
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