B¨²scate la vida Holden Caulfield
J. D. Salinger no era un escritor sino una religi¨®n. Es lo mejor y lo peor que puede decirse del autor de El guardi¨¢n entre el centeno, un libro que desde su aparici¨®n en 1951 convirti¨® a legiones de lectores en posesivos devotos de un misterio, el de sus personajes y el suyo mismo. ?Qui¨¦n era Jerome David Salinger? ?Qui¨¦n era ese tipo convertido en profeta de ese doloroso tr¨¢nsito llamado adolescencia? En la investigaci¨®n que Ian Hamilton emprendi¨® en 1983, y que se convirti¨® en una cruzada del escritor para evitar airear cualquier dato sobre su vida, el bi¨®grafo convirti¨® el c¨¦lebre y elocuente silencio de Salinger en respuesta.
Recluido, Salinger no quer¨ªa que nadie contara su historia, despreciaba las biograf¨ªas literarias, a los editores, a los periodistas, a los fot¨®grafos... Holden Caulfield, protagonista de El guardi¨¢n entre el centeno, hablaba por ¨¦l: "Si realmente est¨¢n interesados, lo primero que probablemente querr¨¢n saber es d¨®nde nac¨ª, y c¨®mo fue mi piojosa infancia y qu¨¦ hac¨ªan mis padres antes de tenerme a m¨ª, y toda esa basura del tipo David Copperfield, pero no tengo ganas de entrar en eso, ¨¦sa es la verdad".
"Era simp¨¢tico, pero de esos que si organizabas una partida de cartas no se apuntaba"
La verdad: Salinger-Caulfield era lo aut¨¦ntico mientras el resto era lo falso. Y toda la verdad y cada una de las claves para entenderla estaban en sus libros, en Franny y Zooey, en Los nueve cuentos y, por supuesto, en El guardi¨¢n entre el centeno.
Un ni?o rico jud¨ªo de Manhattan que hab¨ªa nacido el 1 de enero de 1919. Un buen alumno, menos en aritm¨¦tica, que en 1934 fue inscrito por su padre en la Academia Militar de Valley Forge. A los 15 a?os empez¨® a escribir. Le gustaban el teatro y el periodismo. Un compa?ero de curso declaraba a?os despu¨¦s a la revista Time: "quer¨ªa hacer cosas fuera de lo convencional. Pasaba horas sin que nadie supusiese d¨®nde estaba o qu¨¦ hac¨ªa. Aparec¨ªa, simplemente, a la hora de las comidas. Era simp¨¢tico, pero de esos que si organizabas una partida de cartas no se apuntaba". Como Holden Caulfield, fue capit¨¢n del equipo de esgrima, una actividad integrada en Arte Dram¨¢tico.
Cuando Salinger sale de la escuela militar empieza a escribir y a viajar a Europa. "Parece indudable que en los primeros dos meses de 1938 estuvo en Viena y es muy probable que presenciara directamente la acci¨®n violenta de las turbas callejeras nazis", escribe Hamilton. Al volver a EE UU se inscribe en el Ursinus College, de Collegeville, Pensilvania. Era un solitario que impresionaba a las chicas: alto, moreno, neoyorquino, enfundado en un abrigo negro, de modales mundanos y c¨¢usticos. "Proclamaba abiertamente que un d¨ªa escribir¨ªa la Gran Novela Americana. Jerry y yo nos hicimos muy amigos, en gran parte porque yo era la ¨²nica que realmente cre¨ªa que lo har¨ªa". As¨ª le recordaba Frances Thierolf, Franny, uno de los nombres fetiche del escritor y que adem¨¢s, de casada era, para mayor casualidad, Franny Glassmoyer. "El d¨ªa que me cas¨¦ me escribi¨® para decirme que era el apellido m¨¢s c¨®mico que hab¨ªa o¨ªdo nunca".
Su primer gran ¨¦xito fue el primero de los nueve cuentos, en 1948, Un d¨ªa perfecto para el pez pl¨¢tano, en el que aparece su h¨¦roe suicida, Seymour Glass. Entre ese relato y la publicaci¨®n de El guardi¨¢n entre el centeno distan tres a?os de trabajo constante. Cuando publica su novela huye a Gran Breta?a, le asusta lo que puedan escribir sobre ¨¦l y sobre su personaje. Pero las cr¨ªticas son m¨¢s que buenas y su nombre empieza a ser p¨²blicamente reconocido. Vuelve a Nueva York y por un breve espacio de tiempo disfruta de la fama, de breves romances y de los c¨ªrculos literarios de la ciudad. Pero el desasosiego crece y el anonimato empieza a obsesionarle. Empieza la leyenda y con ella la hu¨ªda y el silencio. En la edici¨®n conjunta de Los nueve cuentos una cita de Un Koan Zen abre el libro y con ella la ¨²nica certeza que nos ha dejado J.D. Salinger: "Conocemos el sonido de una palmada de dos manos, pero ?cu¨¢l es el sonido de la palmada de una sola mano?".
Babelia
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