El milagro de La Uni¨®n
El Festival de Cante de Las Minas celebra 50 a?os como referencia del flamenco
La Uni¨®n, Murcia, 7 de agosto. Falta media hora para que act¨²e Mayte Mart¨ªn en el antiguo mercado, una gala en la que compartir¨¢ escenario con Manolo Sanl¨²car. En las puertas del recinto, sede del Festival Internacional de Cante de Las Minas, Enrique Morente prueba las delicias locales sentado junto al cineasta Carlos Saura. El cantaor tiene cara de haber vivido una noche intensa, de cante y disfrute con los amigos con los que se reencuentra cuando viene a La Uni¨®n. Sonr¨ªe. El festival acaba de entregarle la m¨¢xima distinci¨®n, el Castillete de Oro.
Solo unos minutos antes, mientras Morente recog¨ªa su premio, el cantaor Arc¨¢ngel, que ma?ana cantar¨¢ dentro de una antigua mina reconvertida en singular teatro, pasea por el centro del pueblo. Lleva de la mano a su hijo y entra a visitar la exposici¨®n de im¨¢genes hist¨®ricas del festival, tomadas por Antonio Mero?o, fot¨®grafo oficial. Las instant¨¢neas recogen grandes momentos del evento. Desde Lola Flores hasta Israel Galv¨¢n, que gan¨® el premio de baile, pasando por un jovenc¨ªsimo Paco de Luc¨ªa, que no vino a competir sino a dar lo mejor de su guitarra.
Morente opt¨® hace a?os a la L¨¢mpara Minera, pero no pas¨® a la final
Israel Galv¨¢n gan¨® el premio de baile en 1996. Le hab¨ªa inscrito su padre
Durante 50 a?os, La Uni¨®n ostenta la capitalidad del flamenco durante dos semanas de agosto. "Esta no es una ciudad con poder¨ªo econ¨®mico ni industrial", explica Manuel Navarro, coordinador del festival. "Aqu¨ª se han dado unas circunstancias que casi podemos llamar peque?os milagros".
Peque?os milagros como ver actuar a Paco de Luc¨ªa junto a Antonio Mairena, dos artistas que nunca m¨¢s volvieron a compartir un cante, a principios de los a?os setenta. "Estuvieron toda la noche", recuerda Pepe Cros, hijo de Pencho Cros, cantaor unionense. "Fue en una discoteca que estaba aqu¨ª detr¨¢s [del antiguo mercado] que se llamaba La Carroza. Antes hab¨ªan dado unos premios, a mi padre, a Antonio Mairena, al disco de Paco Fuente y caudal y vinieron a celebrarlo", contin¨²a. "Del encuentro sali¨® un disco, De Londres a La Uni¨®n".
La magia del festival suele ocurrir tambi¨¦n en el escenario, no solo en las reuniones de artistas que tienen lugar despu¨¦s. Este a?o, tambi¨¦n. "Mi actuaci¨®n de anoche me estremeci¨®", explica Mayte Mart¨ªn la ma?ana siguiente de subirse a las tablas . "El p¨²blico estaba muy callado, tan respetuoso, sent¨ªa mucho su energ¨ªa". Ella eligi¨® volver a hacer los cantes que le dieron el premio en 1987, y que, desde entonces, ha interpretado en pocas ocasiones.
Pero para Mart¨ªn, el momento de mayor intensidad en La Uni¨®n no fue su concierto del s¨¢bado. Ni siquiera cuando se alz¨® con la L¨¢mpara Minera. "Siempre cuento que mi momento m¨¢s emotivo aqu¨ª lo tuve con 12 a?os. Yo estaba veraneando en Cartagena con mis padres y vine como espectadora al concurso. Estaba prevista la actuaci¨®n de Merche Esmeralda, que no lleg¨®. Hab¨ªa gente que me conoc¨ªa de las pe?as flamencas de Barcelona y me vinieron a buscar para que cantara. Fue muy emocionante, un auditorio tan lleno y tan entregado".
Curiosamente, Enrique Morente, otro de los protagonistas del festival este a?o, quiso ganar la L¨¢mpara Minera, m¨¢ximo galard¨®n del concurso de cante, pero no fue seleccionado para la final. "Fue el primer cantaor que cant¨® en una silla, porque aqu¨ª la gente cantaba de pie", dice Cros, que actualmente forma parte del jurado.
Todo el flamenco de los ¨²ltimos 50 a?os ha pasado por La Uni¨®n, un festival que naci¨® gracias a un grupo de aficionados y para mantener, a trav¨¦s de un concurso, los cantes aut¨®ctonos. Algunos vinieron buscando el premio, un reconocimiento que diese impulso a sus incipientes carreras. Es el caso del bailaor Israel Galv¨¢n, que actu¨® anoche y que gan¨® el Desplante, premio de baile, en 1996. "Me apunt¨® mi padre [el tambi¨¦n bailaor Jos¨¦ Galv¨¢n], pero yo le dije que no iba a ir, porque no me iba a dar tiempo de montar la taranta. Pero me anunciaron en el peri¨®dico y al final me entr¨® el cosquilleo". Mont¨® su baile en pocos d¨ªas y gan¨®, por encima de otros bailaores como Rafael Amargo.
Galv¨¢n volvi¨® otro a?o a actuar. No tuvo ¨¦xito. Hab¨ªa iniciado su camino personal, ¨²nico, y el p¨²blico no lo entendi¨®. "Me acuerdo de que el director del festival le dijo a mi representante: 'Este muchacho, ?toma drogas?' Y dijo ¨¦l: 'No, por favor, este no, este es muy bueno. Mira, los artistas son todos muy golfos, pero este no".
Si hay un nombre ligado al festival de La Uni¨®n, ese es el de Miguel Poveda, que despu¨¦s de haber ganado todos los premios de cante en 1993 ha vuelto para recoger el Castillete de Oro, ha actuado en varias ocasiones (la ¨²ltima, esta noche) y ma?ana inaugura una calle con su nombre. "Juan Ram¨®n Caro estaba haciendo la mili en Cartagena cuando Miguel Poveda trabajaba en el Tablao Cordob¨¦s de Barcelona. Y cuando vuelve le ense?a a Miguel los cantes mineros, que hab¨ªa aprendido estando por aqu¨ª", explica Navarro. Se present¨® a las pruebas selectivas y Pencho Cros le dijo: "Ha venido una estrella a iluminarme", cuenta su hijo Pepe. "Mi padre se la jug¨® con ¨¦l siendo del jurado. Lo llam¨® y le dijo: 'A ti te voy a dar las cuatro mineras para que las aprendas conmigo'. Y se las machac¨® en una casa en la Manga, comiendo un arroz caldero con ¨¦l", explica Pepe.
Para Miguel Poveda, venir a La Uni¨®n es siempre muy especial. "Se crea un ambientillo cada d¨ªa, desde por la ma?ana. No son solamente los conciertos, hay un mundillo que es muy bonito". Poveda presenta esta noche un espect¨¢culo en el que tienen especial protagonismo los cantes mineros. Tras su actuaci¨®n y la de ma?ana de Paco de Luc¨ªa, comenzar¨¢n las semifinales del concurso. Los premios se fallan el s¨¢bado. "Este a?o hay que prestar mucha atenci¨®n al baile", dice Cros. "Vienen fuertes los bailaores".
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