Postales de una Inglaterra obrera
John Lydon, de los Sex Pistols, y The Specials act¨²an en la tercera noche del FIB
Diana Spencer se iba a casar con el pr¨ªncipe Carlos, los sindicatos se part¨ªan la cara en la calle y la marcha de los parados atravesaba el pa¨ªs. Corr¨ªa 1981, uno de los peores momentos de Inglaterra y The Specials, como tantos otros grupos obreros de est¨¦tica redskin que tomaban el relevo del punk, le puso m¨²sica a todo aquello con temas como Ghost Town, una cr¨®nica de aquella desolaci¨®n patria, de las calles desiertas y las discotecas vac¨ªas. Fue la banda sonora del desempleo (pese a que ten¨ªan dos millones menos de parados que Espa?a ahora) y la salvaje recesi¨®n que recibi¨® a Margaret Thatcher. Ayer, en un escenario circundado por todas las marcas imaginables y ning¨²n rastro de desconsuelo en los miles de chavales brit¨¢nicos que nacieron en aquellas fechas, volvieron The Specials, los reyes del ska y el sonido 2tone del Reino Unido.
"Esta es para todos los rudeboys de nuevo cu?o que hay entre el p¨²blico", gritaron para anunciar su m¨ªtica y usada en mil anuncios A message to you, Rudy. Se refer¨ªan a posibles herederos de todo su movimiento. Pero de esos no hab¨ªa ni uno bailando. Aunque da igual, porque lo que ve¨ªan los ingleses era la cultura musical de sus padres y la historia de su pa¨ªs. ?Qu¨¦ grupo espa?ol de esa generaci¨®n podr¨ªa tocar en un festival as¨ª? Muy mayores, con los tatuajes diluidos en una piel arrugada, en razonable buen forma, se lanzaron tambi¨¦n con Monkey Man, un ritmo caribe?o que bailaron hasta el centenar de personas que se congreg¨® en la monta?ita que permite ver los conciertos por la patilla.
Pero muchos salieron corriendo de aquel escenario antes de que terminaran. Todos espa?oles. Se largaron pitando hacia la emotiva actuaci¨®n de Sunday Drivers, inevitables desde hace a?os en el FIB, que ofrec¨ªan su ¨²ltimo concierto antes de separarse. Por mucho que le pese a los miles de personas que fueron a verles y que les ped¨ªan a gritos que lo pensaran mejor. Pero no tiene pinta. Dedicaron canciones a novias y t¨¦cnicos de sonido y bordaron una de las actuaciones m¨¢s redondas del festival. Terminaron subiendo a m¨¢s de 30 amigos al escenario para despedirse. Adi¨®s.
Pasadas las doce de la noche salt¨® al escenario el n¨²mero 1 de los hooligans. No concede entrevistas y, si lo hace, nadie en la organizaci¨®n garantiza que no te suelte un botellazo. Si a ¨¦l no le apetece, su peluquero, guardaespaldas y ultra del Arsenal, John Rambo Stevens, puede que se anime. Y parece que es mucho peor. En el ¨²tlimo Summercase en Madrid, le partieron la cara al cantante de Bloc Party, precisamente por preguntar si no hab¨ªa pensado en volver a formar PiL. As¨ª que mira, quiz¨¢ esos dientes rotos inspiraron a Lydon cuando lleg¨® a casa, al Johnny Rotten de los m¨ªticos Sex Pistols, al indiscutible rey del punk que ocupa as¨ª sus ratos de jubilado, para reactivar su proyecto postpunk.
La verdad es que no tuvo mucho ¨¦xito. Llen¨® al principio, pero la gente se content¨® con verle un rato. Todav¨ªa impresiona contemplar a este superviviente que mantiene todos los pelos de su gran cabeza de punta (tambi¨¦n tiene una gran barriga). Dando tragos a una cerveza, desafiante, poniendo esos ojos de loco tan caracter¨ªsticos y rizando las erres como sol¨ªa con los Sex Pistols, ofreci¨® un show que llen¨® m¨¢s con su presencia que con la m¨²sica de un proyecto que nunca tuvo mucho vuelo. Eso s¨ª, todo el mundo ten¨ªa todav¨ªa los dientes intactos.
Pero el primer grupo con aura de estrella que toc¨® ayer fueron los irlandeses Ash. Una de esas bandas formadas en los noventa, que al verlas en directo parece que nada nuevo se ha inventado y que todo podr¨ªa seguir igual durante 100 a?os m¨¢s y no pasar¨ªa nada. Suenan bien, son divertidos, pusieron a la gente a bailar a las ocho de la tarde y lo hicieron todo con solvencia. Pero si de repente decidieran iniciar un viaje a Marte y no volver jam¨¢s, probablemente, nadie llamar¨ªa a sus padres preocupado.
Para culminar el asunto y revolucionar el escenario grande llegaron The Prodigy y su techno/punk/rave, o lo que sea. Una banda que lo fue todo hace 10 a?os y que se encuentra hoy desahuciada de cualquier inter¨¦s art¨ªstico. Pero fueron cabezas de cartel porque a¨²n tienen mucho tir¨®n entre los brit¨¢nicos y poseen un directo potente y capaz de dar un empuj¨®n al festival a esas horas de la noche.
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