Gordon Gekko llega a Cannes
Oliver Stone presenta 'Wall Street 2'
Como el desvencijado remedo a la salsa neoyorquina de un Mario Conde cualquiera, Gordon Gekko resucita a la vida tras ocho a?os de muerte moment¨¢nea entre rejas. ?Y por qu¨¦ se pas¨® tantos a?os en el trullo? pues por creer cosas tan inocentes como que todo el monte es or¨¦gano, que la polic¨ªa (de delitos financieros) es tonta, que ojos que no ven gabardina que me llevo y que no por mucho mangonear amanece m¨¢s temprano. Esta es la historia de uno de esos hombres llamados los corruptos y apodados los listos de turno, animales de la pol¨ªtica y las finanzas -en este caso, las finanzas- que creen que los pobres mortales, ya sean inoportunos jueces, maderos o tribuletes, nunca destapar¨¢n su entramado de chanchullo. Ocurre que s¨ª, que a veces se destapa, y el ladr¨®n de guante de diamantes va a dar con sus ilustres huesecillos en la c¨¢rcel. Como Gordon Gekko, alias Michael Douglas, que 23 a?os despu¨¦s vuelve de la mano de su creador, Oliver Stone en Wall Street. El dinero nunca duerme. Josh Brolin, Shia LaBeouf, Susan Sarandon, Carey Mulligan, Elio Wallach y Frank Langella completan el reparto.
En esta secuela de la pel¨ªcula que le vali¨® el Oscar a Douglas en 1988, los banqueros-tibur¨®n han sustituido a los financieros-pira?a, pero el resultado viene a ser el mismo: "La codicia es buena", la frase favorita de Gekko, aquel personaje de ficci¨®n parido por Stone que los j¨®venes cachorros salidos de las mejores y m¨¢s caras escuelas de estudios financieros acabaron convirtiendo en h¨¦roe hace ahora casi tres d¨¦cadas. Cosas de la vida -que transcurre como un largo r¨ªo tranquilo, a veces, y a veces como las olas de un tsunami- Oliver Stone consigui¨® sin propon¨¦rselo convertirse en un visionario... y, habida cuenta de los acontecimientos protagonizados por los Madoff, los Lehman y dem¨¢s Arsenios Lupin de la econom¨ªa, y que su pel¨ªcula de 1987 acabara convertida en documental m¨¢s que en una historia de ficci¨®n. Porque, como reconocen ¨¦l mismo y Michael Douglas, "est¨¢ claro que, al lado de la ficci¨®n, la realidad la super¨® con creces".
"Lo que ha cambiado ahora es que hablamos de un hombre derrotado, al que nadie espera cuando sale de la c¨¢rcel, a quien su hija no quiere ni ver y que no tiene dinero... un tipo en lo m¨¢s bajo de su existencia", comenta Oliver Stone acerca del regreso cinematogr¨¢fico de Gekko, de cuyos hipot¨¦ticos paralelismos con la vida real huye Michael Douglas como de la peste: hay que decir que, sin este Wall Street 2, su personaje sale de la c¨¢rcel tras haber perdido un hijo por sobredosis, el actor estadounidense acaba de ver c¨®mo su hijo era enviado entre rejas por un juez federal por tr¨¢fico de drogas. Es imposible no fijarse hoy, en el gesto adusto y comprimido de un Douglas que, por obligaciones de promoci¨®n, se ha visto obligado a pasearse por la meca del glamour en los momentos m¨¢s dif¨ªciles de su vida.... no ten¨ªa esta ma?ana una cara de fiesta, precisamente.
Sobre lo que ha ocurrido en el mundo de las finanzas, Oliver Stone ha diocho: "Estamos todos como en estado de ebriedad y no sabemos c¨®mo saldremos de esta. Desde 1987 est¨¢ claro que el capitalismo ha empeorado: los trabajadores ven sus salarios congelados, y los empresarios cada vez aumentan sus beneficios descomunales. Algo falla en este mundo, porque hay reglas que habr¨ªa que aplicar y no se aplican". Quiz¨¢ por eso, cuando Stone se dirigi¨® a un amigo suyo, un pez gordo de Morgan & Stanley, dici¨¦ndole que quer¨ªa invertir su dinero, el amigo le contest¨®: "No puedes, no tienes suficiente dinero para invertir con nosotros". "Es esa arrogancia asquerosa lo peor de todo", lamenta Oliver Stone, quien no oculta su nostalgia de otro Wall Street, como aquel en el que trabajaba su padre, un viejo trabajador de Wall Street en un tiempo en que los financieros ten¨ªan "un sentido ¨¦tico que ya desapareci¨®".
Babelia
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