Gerard Estadella, la banda sonora de Cibeles

Se apagan las luces de una de las dos pasarelas de la Cibeles Madrid Fashion Week. Silencio y expectaci¨®n hasta que Gerard Estadella le da al bot¨®n del play. Empieza el desfile. Este joven catal¨¢n, DJ y fot¨®grafo profesional, es el encargado de la banda sonora de los desfiles de la sala Lancia. Desde su privilegiada posici¨®n de ojo de halc¨®n -al final de la pasarela, encima de los fot¨®grafos- lanza las canciones que marcan el ritmo de las modelos desde hace dos a?os, cuatro temporadas en el lenguaje de la moda.

"En teor¨ªa, 10 d¨ªas antes del desfile los dise?adores se ponen en contacto conmigo, esto nunca sucede, as¨ª que no empiezo a trabajar hasta dos d¨ªas antes", cuenta Gerard en uno de los descansos. A partir de esa primera toma de contacto, se puede encontrar con tres panoramas sonoros distintos: "El dise?ador que te da la m¨²sica preparada, como es el caso este a?o de Amaya Arzuaga. Aquel que tiene una idea de lo que quiere y te da un par de discos para ilustrarla, como me ha pasado con Victorio y Lucchino. O el que que no te da nada o todo, es decir, la libertad de crear por ti mismo, como me pasa con Martin Lamothe". En este ¨²ltimo caso, Gerard visita al dise?ador, ve la colecci¨®n y espera a las musas musicales. "Cuando llevas tiempo trabajando en el mundo de la moda, aunque no seas experto, acabas sabiendo encontrar la inspiraci¨®n en los modelos que ves". Estadella es un habitual del circuito de desfiles internacional como Par¨ªs o Nueva York. Siempre acompa?ado de sus amigos, el d¨²o de DJ neoyorquinos Misshapes.

Entre desfile y desfile ensaya en la sala que queda vac¨ªa o "mata el tiempo" con las modelos

En cada desfile suenan entre cuatro y siete canciones, con la exigencia de que el carrusel final tenga su protagonismo musical. "Nunca se puede repetir el ¨²ltimo tema en dos desfiles", explica Gerard. "Es como si a la llegada a los Oscar te dieras cuenta de que llevas el mismo vestido que otra actriz. Tienes dos opciones: salir porque crees que a ti te queda mejor el vestido o volverte al hotel y en cinco minutos cambiarte". En el manual del buen DJ de moda es necesario, adem¨¢s, saber hacer malabarismos cuando las cuentas no salen y quedan cinco modelos, pero solo un minuto de m¨²sica.

"Mi trabajo no consiste en apretar un bot¨®n y esperar a que termine el desfile. Hay que hacer maravillas para salvar cualquier imprevisto". Nunca en un desfile habr¨¢ silencio entre canci¨®n y canci¨®n a menos que existe la necesidad de hacer un par¨®n dram¨¢tico, o lo que en la jerga se conoce como blackout.

Los gustos de los dise?adores

Pericias t¨¦cnicas aparte, Gerard debe manejar los gustos musicales de los dise?adores. Se declara un disc jockey electr¨®nico con predilecci¨®n por el rhythm and blues aunque como profesional trabaja para determinados eventos que le obligan a escuchar y pinchar todo tipo de m¨²sica. El mayor reto al que se enfrenta en Madrid es cuando por exigencias del guion tiene que investigar en el mundo del folclore con la ayuda del dise?ador y su equipo art¨ªstico. Al contrario de lo que pasa en pasarelas como Nueva York o Par¨ªs donde su batalla est¨¢ en encontrar imposibles como temas tan nuevos que ni siquiera est¨¢n editados.

Entre desfile y desfile ensaya en la sala que queda vac¨ªa o "mata el tiempo" con las modelos y dise?adores, "despu¨¦s de trabajar tantos a?os en esto todos acabamos siendo amigos".

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