Un verano de baile para Israel Galv¨¢n
El bailaor m¨¢s innovador del siglo XXI, en constante ebullici¨®n, no descansa, y entre sus triunfos en Par¨ªs, La Uni¨®n o Madrid, se prepara para dar un curso en Jerez
Israel Galv¨¢n de los Reyes (Sevilla, 1973) es un bailaor flamenco en constante ebullici¨®n. Su esp¨ªritu creador no descansa nunca. Ni en vacaciones, ni cuando ofrece su talento a otros bailaores. El lunes inicia unos cursos en Jerez, cuna del flamenco, donde ¨¦l tuvo una mala experiencia que le llev¨® a crear uno de sus espect¨¢culos, La edad de oro, en 2005. Despu¨¦s del curso y de unos d¨ªas de descanso, recalar¨¢ en el Teatro de la Abad¨ªa, de Madrid, un escenario que hasta ahora nunca ha pisado nadie dedicado a la danza. Lo har¨¢ con dos espect¨¢culos ya estrenados pero en permanente actualizaci¨®n, Solo y La edad de oro. Y aunque no estar¨¢ en la Bienal de Sevilla de este a?o, en su cabeza ya bullen nuevas ideas para un espect¨¢culo, "esta vez, m¨¢s terrenal, no tan metaf¨ªsico", explica, despu¨¦s de haber puesto sus botas a disposici¨®n de La metamorfosis, de Kafka, o el Apocalipsis.
Premio Nacional de Danza en 2005 en la modalidad de Creaci¨®n, el baile de Galv¨¢n es raro, diferente, innovador, nunca visto antes. Parte de la m¨¢s absoluta y ortodoxa tradici¨®n, la que trae en la sangre (es hijo de dos bailaores sevillanos) y que le a?ade haber aprendido junto a maestros como Mario Maya. Pero Galv¨¢n es especial. Y fue m¨¢s all¨¢. Su baile deconstruye los palos, los desordena, los para, los recoloca. Y sus pasos parten de la m¨¢s absoluta personalidad. Todos son originales, no vistos antes, aunque su mirada siempre est¨¢ fija en los grandes maestros que crearon antes que ¨¦l. "Me gusta mucho coger las esencias de los estilos de otra gente, de Farruco, o de Vicente Escudero, por ejemplo, y hacer algo nuevo con eso, mezclar las esencias. Me gusta mucho tomar el alma de cada uno, pero no para copiarlo, sino para hacer otra cosa nueva".
Su mirada siempre est¨¢ puesta en el flamenco, que nadie lo confunda con un bailar¨ªn contempor¨¢neo. "Yo soy bailaor flamenco", se reivindica en una entrevista que tiene lugar horas antes de que suba a las tablas del Festival de Cante de Las Minas, en La Uni¨®n. "He estudiado ballet cl¨¢sico, me gusta mucho, pero no es mi b¨²squeda".
Esta noche se falla la final del concurso de cante, baile y toque del Festival, un concurso que ¨¦l gan¨® en 1996. Este a?o es la 50 edici¨®n de un evento considerado obligatorio, una edici¨®n en la que no ha faltado Galv¨¢n, que ha vuelto para presentar La edad de oro. "Yo me siento muy c¨®modo aqu¨ª", explica. "Es todo un alboroto, pero creo que hay una esencia jonda que se echa de menos en otros lugares, as¨ª que para m¨ª es como intentar engatusar o perfumar el ambiente con un baile que sea un poco m¨¢s personal, que a lo mejor no est¨¢n tan acostumbrados".
Lo explica alguien que el pasado mes de junio fue el primer bailaor / bailar¨ªn espa?ol en actuar en uno de los templos de la danza parisina, el Th¨¦?tre de la Ville. No s¨®lo ha llenado el teatro los d¨ªas que ha subido al escenario, sino que cada noche lo ha dejado con ovaci¨®n tras ovaci¨®n. "Me han tocado m¨¢s palmas que en toda mi vida", dice ¨¦l con una sonrisa. "Cada ve que paraba, me aplaud¨ªan. F¨ªjate que yo fui como espectador a ver a Pina Bausch y medio teatro se sali¨®, le abuchearon. Yo cre¨ªa que me iban a silbar, porque este teatro es para los mejores, no para un chaval como yo, que baila flamenco".
En Par¨ªs ha presentado El final de este estado de cosas, redux, un montaje estrenado en la Bienal de Sevilla de 2008 que se inspira en el Apocalipsis y que, seguramente en Par¨ªs, tuvo un cariz diferente. "Te aburres un poco de hacer las mismas cosas siempre, a m¨ª un poco de cambio cada d¨ªa en la coreograf¨ªa me da un poco de vida", explica. "No estoy en contra de la gente que no cambia nada, pero yo necesito ponerle algo nuevo".
Algo "m¨¢s terrenal" para el futuro
Mientras ensaya para los compromisos en los que le reclaman espect¨¢culos ya creados, Galv¨¢n ya ha comenzado a preparar un proyecto nuevo. "Yo siempre estudio diferentes formas de movimiento, pero antes era m¨¢s de bailar solo y ahora me estoy acercando m¨¢s a un concepto m¨¢s humano, m¨¢s cercano a otro cuerpo". Y no, no pretende hacer ninguna colaboraci¨®n con un bailar¨ªn estrella. Su idea es otra. "Me gustar¨ªa sacarle partido a los cuerpos que no est¨¢n muy viciados en la teatralidad ni en la t¨¦cnica, pero que tengan una energ¨ªa flamenca", explica.
"Con El final de este estado de cosas [espect¨¢culo en el que baila sobre un ata¨²d] yo creo que sal¨ª de la tumba y resucit¨¦ y ah¨ª ya no vuelvo m¨¢s", a?ade. "Ahora me apetece m¨¢s recorrer el mundo, algo m¨¢s terrenal. Tengo una idea para trabajar con diferentes cantes de diferentes regiones, como un viaje del d¨ªa a d¨ªa".
Y despu¨¦s de tanto tiempo, ?han llegado sus padres a comprender su propuesta art¨ªstica? ?l mismo cuenta, en diferentes entrevistas, que su espect¨¢culo Metamorfosis, estrenado en 2000, se inspir¨® en la incomprensi¨®n que recib¨ªa de su entorno, anclado en el baile que marcaron los maestros Matilde Coral y Farruco. "Yo creo que no, mis padres no me entienden", dice. El paso del tiempo no ha aminorado esa incomprensi¨®n. "Yo creo que est¨¢n contentos porque me va bien, pero no lo entiendo. Mis padres se sienten m¨¢s identificados con mi hermana [la tambi¨¦n bailaora Pastora Galv¨¢n], pero yo no soy celoso. Yo creo que la idea que ten¨ªan de m¨ª es que fuese como un Joaqu¨ªn Cort¨¦s o un Antonio el Bailar¨ªn, o algo as¨ª".
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