Reyes Abades 'incendia' el palacio de la Magdalena
El especialista en efectos especiales imparte un curso pr¨¢ctico en la UIMP
La nieve cay¨® en pleno julio sobre la pen¨ªnsula de la Magdalena, en Santander y, a los pocos d¨ªas, las llamas parec¨ªan devorar el palacio que la corona. Pero nada fue real. El cine es magia y el experto en efectos especiales y ganador de 8 premios Goya Reyes Abades ha desvelado parte de sus secretos en un taller que imparti¨® en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo a una veintena de alumnos, junto al productor Francisco Espada, y que concluy¨® el viernes.
Los chavales han descubierto con asombro que la nieve falsa tiene una f¨®rmula sencilla: una celulosa muy blanca y absorbente mezclada con agua. Pero no todas las nieves son iguales, porque no siempre se persigue el mismo efecto. Unas est¨¢n hechas para dejar impresa la huella de una pisada, otras pare caer en remolinos y otras para cubrir grandes extensiones o para cubrir vegetaci¨®n sin que sufra ning¨²n da?o. Incluso hay otra - tratada con un gel apelmazante- especial para que los actores la toquen, la aprieten y hagan, por ejemplo, una bola. Nieves que se disuelven a las pocas horas o que aguantan 12 semanas; todo est¨¢ pensado. "Celulosa y agua, la clave est¨¢ en la proporci¨®n de la mezcla", ha explicado Abades.
El gel del especialista, con el que se cubre el cuerpo para evitar quemaduras en las escenas de riesgo con fuego, o t¨¦rminos como naturoplasto -que imita a la piel y sirve para, por ejemplo, ocultar los dispositivos que har¨¢n que la sangre corra por la frente al recibir un tiro en la cabeza-, se han convertido en conceptos cercanos.
El ganador del Goya a los mejores efectos espaciales por El laberinto del fauno ha insistido en que "los actores nunca deben sentir que corren peligro" y ha dado orientaciones a sus atentos alumnos sobre las mejores formas de simular que se cae muerto en tiroteo, con realismo pero sin hacerse da?o, utilizando im¨¢genes de los ensayos de El s¨¦ptimo d¨ªa (Carlos Saura), inspirada en los cr¨ªmenes de Puerto Hurraco.
Entre los alumnos, distintas procedencias. De estudiantes de direcci¨®n de arte a licenciados en comunicaci¨®n audiovisual; unos tal vez encuentren aplicaci¨®n pr¨¢ctica a este taller en su futuro laboral, otros, sencillamente habr¨¢n satisfecho su curiosidad. Lisbel Reyes, de 25 a?os, estudia danza y caracterizaci¨®n. Asegura entusiasmada que las lecciones de Abades la ayudar¨¢n en el futuro a "abrir la mente a la hora de dise?ar un espect¨¢culo". Su compa?ero de aula Juan Guglieri, tambi¨¦n de 25 a?os, es estudiante de gui¨®n: "No todo son grandes explosiones. Se utilizan efectos especiales para cosas en apariencia muy sencillas, como que un boli se descargue en el bolsillo de una camisa, todo est¨¢ muy cuidado. Esto confirma la gran mentira que es el cine". Y no oculta su entusiasmo: "Me parece un trabajo muy sacrificado, pero muy satisfactorio a la vez. Me encantar¨ªa trabajar en esto".
Abades ha intentado mostrar a los alumnos c¨®mo es un rodaje -"les ense?o la secuencia en el cine y luego les explico c¨®mo se hace", precisa. Aunque ya hab¨ªa dado algunas charlas en universidades, esta es la primera vez que imparte un curso de varios d¨ªas, y la experiencia le ha dejado tan buen sabor de boca que no descarta repetir. "Me tienen bastante alucinado", dice sopesando cada palabra, poco propenso al halago gratuito. "Ha sido una experiencia nueva, extra?a y bonita. Han mostrado mucho inter¨¦s y que verdaderamente les gusta este trabajo".
Babelia
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